El congreso (The Congress)

[Wanchope]

El congreso
(The Congress)

SINOPSIS:
Robin Wright, que se interpreta a sí misma, recibe una oferta de uno de los grandes estudios para comprarle su identidad cinematográfica. La escanearán digitalmente y podrán hacer uso de su imagen sin restricción alguna en cualquier tipo de película de Hollywood, incluso en las más comerciales que hasta ahora siempre ha rechazado. A cambio, recibirá una importante suma de dinero y el estudio aceptará que su personaje digital se mantenga eternamente joven en todas las películas. El contrato tiene una duración de veinte años. Robin regresa al finalizar el contrato y entra directamente en el mundo del cine fantástico del futuro.


CRÍTICA: Un mundo (im)perfecto

En el 'Congreso de futurología' de Stanislaw Lem en el que se ha inspirado Ari Folman para su nueva película, el autor anticipa una dictadura mundial química dirigida por la gran industria farmacéutica, describiendo cómo esta se hace con el control de todas nuestras emociones, desde el amor y los anhelos hasta los celos y el miedo más abyecto. Una fórmula química que cualquiera puede ingerir en forma de pastilla para permitirle compilar en su mentes las películas que siempre ha querido ver, escenificando sus fantasías con los actores que más le gustan. Todo, a la carta. Todo, a medida. Todo... fantasía. Un mundo perfecto a medida de la Corporación Umbrella aunque con otra clase de zombies. El resto, se lo pueden imaginar.

'El congreso' es una de esas películas que parece que llevamos toda una vida esperando, y no por casualidad: hace más de un año de su presentación en Cannes, y hace casi un año de su presentación en Sitges, donde se erigió en una de las protagonistas involuntarias de ese tipo de cosas que a los acólitos nos gusta resumir con un lacónico "Esto es Sitges". Se suele decir aquello de que un problema lo tiene cualquiera, pero la realidad es que hay según que cosas que no le pasan a cualquiera, y menos aún varias veces. En fin, por este tipo de cosas en parte las cosas son lo que son, y en parte sin este tipo de cosas no se las podría apreciar por ser lo que entonces no serían. Queda claro, ¿no?

La proyección de la cinta aquel 16 de octubre (de 2013) estuvo marcada por los problemas técnicos, por dos interrupciones de varios minutos que ejercieron sobre el filme una influencia similar a la que ejercen sobre una película las pausas publicitarias en televisión. Que aquello fuera lo más relevante de la función dice bastante y no sólo de la película, el fútbol es así, de ahí que la valoración agridulce y de relativa indiferencia que arraigo en mi en aquel día siempre estuvo acechada por la duda, al menos hasta que recientemente tuve la oportunidad de darle una reválida ya sin intermedios... por en medio. El resultado el mismo, enamorado una vez más de la princesa prometida, que no de la película.

Y es que al igual que ocurría con 'Vals con Bashir', Folman elabora una película en torno a una idea, o algo que se le pueda parecer, muy en la línea de Terry Gilliam. Un filme desarrollado de manera inconsistente y caprichosa, y en donde funciona el concepto que la origina pero no la producción que le da cobijo. Hábil en algunos momentos, torpe en otros y dispersa casi todo el rato, de una lucidez abnegada por su propia falta de visión: una obra interesantemente insatisfactoria de resultado agridulce, y muy cercana a un desastre que sin embargo nunca llega a producirse. Lo que viene a ser, para entendernos, un filme (de culto) que tarda más de un año en llegar desde Cannes a los cines españoles.

Nota: 6.0


Lo Mejor:
- Robin Wright

Lo Peor:
- El concepto desbordando a la narrativa

[Beyond]

A mí la propuesta de la película me parece muy interesante al principio, pero es cierto que con el paso de los minutos se les acaba yendo de las manos. Y mira que a mí este tipo de experimentos me encantan, pero me temo que esta cinta no me ha convencido del todo, al menos teniendo en cuenta las expectativas que tenía de ella. Tal y como aparece en la crítica, "agridulce" es la palabra que mejor define esta obra. Te deja con esa impresión de que la idea es buena pero que no acaba de ser aprovechada.

A todo esto, Robin Wright está genial. Si toda la película fuera con imagen real no descartaría su aparición en la carrera de premios. Sin embargo, teniendo en cuenta que durante gran parte de la cinta lo que hace es doblar a un personaje animado (aunque ese personaje animado sea ella misma), dudo que la tengan en cuenta en muchos sitios.

Mi nota es un 6/10.

[Wanchope]

A todo esto, Robin Wright está genial. Si toda la película fuera con imagen real no descartaría su aparición en la carrera de premios. Sin embargo, teniendo en cuenta que durante gran parte de la cinta lo que hace es doblar a un personaje animado (aunque ese personaje animado sea ella misma), dudo que la tengan en cuenta en muchos sitios.

Resulta muy auténtica, y aún interpretándose a sí misma está dando forma a un personaje.