Dragones: destino de fuego

Iniciado por ÁngelNeg, 12 de Agosto de 2006, 07:18:37 PM

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ÁngelNeg

DRAGONES
DESTINO DE FUEGO


Destino: Directo al fuego 

Los esfuerzos por las productoras sin el capital viable para realizar grandes ejemplos cinematográficos al querer imitar lo que los anglosajones han logrado, solo enfatiza más los defectos con los que cuentan al ver el trabajo finalizado ya en pantalla. En términos de animación, y ahora que esta en boga, también resulta inevitable que esas mismas productoras hagan su mejor esfuerzo por imitarlas en aras de mostrar un producto competente. En ocasiones se dice que es la intención lo que cuenta, pero al ver los resultados de Dragones: Destino de fuego (Perú-2006), podemos atestiguar, que las buenas intenciones no bastan.

  Esta es la segunda cinta de Alpamayo Entertainment, la primera fue Piratas en el Callao (Perú-2005), que también era de animación digital en 3D, y a pesar de sus defectos sustanciales, fue recibida con entusiasmo a causa de la oportunidad que se daba el mercado latino para hacerse de un pequeño hueco donde colar sus pininos. Por increíble que parezca, logró recaudar cerca de 2   millones y medio de dólares en su exhibición en varios países del mundo, lo que realmente corroboraba un hecho asombroso en un país en el que el cine representa solo la satisfacción de quienes tienen oportunidad de hacerlo, pues la crisis fílmica esta coartada.

  Quizás sea por ello, que la televisora mexicana TV Azteca con su filial Agencia Azteca, adquirieron acciones de la empresa Alpamayo para poder distribuir así la cinta, exportándola más fácilmente a través de su campaña de distribución y promoción generando beneficios para todas las creaciones de la productora peruana en un futuro. Entre las voces de los personajes se incluye  a Silvia Navarro, Jesús Ochoa, Elva Alcandré, y podemos escuchar al buen cantante Gian Marco.

  En la trama, John John es un dragón que creció en una familia de cóndores, pero después se da cuenta que hay muchos cambios en su cuerpo que lo hacen diferente, por lo que un día, decide emprender su búsqueda hacia la verdadera identidad, Las amistades que encontrará en el camino, estará a la par de los peligros el reino de los dragones.

  Dragones... es dirigida por Eduardo Schuldt y guionizada por Giovanna Pollarolo y Enrique Moncloa basados en un cuento de Hernán Garrido-Lecca, con un capital que casi roza el millón de dólares, lo cual desgraciadamente no se nota en pantalla. Los problemas de ello no están centrados en la adaptación del guión, ni en la historia misma que puede resultar muy llamativa y hasta con cierta moraleja para los muy pequeños aunque la verdad la originalidad no exista.

  Los problemas vienen encaminados con una animación que deja mucho que desear, pues los fondos digitales están estáticos y los personajes no sobresalen por encima de esos fondos perdiéndose en una misma dimensión. Los movimientos de los personajes son bastante lentos al grado de pasmarnos tanta inactividad, e incluso el diseño de los personajes va acorde a delineamientos míticos que no nos convencen del todo.

  Esta cinta no disimula sus miradas a La era de hielo (Ice age), pues aquí podemos observar un anodino personaje que hace apariciones esporádicas al más puro estilo de Scrat, con anécdotas simples pero graciosas; aquí, nos causa más lástima que gracia. Pero lo peor de todo, es el doblaje, que no se articula adecuadamente con los movimientos de las bocas (y miren que apenas si la mueven), resultando monótono un mismo estilo de voz sin matices ni color.

  Schuldt se encuentra preparando una nueva película; antes, y como admirador del cine y la animación he de pedirle un gran favor, que si no tiene un producto de calidad que se asemeje a grandes producciones o que por lo menos se acerque, que no las exhiba, pues lo que podría pasar es algo como lo que ha pasado con Dragones..., y es que aunque es un proyecto que todos han aplaudido por su empeño y dedicación, la verdad es otra, y es que cada uno de los cuadros de animación, no deberían irse a la basura, sino que su destino debería ser directo al fuego.
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