Holy Motors

Iniciado por reporter, 16 de Noviembre de 2012, 05:44:43 PM

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reporter

Holy Motors


SINOPSIS: Desde el amanecer hasta la noche, algunas horas en la existencia del Señor Oscar, una persona que viaja de vida en vida. Pasa de ser un gran ejecutivo a un asesino, después un mendigo, una criatura monstruosa, un padre de familia... El Señor Oscar parece interpretar varios papeles, sumergiéndose completamente en cada uno de ellos, pero, ¿dónde están las cámaras? Está solo, únicamente acompañado por Céline, una señora grande y rubia que maneja la inmensa máquina que le lleva a París y sus alrededores. Como un asesino concienzudo que va de sueldo en sueldo. En búsqueda de la belleza de un gesto. Del motor de la acción. Mujeres y fantasmas de su vida. Pero, ¿dónde está su casa, su familia, su paz?

CRÍTICA: El acteur según el auteur

Todo festival cinematográfico que se precie necesita por lo menos una película que despierte aquel concepto del que tanto se nutren este tipo de citas: la polémica. La división extrema de opiniones, escenificada casi siempre en la clásica confrontación entre abucheos y aplausos al final de la sesión de turno. Cannes, el certamen de certámenes no escapa a la regla, es más, va hacia ella con el mismo ímpetu con el que los críticos van a cebarse con, pongamos, los vampiros que brillan a la luz del sol. No es de extrañar, al fin y al cabo el barullo y las peleas venden, atraen todavía más la atención mediática (véase cualquiera de las manifestaciones de los últimos días) y, por qué no decirlo, hacen que el debate cinéfilo siga vivo mucho después de que la película de la discordia se haya proyectado.

Hace dos años, en la Coisette, el filme que mejor ilustró este espíritu acabó llevándose la Palma de Oro. Fue la prodigiosa 'El árbol de la vida', esperadísimo (esa era la tercera ocasión, después de dos fiascos consecutivos, en la que se anunciaba a bombo y platillo la presentación de dicha cinta) regreso de Terrence Malick después de seis años de ausencia. Este año, el encargado de interpretar el mismo papel no logró reeditar el éxito en el palmarés (sí lo haría pocos meses más tarde en Sitges, donde conquistaría el Premio a la Mejor Película, a la Mejor Dirección, el Premio de la Crítica y el Méliès de Plata, y escenario en el que, por cierto, la polémica se la apropió, para sorpresa de todos, Rob Zombie,), pero sí ser tanto el objeto de adoración extrema como el blanco de todos los puñales afilados por parte de la misma prensa especializada. Objetivo cumplido. Dicho de otra manera, si éste no hubiera sido el resultado más inmediato de 'Holy Motors', entonces hablaríamos de lo que sin lugar a dudas sería un estrepitoso fracaso.

Y es que si antes hablábamos de un ilustre reaparecido (a pesar de que sigan existiendo rumores concerniendo a su no-existencia), ahora hacemos lo mismo refiriéndonos a otro resucitado cuyo larguísimo exilio del mundo del largometraje (trece años si no contamos el muy premonitorio capítulo de la película por episodios 'Tokyo!') hizo que los fanáticos del cine más alternativo derramaran lágrimas amargas suficientes para llenar dos o incluso tres veces el mismísimo Mar Muerto. Mesdames et messieurs, con todos ustedes, Leos Carax, ''enfant terrible'' por excelencia de la cinematografía francesa durante la década de los ochenta y para muchos heredero más distinguido de la a día de hoy todavía viva ''nouvelle vague''. Correcto, esta mezcla de palabrotas en forma de galicismos varios, desemboca en lo único en lo que podía desembocar: un cóctel potencialmente letal, jugo divino para unos; arsénico puro para otros.


Esto no es cine de autor, es cinéma d'auteur, que es más. En él encontramos a auteurs -que no autores- que sueltan perlas como: "El cine es como una isla, una isla hermosa, con un gran cementerio. Cuando se hace una película, se hace cine". Vaya-usté-a-saber qué se quiso decir con eso. La imagen posee, no obstante, cierta belleza difícil de describir; casi imposible de plasmar en palabras. En cualquier caso, allí está el atractivo, aunque éste solamente sea apreciable por unos pocos. Y en esas aparece 'Holy Motors', dígase ya, una de las joyas cinematográficas de más valor de esta temporada. El argumento ya nos da pistas de por dónde van a ir los tiros: un hombre, de profesión actor, recorre la ciudad de París subido en una limusina cargada del atrezzo necesario para ponerse en la piel de múltiples personajes: un asesino, una bestia, un moribundo, una anciana... todo vale.

Lo mismo puede aplicarse al genio definitivamente eclosionado de Carax, y más aún a su 'Holy Motors', un filme que bien podría tratar sobre la crisis de identidad del hombre moderno, o sobre la pérdida de sentido del mundo que lo envuelve... o simplemente todo podría reducirse a un colosal e irrepetible homenaje a esa profesión que hace del engaño, no sólo una forma de ganarse el pan, sino también de hacer vivir a los demás... mientras el protagonista de la función se va consumiendo. Agotado al final de la cita va a llegar un gran Denis Lavant que pone a otro nivel el concepto "tour de force". Su desgaste físico (una constante en las colaboraciones del intérprete con el director galo) y su arsenal inagotable de recursos (que lo sitúan como firme candidato a estar entre, por qué no decirlo, los mejores intérpretes de la historia) dan todavía más poder a una propuesta que ya iba sobrada en este aspecto.

Y así, esta inigualable locura, radical celebración del cine de autor (una vez más, dígase mejor auteur) en su máxima expresión, y a la que la etiqueta de "surrealista" le viene corta, triunfa en todos sus aspectos. Excelentemente rodada, la capacidad para sorprender, que va mucho más allá de su apabullante belleza estética, nunca desaparece (ni en el prodigioso intermedio que toma la forma de delicioso lipdub en una iglesia, ni en el sobrecogedor número musical de la mismísima Kylie Minogue, ni en el igualmente soberbio epílogo, tan gratuito como a la vez entonado con todo lo que se ha visto hasta entonces), y la genialidad del inventor, que se pone la máscara del maestro Georges Franju, y en ocasiones hasta se disfraza del mismísimo Buñuel, se materializa de forma anárquica, esquizofrénica y salvaje con una creatividad inagotable, haciéndonos creer de nuevo en aquel mito que dice que en el séptimo arte todo es posible. En 'Holy Motors' desde luego, lo es.

Nota: 7 / 10
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Wanchope

Me esperaba algo bastante más estravagante, extraño, bizarro, y sin embargo en verdad y dentro de lo que cabe es una película relativamente convencional y accesible, y que una vez presenta sus cartas no es complicado seguirle el juego. Vista como una especia de antología tiene su gracia, alguna historia mas interesante que otra; vista como un todo se hace un poco cansina, pesada y reiterativa, aunque en última estancia y como dice Repo se deja ver bien en parte debido a su excelente acabado y no es particularmente difícil sobrevivir a su visionado.

Le pongo entre el 6 y el 7, depende del momento aunque sin llegar ni al uno ni al otro.
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Kaplan

La verdad no entiendo el empalme de algunos con esta chorrada de película, sin sentido y coherencia.
Argumento: limusina-numerito del protagonista-limusina-numerito del protagonista... Que divertido :alegre
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Banacafalata

Yo lo entiendo, lo que propone la película es jugar, para mi el problema es que me cansé de jugar a la hora de película, aún así disfruté de ella y de lo maravillosamente dirigida que estaba.

Me gusta la crítica brutal que lanza, diciendo que todos somos peleles sin personalidad y que hacen con nosotros lo que quieren. Aunque bueno, esta fue mi lectura, es una película abierta a mil interpretaciones.

Me gustó, pero me dejó bastante frío, aún así se agradece también ver propuestas diferentes a lo normal. Aunque se pasen de extravagantes
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a free spirit

Vengo de verla y he salido con una brutal sensación de que he dado de comer a mi cerebro para tres días por lo menos.

Es un "pasoten" de película,es surrealista,es indescriptible,es.......no se como decirlo sin soltar spoilers,por que es muy importante ir a verla sabiendo lo menos posible,hay que dejar que la película te sorprenda.
Por que Holy Motors sorprende,sorprende mucho, es a la vez magnífica pero inclasificable, tiene una fotografía y unos escenarios (casi todos) visualmente agradables para a la vez la película tiene momentos perturbadores e inquietantes.

Hay momentos de ironía y otros momentos que te pone las pelotas en la garganta,por que sabes que CUALQUIER COSA puede pasar,cualquier cosa y eso es parte de la magia del cine,que sea impredecible,esa capacidad de sorpresa que hace que expresas un ¡Ostia! bien gordo.

No se si Holy Motors será la mejor película del año (aún no lo se),pero a falta de ver En la casa (y el trabajo de Françoise Ozon),le daba ya a Leos Carax la Mejor Dirección del año, es increíble como ha hecho la película,una realización magnífica,un contraste entre la belleza y "lo feo" que solo separa una fina línea que esta medio rota.

Y llegados a este punto,¿es Holy Motors cine de arte, cine de ensayo, cine de arte y ensayo o solo un experimento?

Todas las cuestiones que deja la película sin responder (desde el porque de la trama hasta como acaban cada uno de los personajes) enriquecen aun más un título que se ha ganado a pulso ser la película provocadora del año y un título que en la era Blu Ray pasaría a ser "La película más rara que hayan sacado en Blu Ray".

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Wanchope

Cita de: a free spirit en 17 de Noviembre de 2012, 01:34:53 AM
Hay momentos de ironía y otros momentos que te pone las pelotas en la garganta,por que sabes que CUALQUIER COSA puede pasar,cualquier cosa y eso es parte de la magia del cine,que sea impredecible,esa capacidad de sorpresa que hace que expresas un ¡Ostia! bien gordo.

Si y no. Precisamente eso se puede decir que es su principal punto a favor y en contra. Puede ser imprevisible, sí, pero lo es en base a que nunca sigue una línea argumental previsible por lo que también se la puede considerar errática y difusa, más un concepto que una historia. Esta bien, principalmente por lo bien dirigida que está, pero tampoco tiene una historia propiamente dicha con la que empatizar de forma emocional, o al menos eso es lo que me pasó a mí, que podía verla como podía estar leyendo un ensayo filosófico o algo similar parecido, de usar y tirar, y ahí se acabó el asunto, para nada me incitó a reaccionar de alguna manera que no fuera mirar a ver cual era la siguiente.  :alegre
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Ignasss

Ojo a mi empalmada :poss
Dulce Locura

Hace 40 años, Malcolm McDowell decía la siguiente frase en 'La naranja mecánica': "Es curioso que los colores del mundo real solo parecen verdaderos cuando los videamos en una pantalla". Es posible que muchas veces no nos demos cuenta de lo que tenemos hasta que lo vemos reflejado en (por ejemplo) una pantalla de cine. Quizás ese sea uno de los objetivos del cine, no lo sé. Pero, estimado lector, ¿Por qué le gusta el cine? Para mí el cine tan solo son fotogramas repletos de sentimientos, que precisamente buscan eso, hacer sentir cosas al espectador. Hay películas que hacen llorar, otras hacen reír, algunas vergonzosas y otras aterradoras. Pero lo importante es que sientas (o que hagas sentir) con solo una cámara, un proyector y la imaginación. Esa es la esencia del cine, sentir.

¿Por qué he soltado este rollo? Sencillamente porque hay veces que la película se transforma en el sentimiento. Amor, dolor, miedo, angustia, odio, coraje, alegría, deseo... Todas esas cosas, y más, son las pequeñas piezas que componen ese puzle llamado 'Holy Motors'.

Y ese puzle perfectamente podría ser la creación de David Lynch, quien comparte esa extraña locura con el director de Holy Motors, ya que no es una película precisamente normal. Eso, si no lo sabíais ya, debéis tenerlo claro. No os enfrentáis a algo que se ve y se olvida, ni algo fácil de comprender. Esta es la película más extraña de los últimos años, es como un truco de magia donde Leos Carax nos hipnotiza, prohibiéndonos dejar de mirar la pantalla durante esas 2 horas que dura el film. Y casi siempre estas apreciando imágenes realmente fascinantes, imágenes que muestran la belleza. Porque la vida es bella y, por dios, que bello es vivir.

Perdón, que me vuelvo a despistar.           
'Holy Motors' aparte de hablar de lo hermosa que es la vida, es una carta de amor al cine. Eso parece estar de moda, ¿No? Entre invenciones de Scorsese y artistas y toreros mudos se ve que existe ese amor por el cine, ¿Eh? Pero Holy Motors es diferente, esta se podría considerar una revisión a muchos género cinematográficos según avanza el protagonista, cada tarea que realiza, un género distinto. Pero manteniendo siempre esa belleza que deslumbra el film, aunque a veces muestre cosas que rozan el máximo de lo bizarro o la fealdad.


'Holy Motors' es el raro de la clase pero quién sabe si al verla descubres que es maravillosa. Puede que no lo veas como yo y quieras marginar esa extraña obra pero, sea como sea, tienes que decidir. Imposible que te deje indiferente.

Y la brillante ganadora del festival de Sitges cuenta además con un sublime protagonista, Denis Lavant se muestra camaleónico y fascinante. Haciéndonos creer que interpretar es fácil de una forma terriblemente perfecta.

El film de Carax es una de las mejores películas del año, si, y una obra maestra, si. Pero da igual. Lo divertido es disfrutar de ella y, sobretodo, tras ella. Sentarse en la butaca y admirarla. Pensar como a alguien puede ocurrírsele tal cosa. Saber que el cine es la vida y que la vida es el cine. Y aunque nadie mire, aunque no haya cámaras, el espectáculo debe continuar. 

9/10
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Wanchope

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Banacafalata

Otra que he vuelto a ver y con sensaciones mucho más positivas, tanto que me ha entusiasmado.

Creo que el principal problema con el que se puede encontrar Holy Motors es tratar de entenderla, de buscar un significado a todo lo que pasa, esto me paso a mi en primera instancia y puede ser uno de los motivos por los que no llegue a disfrutarla del todo.

Y en mi afán por no preocuparme por entenderla, creo que he comprendido que realmente no hay nada que comprender, que la película no busca tener una base sólida, si no que renuncia a todo comportamiento cinematográfico convirtiéndose con ello en una película única.

Veo en ella un homenaje al arte en general, un homenaje que habla de que no existen fronteras en el arte ¿que es real? ¿que es ficticio? ¿cuantas veces en la película nos podemos llegar a preguntar si lo que ocurre es real o es ficticio? ¿importa a caso?

Creo que lo que Carax busca es que nos dejemos llevar por su belleza (a veces fea, pero bella) hipnótica, que no juguemos a descifrar los papeles del Monsieur Oscar, si no que nos dejemos llevar por ese juego cinematográfico que abarca todos los géneros, que entendamos que todos jugamos el papel que mejor nos viene en esta sociedad y nos adaptamos con soltura.

Me alegro de haberle dado esta segunda oportunidad, algo que me ha llevado a redescubrir una obra maravillosa a la que en su primer visionado, y dada la complejidad del ejercicio que aquí realiza Carax no había llegado. Una joya a descubrir y redescubrir
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Turbolover1984

El error de buscarle explicación

Varios meses llevaba posponiendo el visionado de esta película, atraído desde el inicio por las imágenes vistas y la dispariedad de opiniones suscitada y temeroso de ella por los mismos motivos, sumados a que gente con la que suelo compartir gustos en cuanto a cine surrealista o diferente se refiere, echaban pestes sobre ella.

Me cogió un buen día sin duda cuando la vi, dado que soy propenso a buscarle explicación a todo film y suerte la mia que desde el segundo "evento" tuve claro que en esta no debía hacerlo. Lo primero por tanto, advertir al lector de que su mayor error sería esperar que lo que está sucediendo ante sus ojos a medida que avance el metraje, va dirigido a un giro final con una especie de "todo esto es un sueño", "estamos en el purgatorio" o algo similar.

El concepto de la película es igual de siempre que extraño en su ejecución. Basicamente es un homenaje al cine en general y a los actores en particular, donde un actor cualquiera, una cara de tantas, vive en una especie de plató gigante y va en limusina a lo largo de su día laboral grabando escenas de lo más variopinto. El film es algo así como si te encerraras en un garaje relleno de bobinas de películas y cortaras un trozo de cada una, mezclando diferentes géneros, caracterizaciones y estilos y luego las unieras en una sola.

Calificada como obra de culto automática, obra extremadamente gafapasta para otros (usando la connotación negativa de la expresión), es sin duda una de esas películas que la fuerza de sus imágenes y su extraña ejecución pueden atraerte y ser hipnóticas o pueden hacerle insufribles y parecerte un sin sentido. Pese a sus obvios momentos cargados de pretnciosidad, yo soy más de los del primer grupo, de los satisfechos con la película, agradeciendo su originalidad y habiendo estado enganchado a ella de inicio a fin, aportando cada uno de sus "eventos" algo interesante.

Nota: 7
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Tyrion

Cuando dije que me acababa de llegar esta peli a algunos ilustres gafapastas/locos de este foro les dió la risa, la cogí sin saber muy bien de qué iba, de oídas por sus polémicas, y al parecer era el género más opuesto a lo que al Sr Tyrion le podía gustar. Y he de decir que, sin parecerme merecedora de más de un 7, me ha parecido una peli notable porque consigue una cosa muy difícil en el cine: engancharte. Yo la he visto con dos sentimientos encontrados: "Qué haces viendo esta mierda, no pierdas dos horas de tu vida" y "Venga, vamos a ver una escena más, a ver qué se le ocurre ahora".
Los cambios de disfraz de este personajillo tienen ese efecto hipnótico, a medida que va a avanzando este despropósito te vas acordando de anteriores personajes y flipando aún más con su capacidad de cambiar el chip.
Sin embargo tiene cosas muy pretenciosas, muy "raras aposta". El personaje principal está muy bien entendido, es un puto tarado, vale. Pero el resto de la gente no,
Spoiler
no tienen sentido alguno escenas como la de Eva Mendes tan tranquila mientras le han arrancado media mano a su colega y yendose con el loco, en pelotas y empalmado
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. Ahi es cuando la originalidad traspasa la línea y se ve demasiado el plumero, es muy pretenciosa. Como esos "artistas" que se encierran en una urna de cristal a comer mierda de perro, por ejemplo. El público "general" puede llegar a entender el arte moderno más fácil de entender, pero esas cosas nunca las van a entender y las van a ver como un payasete con ganas de llamar la atención. El fallo es ese, intentar entenderla.
Así que, por ahora (porque estoy seguro de que la veré dentro de diez años otra vez), se queda con un tímido 6, lo cual ya es mucho para mi en una peli de este estilo, tenía todas las de perder conmigo y no lo hizo.
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Loco8

Yo no hubiera dado un céntimo por ese 6 en la vida.  :poss

Es una película "por la cara" pero es una muy buena película. 
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Kaplan

Que decepción Tyron, esto es peor que las paranoias asiáticas  :noo
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Banacafalata

Uy, me había saltado este post, Tyri acompañandonos por el lado oscuro, al final acaba viendo una de Tarr y plantandole un 10.

Sobre el capítulo de Eva Mendes que comentas, claro que su comportamiento carece de lógica, ocurre con toda la película. Pero a mi me parece un bonito análisis de lo que es el arte, la belleza tapada, la fealdad al descubierto.

De hecho esa escena tiene una imagen, que si se hubiera fotografiado o pintado, acabaría siendo una de las obras más bellas y representativas de nuestro tiempo. Que manera de capturar con la cámara.

Hablo de una que lleve en el foro, si eso cuando esté en casa la busco y la pongo, la Mendes completamente tapada y el Sr. Merde en su regazo completamente desnudo con pétalos por encima, creo que en el cine actual se ha perdido mucho de ser capaz de hablar tanto con una sola imagen estática
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Kaplan

Pues a mi esa imagen no me dice nada  :pregunta
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