El médico

Iniciado por reporter, 24 de Diciembre de 2013, 03:28:46 PM

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reporter

El médico


SINOPSIS: Rob J. Cole, un niño huérfano de nueve años es adoptado por un barbero que le enseña el oficio. Durante años recorren Inglaterra montando espectáculos para atraer al público hasta que su padre adoptivo también muere. Rob seguirá en solitario y conocerá a Benjamin Merlin, un médico judío al que pronto admirará y quien le descubrirá a su mentor, el científico persa Ibn Sina. Rob, determinado a convertirse en un gran médico, iniciará un emocionante viaje hacia Persia, donde se hará pasar por judío para poder estudiar en una escuela que no admite cristianos.

CRÍTICA: Isfahán, Alemania

El cine, como bien sabemos, es de naturaleza bicéfala. Es arte y es industria al mismo tiempo. Sin entender cómo funciona lo primero no puede entenderse lo segundo (y viceversa). Por extensión, tampoco puede entenderse el conjunto, que es complejo, sí; puñetero, por no emplear palabras malsonantes. Cuando entramos en el apartado de las comparaciones (que es en donde, tarde o temprano, nos gusta instalarnos), por supuesto toca tener en cuenta estas dos caras de la misma moneda. ¿Qué es lo que hace que una película sea mejor que otra? El talento de quiénes están detrás de ellas, por supuesto. Pero, ¿qué es lo que hace que una película luzca mejor más que otra? Lo ahora mencionado, de acuerdo, pero también los medios. Y es que como dijo aquel sabio, el dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia.

Tres cuartos de lo mismo, como casi siempre, para el séptimo arte... o la séptima industria, que, como se ha dicho, es prácticamente lo mismo. La cinematografía europea (si se permite el englobe), exceptuando los fastos y los arrebatos de los pioneros (ya saben, cuando empezamos todos desde, más o menos, el mismo punto de partida), así como alguna que otra -derrochadora- excepción histórica, ha tenido que vivir siempre bajo la sombra de la estadounidense, sobre todo desde que los ''independientes'' (qué tiempos aquellos) se instalaran en California. Que conste, una vez más, que en la batalla de lo intangible, de aquello que no puede reducirse a meras cifras, el resultado de la contienda se salda en un empate técnico (para no entrar en detalles que ahora mismo no vienen demasiado al caso). Sin embargo, cuando se llama a los de contabilidad, el viejo continente pierde por goleada, más que por deméritos propios, por el aplastante estado de forma del equipo rival.


Históricamente, ni falta hace decirlo, Don Dinero se ha sentido mucho más cómodo en el otro lado del charco. Afortunadamente, sabemos que las excepciones confirman la regla. Esto sumado al hecho de ver el legendario acrónimo UFA (aunque no sea estrictamente lo mismo, ahí quedan las buenas vibraciones) presentado al filme que ahora nos concierne, debería despertar, en el espectador mínimamente entendido, leves brotes de esperanza en lo referido a ver algo insospechado. Esto es, un espectáculo cinematográfico de primera línea proveniente de Europa (de Alemania, para ser más concretos). 'El médico', best-seller firmado por el norteamericano Noah Gordon, ha tardado exactamente 27 años en hacer el salto a la gran pantalla. Más de un cuarto de siglo ha pasado entre 1986, año de su publicación, y 2013, año de su estreno en las salas de cine. Tiempo suficiente para que la industria que finalmente se ha hecho cargo de él, se haya estabilizado y haya recobrado buena parte de la fuerza de antaño.

Esto es precisamente el nuevo trabajo de Philipp Stölzl, una encomiable (por insospechada... así somos los escépticos) muestra de músculo (a nivel productivo, se entiende) desde una parte del mapa que, para estos efectos, teníamos totalmente olvidada. 'El médico' el regreso de la apuesta europea por el híper-impeditivo (una vez más, hablamos de recursos económicos) género de la épica histórica. Para los demás, significa reencontrarse con el cine que ayudó, sobre todo a lo largo de las décadas de los cincuenta y de los sesenta, a hacer de Hollwywood el monstruo que ahora todos conocemos. Sin alejarnos del terreno de juego, implica también la recuperación de aquellas películas con las que se atrevían, desde el Reino Unido, mitos de la talla de Zoltan Korda. Por ejemplo.

Las buenas noticias se imponen pues, por pura contundencia (de esto se trata), a las malas, que también las hay y deben ser tenidas en cuenta. A saber, un metraje de más de dos horas y media que, por muy bien llevada que esté la narración (y que conste en acta: lo está), es por definición excesivo, y demasiadas concesiones maniqueas a un tema (el del fanatismo religioso, sobre todo el que mancha a la cultura islámica) que por su gravedad y -desgraciadamente- actualidad, deberían haberse dejado para otras problemáticas que penalizaran menos el simplismo inherente en este tipo de shows. Porque al fin y al cabo, las aventuras de Rob J. Cole, acaecidas a lo largo de su viaje iniciático para formarse como médico (y por supuesto, como persona) en el hervidero cultural de la esplendorosa Isfahán, obtienen en el cine el mismo tratamiento que se deriva del buen top ventas literario. La Historia, reconstruida a conveniencia, y de forma más o menos rigurosa, cobra vida y se hace irresistiblemente atractiva, en lo que es un espectáculo clásico completo (convence, aunque sea a base de mínimos, en el amor, la acción, el suspense...) y sustentado principalmente en un gran despliegue de medios. El relato íntimo se funde con la semi-ficción colectiva y la reflexión (accesible donde las haya... de esto se trata también) funciona casi tan bien como la evasión. Mientras, la personalidad autoral se sacrifica provechosamente por la buena aplicación de un manual que, aunque parezca venir de otros tiempos y de otras latitudes, demuestra, por enésima vez, que está, precisamente, por encima de cualquier época, frontera o religión. Tan universal como el sueño que en su día llegó a encarnar la propia Isfahán.

Nota: 6 / 10
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andaresdecine

#1
No es un pre-estreno. Pero he querido tomarme un tiempo para dedicarle unas líneas a la película que dice estar basada en la novela de Noah Gordon: "El médico".
En un ligero resumen puedo deciros que es penosa: la actuación de los personajes me parece bastante mediocre, el guión lo debieron de escribir encima de la portada del libro (porque es casi lo único que se le parece), y la omisión de historias y sucesos a los que habría que darles una gran importancia son inexistentes.
Soy totalmente consciente de que una adaptación no es una recreación, pero me indigna mucho lo que han hecho con el argumento del libro en esta película.
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jescri

En cierto modo me ha decepcionado. La película empieza bien, con una historia que impacta y logra llamar tu atención. Pero poco a poco se difumina hasta llegar a un momento donde pierde gran parte de su interés. Curiosamente me ocurrió lo mismo con el libro, el cual cuenta con una primera parte realmente buena y una segunda bastante aburrida. Está claro que no es fácil adaptar un bestseller, pero aquí había material para una buena película y por desgracia da la impresión de que optaron por coger lo más tedioso y abandonar las partes más ligeras.

A destacar su fotografía con esos fantásticos paisajes en distintos lugares del planeta y un reparto que, aunque desconocido en su mayoría, desempeña su función de forma convincente. Pero como digo falta estímulo. Igual habría sido más acertado otro formato, como una miniserie.

Lo negativo tapa lo positivo, y así nace la mediocridad cinematográfica. Nota: 5.
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darth

Como se ha ido depreciando la profesion, antes un mismo tio te afeitaba, te sacaba una muela y te operaba de cataratas, ahora tienes que ir a varios sitios, como añoro la edad media  4/10
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Soprano

La película al igual que su historia se queda en interesante, relatada de manera convencional se hace demasiado densa acusando su irregular ritmo durante sus mas de dos horas de duración, e incluso diría que peca de previsible aunque cuente con escenas muy logradas que se ven engrandecidas por una notable fotografía, siendo esta quizás su mayor virtud.

No es habitual este tipo de producciones en Europa y se agradece que de cuando en cuando se apueste por ellas, lástima que siendo una película muy digna nos deje con la sensación de que podría haber sido mejor.

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