The Bling Ring

Iniciado por reporter, 22 de Octubre de 2013, 12:50:38 AM

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The Bling Ring


SINOPSIS: Los Bling Ring, también conocidos como Burglar Bunch, eran un grupo de ladrones adolescentes que robaron en las casas de numerosas celebridades durante 2008 y 2009. Robaron más de 3 millones de dólares en efectivo y pertenencias de un total de más de cincuenta casas, sin contar que en algunas llegaron a entrar en varias ocasiones. Paris Hilton, Lindsay Lohan, Rachel Bilson, Orlando Bloom o Brian Austin Green fueron algunas de sus famosas víctimas.

CRÍTICA: La culpa es de...

En Cannes, es sabido, el lujo, el glamur, la fama (y otros muchos sinónimos) se viven a un nivel casi obsceno (aunque quizás por esto, el petardeo, también, abunda). Fuera del alcance de la amplia mayoría de mortales (hablamos de personas; hablamos de otros festivales de cine, por supuesto). Por ejemplo, en la rueda de prensa de presentación del Jurado que fuera a decidir quién se llevaría la 66ª Palma de Oro, no cabía ni un alma. Los periodistas se daban codazos para conseguir un buen sitio y poder así transmitir sus dudas / reflexiones / preguntas / provocaciones a ''Monsieur le Président'' Steven Spielberg, a Nicole Kidman, a Christoph Waltz... y también a un tal Ang Lee. Al cineasta de Taiwán, que recordemos, pocas semanas antes de la celebración de dicho certamen conquistó, muy merecidamente, el Oscar al Mejor Director, también le costó encontrar sitio. De hecho, tuvo que quedarse con el peor de todos. En el centro de la mesa donde se sentaban los miembros del jurado estaban, obviamente, las personalidades más mediáticas. Al cineasta responsable de 'La vida de Pi' se le pudo ver en el rincón más oscuro y apartado de los focos.

A pesar de sus más de sesenta años, Cannes es un festival que se siente joven. Va sobrado y no le importa tratar a sus mejores activos como juguetes rotos. El mismo síndrome que se ceba con la mayoría de mocosos: es como si no supieran apreciar lo que tienen. Esto no solamente sucede en las ruedas de prensa, sino en la propia parrilla. En el programa del segundo día de Competición, por ejemplo, la palma se la llevó alguien que sabía del todo seguro que no se la iba a llevar. La gran triunfadora fue sin duda Sofia Coppola, que tras ganar el León de Oro en Venecia con 'Somewhere', fue recibida en la Croisette con los brazos abiertos... y mandada directamente a la sección ''secundaria'' Un Certain Regard. Lo dicho: los hay que van "sobraos".


Con 'The Bling Ring', película dedicada al malogrado director de fotografía Harris Savides, la niña mimada de papá Francis nos habla de nuevo sobre niños mimados. Entre la tristemente inexplorada 'Dollhouse', de Kirsten Sheridan y las 'Spring Breakers' de Harmony Korine y basándose en la sorprendente historia real plasmada en el artículo de culto de Vanity Fair ''The Suspects Wore Louboutins'' (en cristiano, ''Los sospechosos llevaban Louboutins''), . Un grupo de estudiantes de instituto se dedica a invadir casas de gente famosa y a rapiñar todo el dinero, artículos de ropa y complementos que puedan acarrear. Por fetichismo, por -tontísima- rebeldía pero sobre todo por total entrega a los pilares sobre los que se sustenta su existencia: belleza, narcicismo, placer y Lindsay Lohan.

''Los jóvenes serán peores que nosotros porque somos su ejemplo a seguir'', declaró entre sorbos de vodka, Roger ''Mad-Men'' Sterling. En la era 2.0, si los modelos de conducta son ilustres emprendedoras como Paris Hilton, el resultado de la ecuación es fácil de adivinar. Visto con frialdad, el panorama hasta produce terror (sobre todo si se interpreta lo que estamos viendo como un irrefutable documento histórico sobre ese momento en el que alguien se dio cuenta de que la palabra ''Rich'' rima con ''Bith'') No es tan dramático como suena (así lo muestra la imperturbable actitud de la Coppola frente al sujeto de estudio: entre la burla y el cariño), es, al fin y al cabo, una de las muchas evidencias de que las formas, con el tiempo, cambian.

'The Bling Ring' es exactamente esto: una forma. Un derroche digno del derroche que promulga la mismísima Croisette. Un envoltorio colocado, esto sí, con una precisión que asusta. El lazo se desenvuelve, como exige el guión, con la música a tope (ahí conviven desde composiciones de los innegociables Phoenix hasta Kayne West) y con la ingesta de cualquier sustancia -light- que ayude a que el cuerpo no pierda la marcha. Sofia Coppola, mientras tanto, se confirma como una de las autoras más coherentes (y, por qué no, clarividentes) en su tono y sus tesis. Después de la fiesta, el espectador descubre que el contenido es un vacío tan engañoso como las apariencias que rigen un mundo en el que todo cabe, todo vale y todo termina, dónde si no, en Facebook. La culpa de esta red social, sin duda... y de las madres (divertidísima Leslie Mann)... y de las celebrities... y... y...

Nota: 7 / 10
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