Jorge el curioso

[ÁngelNeg]

JORGE EL CURIOSO

Una monada de curiosidad

El Apocalipsis en términos de animación cada vez tiene su llegada más próxima a los estándares actuales agrupados en lo que se vende y lo que no y lo que está en boga y lo que está dejando de estarlo. Para el cine de animación tradicional es una realidad evidente, pues las grandes productoras están cediendo ante las imágenes generadas por ordenador.

  Claro que las películas de animación digital o en stop-motion definitivamente son excelentes, pero la animación tradicional también lo es. Y lo que está ocurriendo, es que nos están y sobre todo están desacostumbrando al público infantil a esta técnica, haciendo que posiblemente un día la olviden para siempre.

  Afortunadamente aun existen equipos de producción que deciden que todavía se pueden hacer cintas en formato animado tradicional cediéndole lógica a  la situación. Jorge el curioso (Curious George, EUA-2006) es un claro ejemplo de ello. Durante más de 65 años, este pequeño mono llamado Jorge ha cautivado a los jóvenes de todo el mundo. Generación tras generación se han editado las clásicas historias de Margaret y H. A. Rey sobre este inquisitivo mono que no para de meterse en líos. Se han vendido más de 30 millones de copias de sus libros en 17 idiomas y la historia original no ha dejado de imprimirse desde que se publicó por primera vez.

  En esta historia Ted (Will Ferrell), un guía del Museo Bloomsberry, se preocupa, pues el dueño ha tomado la decisión de venderlo para que construyan un estacionamiento a causa de la falta de público asistente. Ted se moviliza y va a la jungla para encontrar el altar perdido de la tribu africana de los Zagawa y después exhibirla en el museo para recuperar adeptos. En el viaje por África, Ted conoce a Jorge quien a hurtadillas se embarca a la ciudad con Ted. Lo único que encuentra resulta ser  la llave de un mapa secreto que les ayudará a encontrar al ídolo gigante. Ted irá con su amiga Maggie (Drew Barrymore) y Jorge de nuevo a la jungla para encontrar el ídolo y recuperar el museo mientras Jorge los mete en situaciones complejas gracias a  sus travesuras.

  Jorge hace su aparición en la pantalla grande de la mano de los productores Ron Howard y Jon Shapiro que además son seguidores de estas aventuras. La dirección corrió a cargo de Matthew o'Callaghan, destacando el score que hace Heitor Pereira especialmente para la película con notas simples y elegantes que dejan deslizar a el personaje libremente por su aventuras.

  En realidad es una cinta que respira nostalgia por lo que aún no termina pero sabemos que parece extinguirse. Al iniciar la producción se decidió que sería de acción real, pero sería difícil que un mono real capturara la esencia infantil y caprichosa de Jorge, por lo que se pasó a la siguiente idea: animación en computadora, que en ese momento se encontraba y sigue de moda. Idea que igual se descartó, porque la imagen CGI no se prestaba bien al mundo de colores primarios e ingenuos y a los minuciosos dibujos manuales de H. A. Rey.

  Al final se decidió por el formato de  animación en dos dimensiones, lo que no es muy habitual hoy en día y definitivamente se agradece pues ciertamente Jorge se aprecia más en este tipo de animación y resulta raro no quedar prendado de este mono, pues su insaciable curiosidad es algo comprensible para los niños y los padres, y esa curiosidad se disfruta en el personaje principal. Dicha inocencia es aún mayor gracias a que Jorge no habla mientras lo humanos sí. Lógica visual.

  Es entonces cuando la atención en diálogos recae en los personajes humanos, que en la animación quedan opacados ante la figura de Jorge, no pudiendo levantarse en ningún momento y desperdiciar la trama a cada instante en que el mono no hace su aparición. Lo que sí resulta apreciable aún con ello es la técnica de animación simple y sencilla para los niños que indiscutiblemente la disfrutaran mientras que los grandes no correrán con la misma suerte, sin que con ello no puedan quedar prendados de la figura de Jorge.