Hotel Transilvania 2

Iniciado por reporter, 25 de Octubre de 2015, 10:46:19 PM

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reporter

Hotel Transilvania 2


SINOPSIS: Todo parece estar cambiando a mejor en el Hotel Transilvania... La rígida política de "sólo para monstruos" establecida por Drácula para el hotel, se ha relajado por fin y se han abierto las puertas también a huéspedes humanos. Pero, de ataúdes para dentro, Drácula está preocupado al ver que su adorable nieto Dennis, medio humano y medio vampiro, no muestra signos de ser vampiro. Así que mientras Mavis está ocupada visitando a sus suegros humanos en compañía de Johny – e inmersa ella misma en su propio choque cultural – el abuelito Drácula recluta a sus amigos Frank, Murray, Wayne y Griffin para hacer que Dennis pase por un campamento de "entrenamiento de monstruos". Lo que ellos no saben es que el gruñón, y de la muy, muy, muy vieja guardia, padre de Drácula, Vlad, está a punto de visitar a la familia en el hotel. Y cuando Vlad descubra que su bisnieto no es de sangre pura – y que los humanos también son ahora bienvenidos en el Hotel Transilvania – las cosas se van a poner complicadas.

CRÍTICA: El reflejo del vampiro

Y una vez más, la memoria, que simplemente es así, nos remite a los Simpson. A aquella época dorada cuyos capítulos pueden revisionarse hasta el infinito y más allá. Te acuerdas, pues, de la decimocuarta vez (por lo menos) en que viste aquella escena en la que Bart se encontraba en un coche junto a su padre, Moe, Barney... y tal vez algún maníaco depresivo más. El chaval no se había subido al auto por voluntad propia, y la verdad es que no tenía ningún reparo en exteriorizar dicha circunstancia. Las vibraciones no eran buenas y no iban a invertirse así como así, de modo que poco o nada importaba taladrar una vez más al conductor con la misma pregunta. ''Oye Homer, ¿qué puñetas estamos haciendo aquí?'' ; ''Ya te lo he dicho, hijo. Vamos a cazar. Vamos a hacer de ti un auténtico hombre'', a lo que el chaval contestó ''Pues no sé... sinceramente, a mí lo de un puñado de hombres reuniéndose en el bosque... como que me parece un pelín sospechoso.'' Y claro, se hizo el silencio.

Momento -incómodo- ideal para reírse a gusto y, claro está, reflexionar. Groening y su equipo lo habían logrado. De nuevo. En prime time, y bajo la apariencia inofensiva de los dibujos animados, nos habían vuelto a alcanzar con otro dardo envenenado marca de la casa, tan desternillante como amargo como, a la postre, certero. Se trataba, en aquel caso, de hablar de forma inteligente y sin tapujos, sobre un tema tan complejo y, por ende, peliagudo como la identidad (sexual, por ejemplo) y su difícil (¿imposible?) encaje en una comunidad demasiado hostil al factor diferencial. Ahí quedó... y como por arte de magia, parpadeamos y el episodio se terminó, dejando antes, eso sí, ese tan característico poso del que seguramente fuera el mejor show televisivo de todos los tiempos. Y qué tiempos aquellos. Los 90, que cuando quisimos darnos cuenta, volvimos a parpadear y nos encontramos en el año 2015. Así las cosas, con el siglo XXI asentándose cada vez más en nuestros riñones, al espíritu de Bela Lugosi le toca compartir careto, voz y quién sabe si alma con Adam Sandler... aunque peores herejías se cometen en las redacciones de ciertos periódicos.

El caso es que, como somos así de tontos, hemos cambiado la pequeña por la gran pantalla, y a los Simpson por los Dracula. Por suerte (o no), cuando menos lo esperábamos, se nos presenta una escena de los más familiar. El rey de los chupasangre está en un coche junto a su nieto y compañeros de parranda. Podría parecer que se van de juerga, pero en realidad están en medio de las más crucial de las cruzadas: rescatar la ''vampirilidad'' del mocoso del pozo de la ambigüedad. Cosas de los tiempos que corren (lo hemos avisado), ahora a cualquier cosa la llaman matrimonio, y así salen los frutos. 'Hotel Transilvania 2' luce sin demasiados complejos el número en la cola de su título, tanto por la derivación lógica de los eventos acaecidos en la primera aventura como por el descaro que permite la frialdad de unos números en el box office que funcionaron y que, de momento, siguen en las misas. En clara tendencia ascendente, por cierto... y tercera entrega, ya que estamos, casi del todo confirmada. Así de fácil. Quien avisa no es traidor, luego no se escandalicen ante, por ejemplo, lo desagradable de un (self-)product placement que, por desgracia, es del todo ilustrativo.


Un ordenador aquí, un smartphone allá y alguna que otra referencia más o menos disimulada a la legión de productos de un conglomerado empresarial que necesita reafirmarse ante el espejo para que éste siga devolviéndole su propia imagen. El objetivo es gritar ''¡Aquí estoy!'' para que el gran público, en su implacable e inmisericorde amnesia, no se olvide de mí... y obviamente, para que las puertas del hotel sigan girando, es decir, para que el dinero no pare de fluir. Cualquier placer artístico que pueda inmiscuirse entre las rejas de tan flagrante caso de mercantilismo, lo ha hecho por pura casualidad; en el mejor de los casos, por el oficio y/o eventual inspiración de un pequeño-gran genio que por el momento sigue condenando a emitir destellos de su innegable calidad desde las catacumbas del (semi)anonimato. Por desgracia, la razones de tan injusta situación tienen mucho que ver con, precisamente, este a veces tan doloroso ejercicio de mirarse al espejo. En este tan incómodo escenario, se dice que los vampiros tienen que tirar de imaginación, y algo similar le ocurre al director de la cinta, Genndy Tartakovsky.

Solo que aquí ésta brilla por su ausencia, al menos en la amplia mayoría de ocasiones en las que debería, no pidamos ''lucirse'', pero sí al menos hacer acto de presencia. Aquí manda, por encima de cualquier amago de autoría, el conservadurismo de la continuidad... en su versión más rebajada y descafeinada. Como se ha dicho, el objetivo es cumplir con la hora y media que exigen los exhibidores para que sepamos que la familia sigue viva... aunque, eso sí, con algo menos de alma. Gajes de la eternidad vampiresca. Pregunten sino a Mel Brooks, quien para la ocasión pone voz al abuelo Vlad, es decir, al padre ficticio del ya citado Adam Sandler, quien por su parte extiende sus tentáculos hasta hacerse co-responsable de un guión extremadamente negligente en lo que a consistencia de personajes e historia se refiere, pero hábil (las cosas como son) a la hora de propiciar un ritmo de los eventos tan endiablado, que los bultos puedan ir escurriéndose a ritmo de trilero. Tiempo, ahora sí, para que Tartakovsky mueva sus prodigiosos dedos, y nos lleve, de paso por una montaña rusa del gag que compensa su falta de acierto con la velocidad en la concatenación de pinceladas slapstick light, referencias pop evidentes y otras pedorretas mentales.

Aceptamos pues murciélago como animal de compañía. Mientras, el maestro animador responde, ante las insinuaciones de la más que probable tercera entrega, que de ésta él ya no se hará cargo, que con dos es suficiente, que tiene un montón de ideas diferentes, que sabe cómo expresarlas y cómo lograr que salgan a flote... Ojalá. Y ojalá vuelva a ese 2D que tanto supo exprimir. Antes de que esto suceda (repetimos: ojalá) , los que crecimos con (y gracias-a) uno de los puntales de esa maravillosa Cartoon Network de los años 90 (en serio, qué tiempos aquellos), nos quedamos con el regusto amargo del medio-gas; del potencial desaprovechado en pos de una aventurita cuyos logros apenas se justifican escudándose en los pocos años de experiencia de un target que, eso sí, precisa de la mayoría de edad del ''papi'' de turno para ir al cine. Volvamos a la dichosa escena del coche, que reúne, en un reducidísimo espacio, a varias generaciones, además de otros muchos problemas (universalmente manidos). Antes el estudio estaba en la pantalla, ahora en el patio de butacas. Salta a la vista que, definitivamente, estamos a años luz de Springfield, y ya puestos, de cualquier Transilvania que venga a la mente. No por ese factor distintivo antes comentado, sino por todo lo contrario. Total, que la caja registradora de la taquilla trabaja el doble para que a continuación, si no ocurre nada fuera de lo normal, los primeros se rían... y los segundos saquen a pasear la sinfónica de los ronquidos. Dependiendo de la etapa vital en la que se encuentre usted, mi más sincera felicitación o pésame.

Nota: 5 / 10
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darth

muy floja esta segunda parte, pocos gags graciosos incluso para los peques, tremendamente aburrida
3.5/10
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fenometrix

Cumple cómo secuela, pero se queda más corta que su primera parte, que sin ser una joya, si era altamente entretenida y especialmente divertida. Ésta sigue siendo entretenida y divertida, pero todo un peldaño por debajo, y la trama principal se nota que no avanza con tanta fluidez.

Nota: 6 (Primera parte: 7)
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Toontastic

#3
Esta segunda parte me parece de un nivel similar al de la primera, probablemente algo inferior, pero que curiosamente, es mejor en algunos aspectos que su antecesora, y en otros algo por debajo de ella. La primera parte fue un debut cinematográfico bastante digno de su director, Genndy Tartakovsky (creador de la genial 'El Laboratorio de Dexter' y de la bastante admirada 'Samurai Jack', así como director de varios episodios de 'Las Supernenas'), en la que si bien el resultado hubiera sido decepcionante de haberse esperado algo del calibre de 'Dexter', lo cierto es que se sobrepuso bastante bien a los "handicaps" y factores comerciales que llevaba detrás de si la cinta y que cumplía de sobra con su función de hacer reír, y mucho, con una animación cartoon hilarante, personajes con cierto carisma y química, y en la que las partes dramáticas no funcionaban especialmente mal, y de la cual opino que, si Tartakovsky y cia. se hubieran decantado más por esa faceta que por la humorística, quizá la crítica la hubiera visto con mejores ojos. Vamos, que a mi juicio se notaba la mano del animador moscovita, si bien el podría hacerlo mejor si le dejasen más libertad creativa.

Centrándome ahora en la segunda, el guión está bien, con un segundo acto que recuerda un poco a un episodio de la octava temporada de 'Los Simpson' titulado 'Homerfobia' (similitudes obvias y algo comentadas en la crítica de Reporter), pero también es cierto que la parte emocional está algo más reducida que en la primera (si acaso, le prestan un poco de atención por la recta final, pero es muy reducido), y es más bien como una sucesión de gags (lo cual no me parece malo en absoluto) que, en su mayoría, cumplen bastante bien con su cometido de hacer reír y diría que llegan a tener incluso el mismo impacto que los de su antecesora, y curiosamente no abundan tantos gags de mal gusto como en la primera (y eso que esta la escribía Sandler...), aunque a cambio hay referencias "pop" y a móviles marca Sony que resultan algo gratuitas, pero se perdonan en parte porque intregados en el contexto de los chistes tienen su gracia.

La animación está suavizada con respecto a la primera, lo cual no deja de ser llamativo, ya que no hay tantas distorsiones cartoon ultra-exageradas y los personajes lucen más "monos" y tiernos. Aunque tampoco nada de esto (ni su tono decididamente más infantil) resulta malo, hasta se puede decir que se acerca más a los diseños geométricos habituales de Tartakovsky, y algunas de las nuevas incorporaciones a nivel visual son todo un acierto (aunque lo cierto es que me hubiera gustado algo más de tiempo en pantalla para Vlad, doblado de forma bastante convincente por Arturo Fernández, y de su acompañante Bela, y algo menos de los padres de Johnny, por ejemplo).

En resumen, le daría algo así como un 7'5, la misma que le doy a la primera, pero considero que esta secuela es algo inferior. No obstante, sigue siendo una cinta animada familiar con la que padres e hijos se lo pasaran bien por igual, con algunas pullas a la sobreprotección infantil muy acertadas (televisión preescolar incluida), y que a mi me hace reír más que cualquiera de las secuelas de 'Ice Age', 'Shrek' o 'Gru', y también la he disfrutado más que algo como 'El Libro de la Vida', que visualmente también estaba muy bien, pero en cuanto a humor esta de 'Transilvania 2' le da mil vueltas por hora. Simpática :). Eso si, habrá que ver como funciona una tercera parte sin Tartakovsky al frente.
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yalel2

Igual que la primera, graciosa y con momentos chulos pero claramente es peor, porque se centra toda en si es o no vampiro el niño, pero de todas formas chula y entretenida.
Nota: 6,75
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Wanchope

Spoiler
Cita de: fenometrix en 26 de Octubre de 2015, 12:27:32 PM
Cumple cómo secuela, pero se queda más corta que su primera parte, que sin ser una joya, si era altamente entretenida y especialmente divertida. Ésta sigue siendo entretenida y divertida, pero todo un peldaño por debajo, y la trama principal se nota que no avanza con tanta fluidez.

Cita de: yalel2 en 06 de Noviembre de 2015, 05:10:35 PM
Igual que la primera, graciosa y con momentos chulos pero claramente es peor, porque se centra toda en si es o no vampiro el niño, pero de todas formas chula y entretenida.
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+1. Ni me molesto en darle más vueltas. Típica secuela fácil que no se complica. A ratos sí, a ratos no. Y aunque entretiene se echa en falta un poco de encanto y orgullo.

Pero bueno, se salva y a mi sobrino le ha gustado. Si a él le convence, a mí no me desagrada. Un 6.
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Sacri94

Si la primera ya me pareció muy justa para la gran idea que había detrás, esta segunda parte es un desastre total. Sin gracia, con repetición de gags de la anterior y con una historia que no engancha. El intento de darle sentimiento a la historia, no hace más que fracasar. Solo rescataría el "gran" momento final, donde Genndy Tartakovsky saca a relucir su gran talento, no como en el resto del film, que va con el piloto automático. Solo pensar que van a sacar una tercera parte y que voy a tener que verla si o si, se me cae el mundo al suelo.

Un 3.

PD: Una vez más, el doblaje es espantoso. Con el buen doblaje que tienen la gran mayoría de animación que se estrena en España, aquí tienen que poner a famosos que no tienen ni idea...

"Puedo estar horas comiendo una perita."
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jescri

Queda lejos de la primera. Suerte que la película arregla el desaguisado la última media hora porque podía haber sido peor. Una de esas secuelas que llegan arrastradas por el éxito de la primera entrega a pesar de no tener nada que contar. Y es que aparte del Drácula de Sandler, sólo la entrada en acción del abuelo pone algo de gracia a una película sin ninguna ambición, hasta el punto de que no parece tener siquiera la intención de dejar la puerta abierta a más entregas.

Irregular, hasta para los niños. Nota: 5.
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Deloss

#8
Ya dijeron todo lo que había por decir... La idea en sí no me convenció, se dirige siempre a lugares comunes. Además se sitúa mucho en las "modas actuales" (música, tecnología) de una forma que no va a envejecer bien. A diferencia de algunos el final no me gustó.
3/10  :abajo

Actualizo: Leí la sinopsis, cambio a que no es "mala" la idea pero sí está mal ejecutada. Parece un episodio televisivo más que una película.
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