Umberto D. (1952)

Iniciado por Michael Myers, 25 de Junio de 2020, 04:42:16 PM

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Michael Myers

UMBERTO D.


SINOPSIS: Umberto Domenico Ferrari es un jubilado que intenta sobrevivir con su miserable pensión. Sumido en la pobreza, vive en una pensión, cuya dueña lo maltrata porque no consigue reunir el dinero necesario para pagar el alquiler de su habitación. Los únicos amigos que tiene en este mundo son una joven criada y sobre todo su perro Flike.


MALVIVIENDO

Vittorio De Sica volvió a mostrar las miserias de la mal llamada a veces sociedad civilizada como ya hizo antes de esta 'Umberto D.' con 'Ladrón de bicicletas' o 'El limpiabotas', esta vez mediante un señor de edad avanzada y su perro.

Una de las cosas buenas que tiene el realizador italiano es que no se deja nada en el tintero, si hay que mostrar lo más crudo lo hace, sin efectismos ni juegos para disimular las situaciones. Esta es una de los mejores ejemplos, pues el protagonista, Umberto Domenico Ferrari, es una víctima más de las bajas pensiones que reciben los trabajadores jubilidados en Italia y se las ve y se las desea para sobrevivir ya no solo mes a mes, sino día a día, y a veces ni eso.

Al pobre señor Ferrari le pasa de todo y se quiere dejar con sus desvivencias lo poco empática de la sociedad y lo poco dispuesta que se está (según que personas, claro) a tratar bien a la gente y no como un felpudo atentando contra su nobleza; durante el metraje se puede ver sobre todo en el personaje de la dueña de la pensión quien es poco menos que una tirana y el pobre solo tiene momentos de cierta paz con la trabajadora de la pensión Maria y su perro.

Como película es sencilla, si bien tiene momentos de buena factura técnica, y eso (además de que a veces puede quedar demasiado dramático, no siendo apto para personas muy sensibles) puede jugar en su contra; pero lo que realmente cuenta más que sus méritos técnicos o artísticos, que en este apartado los tiene destacando a Carlo Battisti como el propio Ferrari, a Maria Pia Casilio como Maria y al perro Flike que aporta el toque de comedia necesario para no empalagar al público de drama, es el mensaje que quiere transmitir, la lucha diaria por la dignidad.

7
Quizá en esos últimos días, el amó la vida con más intensidad que nunca, no sólo su vida, la de cualquiera, mi vida.
Y lo único que quería eran las mismas respuestas que el resto de nosotros: ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? ¿Cuánto tiempo me queda?
(Blade Runner)
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