Dale duro (Get Hard)

Iniciado por Wanchope, 10 de Junio de 2015, 11:54:41 PM

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Wanchope

Dale duro
(Get Hard)


SINOPSIS:
Cuando el agente de inversiones millonario James King (Will Ferrell) se ve acusado por fraude y condenado a pasar una temporada a la sombra en la cárcel de San Quintín, el juez le da 30 días para arreglar sus asuntos pendientes. Desesperado, James recurre a Darnell Lewis (Kevin Hart) para que le ayude a prepararse para la vida que le espera entre rejas.


CRÍTICA: The Will Ferrell Collection

Sí, 'Dale duro' es más o menos lo que parece que es.
¿Y qué es lo que parece? Básicamente, lo que es.
Entonces... ¿para qué algo parecido a una crítica?
¿Para qué extenderse si valdría con un breve resumen?
¿Para qué si nos valdría hasta con un mísero tweet?


'Dale duro' es lo que pueda parecer: La clásica comedia norteamericana construida en torno a una idea y sobre los hombros de un "cómico". No existe un propósito real aparte de la sucesión de gags unidos a través de una trama cual base de pizza que, por supuesto, cierra con la previsible moralina de rigor previa al Happy End. Probablemente siquiera exista un guión como tal habida cuenta de la indefinición de todo el conjunto, sólo una selección de las mejores improvisaciones de un cómico (y medio) al que se le cede toda la responsabilidad. Ni más ni menos.

Entonces... ¿qué? Entonces... Will Ferrell. Cuando se estrenó 'El mundo de los perdidos' me atreví a tildarle de "insoportable", de alguien "cuya falta absoluta de carisma convierte su presencia en un error monumental para cada película en la que participa". Desde entonces esa afirmación me ha acosado mi conciencia, pues desde entonces he re-descubierto que, como muchas otras cosas, en nuestra propia actitud se encuentra la clave. Del "Oh Dios mío, voy a ver una de Will Ferrell" hemos pasado al "Voy a ver una de Will Ferrell" sin meter a Dios de por medio.

"Voy a ver una comedia con Will Ferrell", y ajustamos las perspectivas. Y así es como se acepta, lo dicho, algo tan irrelevante como 'Dale duro'. Y lo es, sin ser ni buena ni mala ni la mejor ni la peor de Ferrell: el que pueda pasar por más o menos divertida -la única verdadera unidad de medida válida- dependerá del punto de partida que prefiramos, podamos o nos veamos obligados a adoptar llegado el caso. No se trata de ver la última ganadora de un festival cualquiera, si es que eso supone una garantía mayor que un Ferrell capaz del cielo y del infierno.

Entonces... ¿y para qué una crítica?


Nota: 5.5


Lo Mejor:
- Durante su primera hora de metraje es lo suficientemente divertida

Lo Peor:
- Lo descuidado de un guión dónde la gracia surge del cómico, no de la ¿historia?
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lourdes lulu lou

Endurecerse ¡y sobrevivir!..., con que te la tragues entera ¡ya harás bastante!; sacrificio de quien buscaba diversión desenfadada y obtuvo la colisión y frustración de todas sus esperanzas.
Comedia..., un blanco y un negro, rico uno/pasando calamidades el otro, ególatra, altivo y despreciativo quien, en principio, lo tiene todo en apariencia/desesperado, luchador, buen padre y marido quien, a primera foto, está deshauciado y en las últimas, combinamos la pareja en situación forzada y al límite, atroz injusticia que les permite convivir y conocerse, bromas, gags y situaciones tensas que van formando familiaridad y una verdadera amistad entre polos tan opuestos cuyos lados se rozaban sin saberlo y, flecha final de colaboración mutua para ayudarse y que cada cual reciba lo que merezca, final feliz donde los malos son pillados/los buenos van al cielo de la abundancia y el dinero.
Eddie Murphy y Dan Aykroyd/Tim Robbins y Martin Lawrence ya transitaron por dicha carretera con beneficio de ocurrencia, alegría y humor, destreza de un argumento llevado con inteligencia, habilidad y acierto.
¿Qué tenemos aquí que siguiendo misma estela/pasos semejantes se aleja tanto en su resultado? Un desastre, estupidez estridente cuyas sandeces y boberías no hacen gracia ni lo pretenden, creo yo, porque si osan esperar que el público aplauda tal mejunje infumable, menos bebible, como diversión loca o entretenimiento ligero es creer que los burros vuelan y que el caballo blanco de Santiago tenía que ser negro porque, si fuera tan obvio el acertijo y no se ha sabido hallar la respuesta, es que la necedad y nulidad del equipo al cargo es ¡de mayúsculas!
Escenas ridículas, exageradas donde se fuerza una hilaridad e ingenio que nunca se logra  -ni tuvo-, acción triste de payaso sin maquillaje ni trompeta, lenguaje penoso colmado de sentencias desbaratadas sin contenido ni presencia, escenas cargantes llenas de estereotipos llevados al extremo del desquicio supremo que nadie se ha molestado en trabajar más -o algo- en ellas y que vagabundean sin imagen, consistencia, pena ni gloria, una química ausente entre los protagonistas -aunque todos parecen ponerse de acuerdo en lo contrario-, gracia barata y cutre que ofende a quien tenga un mínimo de decoro, nivel y distinción y, en general, nada que salvar/todo directo a la basura para un Will Ferrell que, en su momento disfrutó de oportunidad y lucimiento para su arte distendido y jocoso -que lo tuvo/espero lo tenga y recupere para ocasión futura-, que ahora desfila como bufón perdido que debe hacer monadas de garrulo y cateto para ganarse unas monedas y poder comer ese día.
"El éxito es un estado mental", lo que no se averigua, ni cuenta, es el coeficiente de dicho estado mental porque pretender ir de rompedora y ofensiva, descarada y brutal y lo único que consigue es romper tu moral, ofender a tu gusto y liarla penosamente por falta de ideas válidas que plasmar en pantalla.
Dudo que te rías a menos que sea por abrupta lástima de la desfachatez, idiotez y memez sin tino que tus ojos están viendo en cabalgata incesante, guión clásico de aventuras y desmadre que no sabe erigirse como muestra decente dentro de su género, sólo deambular tristemente agotando la paciencia y temple del que observa.
"Entre pillos anda el juego" y "Nada que perder", comedias entusiastas de gran placer, arte, sabor y fortuna, acá un desfile de tonterías y banalidades que no crean juerga, ni jarana, ni nada que se le parezca, sólo frases insultantes que acabarán con tu serenidad y estoicismo.
Si la eliges para pasar un rato distraído y ameno, éste te se hará eterno sin sacar provecho ni rendimiento del mismo; si la eliges con conciencia de su miseria y escasez, ¡ya lo tienes todo dicho!
Dos actores cómicos desperdiciados, dos Robin Hoods de la comedia que, en su intento de crear una sonrisa y alguna carcajada, se estrellan estrepitosamente contra la nulidad de su argumento, guión y película entera, donde su breve pero cansino recorrido es sublime castigo no merecido ni debido aunque, honestamente, a mi no tanto pues hice deja de abandono ¡mucho antes!
"Get hard, 30 días para entrar en la cárcel", ¡aún me parecen demasiados!

lou
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jescri

Está claro que es una chorrada de película con un humor de lo más "bruto", aunque podemos decir que entretiene y alguna risa sí te saca. La premisa es ridícula y el guión no podría ser más estéril, pero con Ferrell y Hart es casi imposible no sacar alguna sonrisa aunque sea a base de secuencias ridículas sobre los estereotipos de clase y raza. Es una película además sin ningún tipo de complejo, que trata temas delicados como el racismo sin miedo al qué dirán.

Gracias a sus dos muletas. Nota: 5,5.
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