Kilómetro 31 (Km. 31)

Iniciado por ÁngelNeg, 26 de Octubre de 2007, 06:45:42 PM

Tema anterior - Siguiente tema

0 Miembros y 1 Visitante están viendo este tema.

ÁngelNeg

KILÓMETRO 31

(KM. 31)


Terror mexicano en el Km. 31

México, en base a su infraestructura económica no se podía dar el lujo de invertir tanto en una cinta de terror por lo complejo que resultaría la cuestión de los efectos visuales... hasta ahora, y es que la película Kilómetro 31 –aka Km. 31- (México/España-2007) es una coproducción con España. La cinta se basa en historias con respecto a una leyenda mexicana por todos conocida: "La llorona".

Anteponiendo su slogan publicitario, Hay peores cosas que la muerte... -y si lo sabrán luego que terminen de verla-, Km. 31 nos relata la historia de Catalina (Iliana Fox) y Ágata Hameran (Iliana Fox), hermanas gemelas que desde niñas han tenido una conexión casi telepática. Una noche, Ágata se encuentra con un extraño niño en plena carretera, por el cual, sufre un terrible accidente que la deja en estado de coma. Ágata queda atrapada entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. Un extraño purgatorio que es transportado a la psique de su hermana Catalina. Tras una serie de aterrorizantes apariciones, sueños y alucinaciones, Catalina se da cuenta que el lazo entre ellas está más vivo que nunca, es entonces cuando su hermana le pide ayuda.

Cuando nos hablan acerca de cine de terror mexicano, nos llegan a la mente cintas como Vacaciones de terror, o  Terror en la montaña de las cuales, probablemente no es rescatable nada. Con eso por delante, no quedan ganas de ver terror hecho en casa, con todo y que Km. 31 cosechó buenas críticas de expertos y prensa especializada en diversos festivales de corte internacional. El problema es que no sé si estamos hablando de la misma cinta.

Km. 31 busca eliminar el estigma de las malas películas mexicanas de terror. Por inicio de cuentas, ésta es una cinta perfecta para verse con otros ojos; la historia puede sonar trillada pero tiene cierto nivel de originalidad. El largometraje destaca por el maquillaje, la fotografía, el arte y los 327 efectos visuales bien logrados. El trabajo técnico como dirección de producción, sonido, edición, maquillaje, efectos especiales, vestuario resultan impecables. La dirección es rescatable, y con un mejor guión Castañeda pudo hacer verdaderas maravillas. Vale poner interés en  el segundo atropellamiento, donde la cámara hace un majestuoso panning en 360°, que resulta magistral. Además el plano final es asombroso, dejando esa asquerosa penumbra hasta formar una composición abstracta que cierra con la pantalla en negro.

Tal vez la fotografía es bastante inconsistente, pues arruinó las posibilidades para crear una atmósfera, ya que se traduce penumbra como ambiente de terror, y claro que no es lo mismo. Es solo en el plano que mencionábamos que por primera vez la fotografía y la banda sonora -como esas canciones al final de una película de terror- no son lo mejor básicamente. En cuanto a las actuaciones, estas son buenas, el problema es que nadie en realidad llega a salirse de su personaje y profundizar. El guión de Castañeda plantea escenas de miedo que después tienen que inventarse una historia para unirlas lógicamente y hasta con calzador. En este sentido, la historia está regular porque no se atreve a asegurar. Lo mas notorio -que no notable- es que tiene clara influencia del cine de terror asiático y resulta obvio.

El guión desgraciadamente no se aleja de caer en clichés, y estereotipos. El tiempo es algo inconsistente; a veces todo va muy rápido o muy lento. Aciertos indiscutibles son los diálogos que pueden resultar verosímiles realmente, y por fin, sí, por fin una cinta mexicana con menos de cinco groserías –y estas están justificadas-. Hay muchas cosas tan inexplicables como absurdas que no retratan las formas de comportamiento reales, desencajando totalmente. Además de que se cierra a los clásicos lugares comunes. El final, eso sí, es más elaborado de lo que se espera pero se suma a los de tan moda giros o vueltas de turca, y esta, se parece mucho a La llave maestra (The skeleton key).

Km. 31 es un gran logro para las producciones nacionales, y da gusto que se exploren nuevas posibilidades, lástima que salga del estilo nacional basándose por completo en producciones extranjeras. Mientras, logra salir por completo del paradigma que plaga a las cintas que han surgido de nuestro país en años recientes y lo hace con gran éxito. No pasara a la historia, pero sienta precedente en el cine mexicano, en lo que al género se refiere.
  •  

SOFIMAR

#1
Una película con buen argumento, basada en el suspenso y  miedos, el miedo a lo sobrenatural, al pasado que no olvidamos; a esas heridas que nunca cicatrizan, las de la pérdida de seres queridos; el miedo a lo que no nos atrevemos a decir aunque sean declaraciones de amor, y a escucharlas. Es un hecho que  fue un acierto de los hermanos Rovzar (que por cierto les están de estreno con la segunda temporada Sr. Ávila, aquí el link de la propuesta SPAM) apostar por esta propuesta. Pero aunque es entretenida sinceramente le falta muchísimo para cautivar.
  •