Obsesión

Iniciado por reporter, 19 de Marzo de 2015, 09:50:19 PM

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Obsesión


SINOPSIS: 'Obsesión' explora la historia de una atracción física entre una profesora de instituto y su joven vecino, llevada hasta las últimas consecuencias.

CRÍTICA: La i-Liada

Decirlo sin tapujos suena políticamente incorrecto, pero no por ello deja de ser cierto... y qué coño (perdón), al fin y al cabo la película que ahora nos ocupa no entiende demasiado de estas nimiedades. La protagonista de esta historia es una MILF. Una MILF cornuda cuyo matrimonio obviamente no pasa por el mejor momento. Garett, el imbécil de su marido, se la ha estado pegando (al parecer, durante mucho tiempo) con su secretaria (ojo al tópico, y ojo a los que siguen). El tío le contaba que se iba a San Francisco de viaje de negocios, pero en realidad... bueno, esto. Total, que la pobre está destrozada, porque como es medio latina (seguimos), se supone que ya de bien pequeñita le inculcaron los sagrados e inquebrantables valores del matrimonio. En principio, solo la muerte puede romper los votos conyugales, pero claro, ¿qué demonios pasa cuando de esto se encarga el pichabrava que se suponía que sería el hombre de su vida? Dilemas... malditos dilemas... Además, por si fuera poco, su hijo (¿y los niños? ¿es que nadie va a pensar en los niños?) está entrando en barrena en los inhóspitos territorios de la adolescencia.

La cabeza de Claire (que así se llama la desgraciada) va a estallar. ¿Qué dice la Biblia que se tieneque hacer en estos casos? Silencio. El de arriba no responde... Pero el al lado sí. Ojo. Resulta que la mujer, que ha conseguido darle la patada a su marido (momentánea, cuidado, que en esta santa casa no se cierran puertas con llave), ve por fin un rayo de esperanza en su atormentada existencia. Su vecino, un señor con pie y medio en la tumba, ha hecho venir a su casa a su sobrino, un encantador muchacho que antes siquiera de que haya podido presentarse, se ha apresurado a arreglar, en un abrir y cerrar de ojos, la puerta del garaje de Claire, que llevaba siglos estropeada. No solo esto. Ella enseña literatura clásica en el instituto (o la universidad, o el cole... ¿o qué cojones es aquel centro?)... ¡pues va él y le dice que es un apasionado de La Ilíada! Fuertísimo. Va Noah (que así se llama este portento de la naturaleza) y le suelta a su hijo: ''Tío, tienes que leerte ese libro. Aquiles es un cabrón que mola mazo. ¡Buah, es que Homero es un genio!'' Y ya está. El flechazo ha hecho diana... solo que el angelito no apuntaba al corazón, sino un pelín más abajo.

Entre las piernas de Claire, para ser más exactos. Y oiga, que no pasa nada, que somos todos humanos. Así, a la profe de insti (era esto, ¿no?) se le olvida hasta quién era el escritor aquel. ¿No vivía en Springfied? Puede ser... y también puede ser que, sin darse ella cuenta, tenga al semental de Noah desnudándola y poniéndola a mirar a la mismísima San Franciso. ¡En tu puta cara Garett! Esto es maravilloso... Esto es como una novela interactiva de E.L. James (en serio, ¿quién es Homero?)... No solo le da para desfogarse, sino además para darle al cuerpo una de esas alegrías que tanto tiempo se le resistían. Y hablando de anatomía, por supuesto no es casual que 'Obsesión' destine su secuencia inicial a regodearse, cual cerdo modosito, en las caderoncias de Jenifer Lopez. ¿Carta de presentación? Algo así. ''¿Dígame, señor Cohen, cuál es mi mayor talento?'', preguntó la actriz (?) al director mientras bailaban en la pista de baile. ''Querida, ¡me está ud. golpeando con él!'', respondió Rob. Ambos se rieron mucho ante tal ocurrencia (principalmente porque iban pedo)... lo cual no le quitó ni un gramo de razón al cineasta cuando unos meses después contestara a las airadas protestas de su vedette con un ''Yo ya se lo dije...''


Estas mismas palabras flotaban en el ambiente a la salida de aquel prácticamente desierto pase de prensa en Barcelona de 'Obsesión'. ¿Había motivos para el cabreo generalizado? Desde luego, veníamos de destinar hora y media de nuestro valiosísimo tiempo en una película que apenas llegaba a la denominación de Basura Cinematográfica. No solo esto, sino que además, y con la broma, Hollywood acababa de colarnos, por enésima vez, otra de sus casposas defensas de los valores (sociales, familiares...) más chapados a la antigua. Para ponernos en situación: la fecha era lunes, 16 de marzo de 2015 (siglo XXI, vaya), y Claire, una mujer culta en plena crisis matrimonial, era la mala de la película. ¿Por qué? Porque era una adúltera, claro... y el que el impresentable de su marido se hubiera estado beneficiando a su secretaria y posteriormente hubiera intentado comprar el cariño de su hijo con ordenadores de última generación (por lo que pudiera pasar...), parecía no importar demasiado a la hora determinar el resultado final de la ecuación. Entonces, ¿por qué aquella indiferencia de la crítica? Por aquel ''Yo ya se lo dije...''; por aquel ''Ya sabíamos a lo íbamos''; por aquel ''¿Y qué esperabas?''

'Obsesión' ocupó, inmediatamente, un espacio cualquiera en aquel rincón cualquiera de la memoria cinéfila destinado a las películas que, afortunadamente (y esto es lo mejor) apenas llegan a la intrascendencia. Para entendernos, aquello, más que un pase de prensa, fue el preestreno de lujo de uno de esos subproductos diseñados para aligerar un poco una de esas tardes de domingo cualquiera. Y no hablamos del sano (a veces) y cada vez más olvidado hábito de ir al cine, sino del espachurrarse en el sofá, encender el televisor y esperar, de la forma más guarra e indigna, a que llegue otro lunes. Más allá del morbo de ver a Jay Lo en un papel que ayuda a perpetuar, un poquito más, la sombra de su tórrida relación con Marc Anthony, y/o la excusa de, por lo menos, ver más carnaza (aunque no demasiada, por favor) que en la pésima '50 sombras de Grey', 'Obsesión' podría definirse como una revisión del mito del Primo de Zumosol (tan tonto como suena) que muta deliberadamente en una versión serie B (siendo generosos) del 'Teorema' de Pasolini. Rascando mucho, la gracia está, quién sabe, en que la familia está destruida desde el principio. El horror, y esto ya es seguro, está en que la Santísima Trinidad (papi, mami e hijo) va a reivindicarse a cualquier precio.

Al menos, y no es poco, Rob Cohen tiene la decencia de no escatimar en unas salidas de tono tan pasadas de rosca que por momentos nos hacen pensar que más que un thriller erótico de la escuela (¿o era instituto?) más rancia, en realidad estemos ante una de esas comedias cafres que tan bien entran como segundo (o tercer) plato en uno de los muchos maratones de medianoche del Festival de Sitges. Pasados estos momentos de cine -desternillantemente- patoso, queda la memez telefílmica como único recurso que logra asemejarse mínimamente a lo que podría considerarse como nexo narrativo. Tirando de dicho hilo conductor, todo queda al desnudo. Jennifer Lopez, literalmente y en su cansina voluntad de parecerse a un proyecto de actriz; Ryan ''Aquiles'' Guzman (tres cuartos de lo mismo para él); el machismo y temores mojigatos de esa industria que se resiste a palmar (mírense al espejo); la supuesta tensión de un drama que lo único que levanta (malpiensen) son risas indeseadas... y así hasta cumplirse los noventa minutos de rigor. ¿Alguien indignado? Claro que no. ¿Por qué? Porque ''Yo ya se lo dije...''; ''Ya sabíamos a lo íbamos''; ''¿Y qué esperabas?'' Y un larguísimo etc.

Nota: 3 / 10
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Wanchope

Doy gracias a San Patricio por lograr que me olvidase de ella casi inmediatamente después de verla. Como suena.
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Beyond

Una de esas películas que acaba siendo exactamente lo que te esperas de ella, siendo esa la única razón por la que no la suspendo. Realizada claramente para el lucimiento de una Jennifer Lopez que está estupenda (no hablo de su actuación) y que todos querríamos como vecina o como madre de alguno de nuestros amigos. Una película del montón, con elementos que hemos visto miles de veces y que acaba convirtiéndose involuntariamente en comedia en algunos puntos. En cualquier caso, no me dormí viéndola, así que le doy la nota estándar para todas esas películas que no me gustan especialmente pero que tampoco hacen que me pegue cabezazos contra la pared por haberlas visto.

Mi nota es 5/10.
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lourdes lulu lou

Jennifer López está cayendo en un chauvinismo, creencia exagerada de que lo propio siempre es mejor respecto lo ajeno, que roza lo patético.
Escena inicial de presentación de la madre coraje/esposa sufridora y, rápidamente, a lo esperado que tampoco es cuestión de perder tiempo con un guión medio decente/medio enrevesado que, cada segundo de fotograma, cuesta lo suyo, por tanto..., ¡vamos allá!, contacto físico, miradas furtivas y deseo carnal entre la dulce pareja que se volverá diabólica y que parece una recreación del famoso anuncio de coca cola, hace ya tiempo, donde "I just wanna make love to you" de Etta James sonaba mientras un obrero sexy, sin camiseta y pectorales lustrosos, se tomaba una coca cola light delante de sofocantes oficinistas sólo que, acá, la calurosa aspirante es fisgona vecina observando por la ventana al candidato arrebatador que opta a escena de sexo arreglando el coche; sigamos..., consecuente siguiente etapa de acoso por veinteañero psicópata enamorado, rechazado por su amor exclusivo de una noche donde bajamos el escalafón de la banalidad y simpleza por debajo, áun, de donde se estaba, que ya era poco, pues olvídate de algún tipo de adrenalina, incertidumbre, escalofrío, tensión o algo que te despierte de tu inevitable ignorancia ante tanto letargo y, dando por anticipado que el propòsito de la película era lucimiento personal de la cantante-que-olvidó-que-era-actuar -ya que paga ella-, al menos se lo podía haber currado un poco a la hora de transmitir emoción, interés o lo que fuera menos esta languidez y muermo desinteresado que, amén de ver desfilar la cara guapa de la susodicha y su esbelto cuerpo trabajado, nada hay que saborear pues los pasos son de niño de guardería, aprendiz aficionado a escribir que ni se esfuerza en ser creativo o mínimamente original y que, ni siquiera, tienen la decencia de ser creíbles en cuanto a pasión irrefrenable, lujuria amorosa ni en relación al terror, miedo, pavor de sentirse perseguida, acosada y atemorizada por el chico de al lado.
Nada hay que se pueda salvar en este relato escogido por la diva presente para su vuelta a la gran pantalla, a menos que cuente que no hay escena donde no se cuida que salga favorecida y siempre perfecta, da igual que la interpretación sea vulgar, soporífera y de risa dada la poca credibilidad, motivación, entusiasmo y ganas que ofrece seguir esta versión cutre de cuarentona que se pica por vecino y acaba maldiciendo la noche de tan mancillado desahogo.
Me niego a creer que Barbara Curry, guionista, no tuviera aguda imaginación para escribir algo más suculento, que Rob Cohen, director, no tuviera capacidad creativa para un rodaje más apetecible y, en general, es de vergüenza la baja calidad de lo ofrecido, cualquier video de la susodicha tiene más picardía, atracción, frenesí e interés que todo este soponcio.
Abuso de una cinta explotada que sufre en silencio y se sacrifica ante la incredulidad de su contenido y que se muere por poder decirle a la estrella protagonista..., "Déjame, no vuelvas a mi lado, una vez (estuvimos coordinados) pero, ahora todo eso pasó, no queda nada (de nuestra relación), no hay nada que, ahora ya puedas hacer, porque a tu lado (preferiría no volver)...".
Puro cliché andante es decir demasiado de ella, aburrida es ofender a los aburridos que no tienen por qué cargar con la mediocridad insustancial de quien se cree la más guapa del reino cuando se mira al espejo hasta que éste, asfixiado, se inmola voluntariamente en mil pedazos.
La pregunta es ¿por qué se ha molestado ella en molestarnos a nosotros?

lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
lou
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yalel2

El tema es muy repetitivo sí, pero eso no quita para pasar una rato distraído y entretenido. Y con Jennifer López de protagonista que además de que es guapísima, hace una buena actuación. Es lo mismo casi todo: Trama, detalles, causas, consecuencias... excepto los actores y el director.
Nota: 6,5
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jescri

Típico telefilm de mediodía. Está claro que no aporta nada nuevo ni pasará a la historia por su originalidad, pero para pasar el rato puede valer. Como comentaba Beyond tampoco le podemos recriminar nada a una película que sabíamos de antemano lo que podía dar de sí, un thriller algo mediocre cuya única ambición es mantenernos mínimamente expectantes. Por no hablar de como se conserva Jennifer Lopez, un escándalo.

Somnolencia. O casi. Nota: 5.

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