Argo

Iniciado por reporter, 27 de Octubre de 2012, 04:08:48 PM

Tema anterior - Siguiente tema

0 Miembros y 3 Visitantes están viendo este tema.

reporter

Argo


SINOPSIS: El 4 de noviembre de 1979, mientras la revolución iraní alcanzaba su punto álgido, algunos militantes irrumpieron en la embajada de Estados Unidos en Teherán y tomaron cincuenta y dos prisioneros estadounidenses. Sin embargo, en mitad del caos, seis de ellos logran escapar y encuentran refugio en casa del embajador canadiense. Sabiendo que es sólo cuestión de tiempo que los encuentren y, muy probablemente, los maten, un especialista de la CIA en operaciones especiales llamado Tony Mendez (Affleck) urde un arriesgado plan para sacarlos del país de forma segura. Un plan tan increíble que sólo podría salir bien en una película.

CRÍTICA: La película de humo

Dos conclusiones sobre la historia que surgen inmediatamente después de ver el nuevo trabajo como director de Ben Affleck. De hecho, la primera -y más trágica- se presenta a los pocos minutos de proyección: el hombre está condenado a repetir sus errores. Desde luego se trata de su manía en tropezar dos (y, tres, y cuatro...) veces con la misma piedra. ¿Acaso es casual que los hechos descritos en la película que ahora nos concierne hayan tenido su perfecta réplica en la actualidad, más de tres décadas después? Por supuesto, no. La simple enumeración cronológica ya asusta. Año 1979, la escalada de tensión entre Irán y los Estados Unidos marca máximos jamás vistos hasta el momento debido a la tristemente famosa crisis de las embajadas.

Año 2012, vuelven los días no aptos para diplomáticos cardíacos. Vuelven los malos tiempos consulares con decisión casi idéntica en la designación de la interpretación de los distintos roles. Por una parte, el agraviado y posteriormente sediento de venganza. Antes se trataba solo del país persa, ahora del mundo árabe en general, colérico tras la enésima polémica con ciertas caricaturas (cuyo autor tiene la cabeza tasada en 100.000€, por cierto) de su amado profeta. En el otro lado del cuadrilátero, el supuesto provocador que posteriormente paga muy cara su osadía. A finales de los setenta quien se vio en una situación sin salida fue la súper-potencia norteamericana, ahora las han pasado canutas un grupo de naciones que solo pueden englobarse en la odiosa categoría de "bloque occidental". Cosas de la globalización, que ahora las penas también se viven en grupo.

Segunda conclusión, y así retomamos el hilo. "La historia comienza siendo una farsa y termina siendo un drama." ¿O quizás era al revés? El caso es que la cita va a misa, ya que salió de la mismísima boca de Karl Marx... ¿o tal vez fue Groucho Marx? A saber. El caso es que lo que empieza siendo una auténtica condena (volvemos a hablar de la maldita piedra), poco a poco (ahora cada vez más deprisa) va adquiriendo la categoría de gran guiñol. La fórmula planteada por Woody Allen, que afirmaba que la tragedia sumada al tiempo resultaba en comedia, es de una universalidad incuestionable. Por citar un ejemplo reciente, antes de que se derrumbara la segunda torre del World Trade Center, ya había creada una página web dedicada exclusivamente a recopilar bromas relacionadas con los atentados perpetuados en Nueva York.

Cuando algunos cuerpos todavía caían literalmente del cielo, la popularidad de dicho espacio virtual subía como la espuma. Y es que hay ocasiones en las que el factor tiempo se volatiliza y no deja rastro. El caso increíblemente real que toma Ben Affleck de hecho ya conjuga a la perfección tanto el factor dramático como el cómico, que se unen para construir lo que, años, innumerables recortes de papel y varias desclasificaciones después podemos considerar como historia. ¿Y qué nos cuenta ésta? Primero, y en forma de storyboard, la historia de Irán, que ya nos pone en el contexto de crispación de 1979, año en el que el derrocado Sha había sido acogido por el mismo país (Estados Unidos, of course) que le ayudó tiempo atrás a derrocar al régimen democrático que tan poca gracia le hacía. Ni falta hace decir que los iraníes, espoleados por el Ayatolá Jomeini, no encajaron demasiado bien el gesto, y claro, la tomaron con cualquiera que en aquel momento tuviera los pies en suelo yankee.


De este modo arranca 'Argo', tercera película como director de Ben Affleck, alguien raramente sufrible delante de las cámaras... pero de una fiabilidad absoluta detrás de ellas. Tras haber sorprendido a propios y extraños con sus sólidos e híper-efectivos thrillers criminales 'Adiós pequeña, adiós' y 'The Town (Ciudad de ladrones)', el de Berkeley sigue probando suerte con el mismo género, dándole a su criatura, en esta ocasión, un tono político y despiadadamente satírico. Ahora los protagonistas no son personajes de permanente presencia en los bajos fondos; ahora son diplomáticos, políticos... y peces gordos del cine. Juntos deben cumplir una misión imposible: sacar del territorio más hostil a un reducido grupo de la embajada de los Estados Unidos.

Para ello, nada mejor que la gran farsa del cine -sí, es una redundancia-; una película que da título a la que estamos viendo; una superproducción de ciencia-ficción que toma su inspiración en Oriente, y que obviamente está inventada única y exclusivamente para hacer pasar a los pobres y amenazados funcionarios como inofensivos miembros del equipo técnico del rodaje. Para entendernos, para hacerlos pasar por gente de nulo interés para ese nuevo régimen obsesionado en cobrarse una deuda de sangre que no está sujeta a debate alguno. La carambola es muy complicada; un más difícil todavía, y para que ésta pueda completarse, deben moverse un sinfín de hilos desde un sinfín de localidades.

O lo que es lo mismo, hay dos (más uno) frentes abiertos: las soleadas colinas de Los Angeles y el asfalto y hormigón nevados de Teherán. Cogiendo como referencia por una parte la genial 'El juego de Hollywood', de Robert Altman y por otra los mejores filmes de intriga política de la década de los 70, tomando prestado el nombre de grandes como Alan J. Pakula (y usando aquel magnífico perro verde 'La cortina de humo', de Barry Levinson, como puente de unión), Affleck mantiene pegado al espectador a la butaca durante dos horas. A base de carcajadas envenenadas (imprescindible para ello la dupla John Goodman & Alan Arkin) y una tensión tan bien llevada que no desaparece hasta que desfilan por la pantalla los títulos de crédito finales, avanza una trama que nunca pierde en interés. La lástima, como siempre, es la omnipresencia del Ben Affleck-actor, que con su agotadoramente contagiosa melancolía intenta reivindicar su floja carrera como intérprete a través de un endeble y pésimamente rematado drama familiar.

Afortunadamente esta cojera (que bien podría haberse eliminado a base de recortes en la sala de montaje) queda tapada por las virtudes del resto del conjunto en el que sobresalen sus dos otros frentes (una vez más, la comedia viene del oeste y el drama del este). Caso de manual en el que la realidad supera a la ficción (o todo lo contrario: la ficción se apodera de todo), 'Argo' es una ejemplar mezcla de géneros (así como un híbrido entre la historia y sus respectivas licencias fílmicas, excelentemente ilustrado en el juego final entre fotos prestadas y fotogramas de cosecha propia) que muy oportunamente aboga por el ingenio antes que por la violencia de cara a la resolución de conflictos. Y si con esto no basta, ¿''argo-derse''? No, porque siempre quedará el séptimo arte y su alocada industria, un equipo demoledor visto aquí como el único billete hacia una evasión salvadora, en lo que es una genial metáfora sobre qué es lo que ofrece el mejor celuloide.

Nota: 7 / 10
  •  

Sullivan

Muy entretenida. Quizás en la parte final se venda un poco y resulte algo exagerada, pero nada que supere los estándares cinematográficos...

Un 6.8
  •  

efialtes76

Cita de: reporter en 27 de Octubre de 2012, 04:08:48 PM
Argo


SINOPSIS: El 4 de noviembre de 1979, mientras la revolución iraní alcanzaba su punto álgido, algunos militantes irrumpieron en la embajada de Estados Unidos en Teherán y tomaron cincuenta y dos prisioneros estadounidenses. Sin embargo, en mitad del caos, seis de ellos logran escapar y encuentran refugio en casa del embajador canadiense. Sabiendo que es sólo cuestión de tiempo que los encuentren y, muy probablemente, los maten, un especialista de la CIA en operaciones especiales llamado Tony Mendez (Affleck) urde un arriesgado plan para sacarlos del país de forma segura. Un plan tan increíble que sólo podría salir bien en una película.

CRÍTICA: La película de humo

Dos conclusiones sobre la historia que surgen inmediatamente después de ver el nuevo trabajo como director de Ben Affleck. De hecho, la primera -y más trágica- se presenta a los pocos minutos de proyección: el hombre está condenado a repetir sus errores. Desde luego se trata de su manía en tropezar dos (y, tres, y cuatro...) veces con la misma piedra. ¿Acaso es casual que los hechos descritos en la película que ahora nos concierne hayan tenido su perfecta réplica en la actualidad, más de tres décadas después? Por supuesto, no. La simple enumeración cronológica ya asusta. Año 1979, la escalada de tensión entre Irán y los Estados Unidos marca máximos jamás vistos hasta el momento debido a la tristemente famosa crisis de las embajadas.

Año 2012, vuelven los días no aptos para diplomáticos cardíacos. Vuelven los malos tiempos consulares con decisión casi idéntica en la designación de la interpretación de los distintos roles. Por una parte, el agraviado y posteriormente sediento de venganza. Antes se trataba solo del país persa, ahora del mundo árabe en general, colérico tras la enésima polémica con ciertas caricaturas (cuyo autor tiene la cabeza tasada en 100.000€, por cierto) de su amado profeta. En el otro lado del cuadrilátero, el supuesto provocador que posteriormente paga muy cara su osadía. A finales de los setenta quien se vio en una situación sin salida fue la súper-potencia norteamericana, ahora las han pasado canutas un grupo de naciones que solo pueden englobarse en la odiosa categoría de "bloque occidental". Cosas de la globalización, que ahora las penas también se viven en grupo.

Segunda conclusión, y así retomamos el hilo. "La historia comienza siendo una farsa y termina siendo un drama." ¿O quizás era al revés? El caso es que la cita va a misa, ya que salió de la mismísima boca de Karl Marx... ¿o tal vez fue Groucho Marx? A saber. El caso es que lo que empieza siendo una auténtica condena (volvemos a hablar de la maldita piedra), poco a poco (ahora cada vez más deprisa) va adquiriendo la categoría de gran guiñol. La fórmula planteada por Woody Allen, que afirmaba que la tragedia sumada al tiempo resultaba en comedia, es de una universalidad incuestionable. Por citar un ejemplo reciente, antes de que se derrumbara la segunda torre del World Trade Center, ya había creada una página web dedicada exclusivamente a recopilar bromas relacionadas con los atentados perpetuados en Nueva York.

Cuando algunos cuerpos todavía caían literalmente del cielo, la popularidad de dicho espacio virtual subía como la espuma. Y es que hay ocasiones en las que el factor tiempo se volatiliza y no deja rastro. El caso increíblemente real que toma Ben Affleck de hecho ya conjuga a la perfección tanto el factor dramático como el cómico, que se unen para construir lo que, años, innumerables recortes de papel y varias desclasificaciones después podemos considerar como historia. ¿Y qué nos cuenta ésta? Primero, y en forma de storyboard, la historia de Irán, que ya nos pone en el contexto de crispación de 1979, año en el que el derrocado Sha había sido acogido por el mismo país (Estados Unidos, of course) que le ayudó tiempo atrás a derrocar al régimen democrático que tan poca gracia le hacía. Ni falta hace decir que los iraníes, espoleados por el Ayatolá Jomeini, no encajaron demasiado bien el gesto, y claro, la tomaron con cualquiera que en aquel momento tuviera los pies en suelo yankee.


De este modo arranca 'Argo', tercera película como director de Ben Affleck, alguien raramente sufrible delante de las cámaras... pero de una fiabilidad absoluta detrás de ellas. Tras haber sorprendido a propios y extraños con sus sólidos e híper-efectivos thrillers criminales 'Adiós pequeña, adiós' y 'The Town (Ciudad de ladrones)', el de Berkeley sigue probando suerte con el mismo género, dándole a su criatura, en esta ocasión, un tono político y despiadadamente satírico. Ahora los protagonistas no son personajes de permanente presencia en los bajos fondos; ahora son diplomáticos, políticos... y peces gordos del cine. Juntos deben cumplir una misión imposible: sacar del territorio más hostil a un reducido grupo de la embajada de los Estados Unidos.

Para ello, nada mejor que la gran farsa del cine -sí, es una redundancia-; una película que da título a la que estamos viendo; una superproducción de ciencia-ficción que toma su inspiración en Oriente, y que obviamente está inventada única y exclusivamente para hacer pasar a los pobres y amenazados funcionarios como inofensivos miembros del equipo técnico del rodaje. Para entendernos, para hacerlos pasar por gente de nulo interés para ese nuevo régimen obsesionado en cobrarse una deuda de sangre que no está sujeta a debate alguno. La carambola es muy complicada; un más difícil todavía, y para que ésta pueda completarse, deben moverse un sinfín de hilos desde un sinfín de localidades.

O lo que es lo mismo, hay dos (más uno) frentes abiertos: las soleadas colinas de Los Angeles y el asfalto y hormigón nevados de Teherán. Cogiendo como referencia por una parte la genial 'El juego de Hollywood', de Robert Altman y por otra los mejores filmes de intriga política de la década de los 70, tomando prestado el nombre de grandes como Alan J. Pakula (y usando aquel magnífico perro verde 'La cortina de humo', de Barry Levinson, como puente de unión), Affleck mantiene pegado al espectador a la butaca durante dos horas. A base de carcajadas envenenadas (imprescindible para ello la dupla John Goodman & Alan Arkin) y una tensión tan bien llevada que no desaparece hasta que desfilan por la pantalla los títulos de crédito finales, avanza una trama que nunca pierde en interés. La lástima, como siempre, es la omnipresencia del Ben Affleck-actor, que con su agotadoramente contagiosa melancolía intenta reivindicar su floja carrera como intérprete a través de un endeble y pésimamente rematado drama familiar.

Afortunadamente esta cojera (que bien podría haberse eliminado a base de recortes en la sala de montaje) queda tapada por las virtudes del resto del conjunto en el que sobresalen sus dos otros frentes (una vez más, la comedia viene del oeste y el drama del este). Caso de manual en el que la realidad supera a la ficción (o todo lo contrario: la ficción se apodera de todo), 'Argo' es una ejemplar mezcla de géneros (así como un híbrido entre la historia y sus respectivas licencias fílmicas, excelentemente ilustrado en el juego final entre fotos prestadas y fotogramas de cosecha propia) que muy oportunamente aboga por el ingenio antes que por la violencia de cara a la resolución de conflictos. Y si con esto no basta, ¿''argo-derse''? No, porque siempre quedará el séptimo arte y su alocada industria, un equipo demoledor visto aquí como el único billete hacia una evasión salvadora, en lo que es una genial metáfora sobre qué es lo que ofrece el mejor celuloide.

Nota: 7 / 10

Darle un 6 a Hotel Transilvania,que es una mediocridad absoluta,y un 7 a Argo,que es una maravilla,me parece un chiste de muy mal gusto,y con muy poca gracia!
  •  

Wanchope

Cita de: efialtes76 en 27 de Octubre de 2012, 10:19:54 PM
Darle un 6 a Hotel Transilvania,que es una mediocridad absoluta,y un 7 a Argo,que es una maravilla,me parece un chiste de muy mal gusto,y con muy poca gracia!

Pues deja que te cuente uno de peor gusto: a mí me gustó más Hotel Transilvania que Argo, y por supuesto que le pongo mejor nota... de hecho esa maravilla llamada 'Argo' no me pareció para nada maravillosa; como dice Sulli muy entretenida y solvente, pero también un tanto superficial e irregular. De hecho me parece que, sin ser mala para nada ojo, es la peor de las tres películas de Ben Affleck como director.
  •  

Wanchope

De hecho aprovecho:

Ben Affleck se consagra como director gracias a 'Argo', un filme interesante y más que correcto que sin embargo resulta hasta el momento el más flojo de su filmografía. Lejos de la solidez de sus dos filmes anteriores (mucho más sencillos pero a la vez más efectivos), 'Argo' es un filme un tanto intermitente e irregular, que oscila entre géneros sin mezclar géneros (craso error) y aunque bueno en la suma de sus partes su fallida ambición por abarcar demasiado en poco tiempo hace de él, al mismo tiempo, una visión un tanto simple y comercial de un hecho al que representa de forma insustancial e intrascendente, anecdótica, difuminando un interés que nunca decae pero que tampoco refuerza un visionado agradecido pero nada memorable, apreciable pero sin la fuerza necesaria para perdurar más allá del momento y con sabor agridulce del "ha estado bien", si, pero no tanto como podría ser.

Le pongo un 6,75, a ojo.
  •  

thetattooshop

por lo que decís, espero que no me decepcione. Adios pequeña adiós me parece una obra maestra y The Town me gustó bastante. no se me ocurre un precedente de un director que haya hecho malas películas como actor.

Banacafalata

Mel Gibson? Kevin Costner?
  •  

el_emi

#7
Una película bastante buena. Quizá si la ponemos frente a otras de Ben Affleck nos demos con que esta no es la mejor.
Para mí el problema que tiene es que no supieron como explotar la historia real y terminaron llevándola por caminos demasiado convencionales.
Llega un momento en que es más interesante por el hecho histórico en cuestión que por lo que pasa en la película. Sin embargo me pareció una buena película de espías.
6.5/10

Actualizo: Le bajo medio punto, porque perdió en el revisionado...
  •  

Josemi19

La vi ayer y me gustó mucho. No hubo momentos de flaqueza en la que la atención se desviara, me pareció una historia muy atractiva y muy bien contada. La ambientación es una maravilla y la forma en la que caracterizaron a los actores para que se parecieran a los personajes que interpretaban en aquellos tiempos es espectacular. A nivel de interpretación a mí me sorprendió Affleck, que no lo hace mal, y Scoot McNairy que ya me gustó mucho en 'Mátalos suávemente' y aquí también. También estaría mal dejarse a otros, pero de Craston, Goodman y Arkin no esperamos otra cosa que buenas interpretaciones. La escena final está muy bien realizada, provoca mucha tensión. Un 8.
  •  

Wanchope

Cita de: Josemi19 en 09 de Noviembre de 2012, 10:44:36 PM
A nivel de interpretación a mí me sorprendió Affleck, que no lo hace mal, y Scoot McNairy que ya me gustó mucho en 'Mátalos suávemente' y aquí también.

En 'Mátalos suavemente' casi le roba la película a Pitt. Un actor muy interesante, si.  :si
  •  

Josemi19

Cita de: Wanchope en 10 de Noviembre de 2012, 08:26:05 AM
Cita de: Josemi19 en 09 de Noviembre de 2012, 10:44:36 PM
A nivel de interpretación a mí me sorprendió Affleck, que no lo hace mal, y Scoot McNairy que ya me gustó mucho en 'Mátalos suávemente' y aquí también.

En 'Mátalos suavemente' casi le roba la película a Pitt. Un actor muy interesante, si.  :si

¡Y tanto! A mí me gustaron a la par. Es cierto que Pritt lo hace mejor, pero McNairy es la sorpresa y ahí que me gusten por igual.
  •  

Bruxitah

Hoy voy a verla, ya os cotaré mi critica mañana !!  :tititi
  •  

Bruxitah

Bueno como os dije ayer ví Argo, y bueno fué exactamente como me esperaba una buena película, aunque quizá un poco cansada, se pasan muchos nervios viendo a los protagonistas como sufren en Irán, pero yo os la recomiendo a todos !  :si
  •  

Turbolover1984

Al límite!

La película arranca con un resumen de la historia de Irán desde hace unas décadas. Se podría resumir en que eran felices y comían perdices pero llegaron los americanos a quitarles el petroleo, pusieron una marioneta despiadada en el poder, el pueblo se acabó rebelando y poniendo a otro igual o más radical y lo que era felicidad acabó en una espiral de odio y muerte entre unos y otros. Esto nos lleva a 1979 y un secuestro masivo en la embajada americana. 6 rehenes escapan y se refugian en la embajada canadiense y Ben Affleck que es un experto en rescate de rehenes, es contratado para idear un plan que los saque de allí. Mientras ve con su hijo una película en su habitación llena de merchandising de películas tales como Star Trek o El Planeta de los Simios (a las cuales hay referencias constantes incluido un pequeño "homenaje" al final) tiene una epifanía al estilo del Dr.House y lo ve claro: los sacará haciéndolos pasar como parte del equipo de rodaje de una película.

La película se centra basicamente en el plan de escape y su ejecución. Aparte de al protagonista, de entre todo el reparto, dedican más tiempo a los escondidos que hay que liberar (sin llegar a profundizar en ellos y quizá se echa algo de menos) pero también vemos como va avanzando tanto por el lado de productores y ejecutivos de Hollywood como por la parte del gobierno y sus trámites / trabas burocráticas.

No es fácil crear tensión en unos hechos reales que no puedes cambiar e inventarte cosas para dar más sorpresas y Ben Affleck, que ya ha demostrado en poco tiempo sus sobradas dotes para la dirección (aunque esta me parece la más floja de las tres que ha hecho) , lo intenta con mucho ainco y en ocasiones lo logra. Aunque quizá da la sensación de que lo intenta con tantas ganas que cada escena parece la típica película de acción de los 90 en la que no saben si cortar el cable rojo o azul de la bomba y te mantienen en tensión hasta el último segundo, cuando tú sabes que van a evitar que explote. Y cuando esto pasa casi en cada escena, al final no cuela y cae en la predecibilidad y ese esfuerzo por buscar tensión puede resultar contraproducente.

Aún así y como decía, no es fácil mantener pegado y expectante al espectador con el material que tiene siendo este basado en hechos reales y la película en si está muy bien hecha, resultando interesante, con unas actuaciones más que correctas, con pinceladas interesantes de humor y con 2 horas de metraje que se pasan volando.

Nota: 6'2
  •  

efialtes76

Cita de: er_calderilla en 20 de Noviembre de 2012, 03:36:08 PM
Al límite!

La película arranca con un resumen de la historia de Irán desde hace unas décadas. Se podría resumir en que eran felices y comían perdices pero llegaron los americanos a quitarles el petroleo, pusieron una marioneta despiadada en el poder, el pueblo se acabó rebelando y poniendo a otro igual o más radical y lo que era felicidad acabó en una espiral de odio y muerte entre unos y otros. Esto nos lleva a 1979 y un secuestro masivo en la embajada americana. 6 rehenes escapan y se refugian en la embajada canadiense y Ben Affleck que es un experto en rescate de rehenes, es contratado para idear un plan que los saque de allí. Mientras ve con su hijo una película en su habitación llena de merchandising de películas tales como Star Trek o El Planeta de los Simios (a las cuales hay referencias constantes incluido un pequeño "homenaje" al final) tiene una epifanía al estilo del Dr.House y lo ve claro: los sacará haciéndolos pasar como parte del equipo de rodaje de una película.

La película se centra basicamente en el plan de escape y su ejecución. Aparte de al protagonista, de entre todo el reparto, dedican más tiempo a los escondidos que hay que liberar (sin llegar a profundizar en ellos y quizá se echa algo de menos) pero también vemos como va avanzando tanto por el lado de productores y ejecutivos de Hollywood como por la parte del gobierno y sus trámites / trabas burocráticas.

No es fácil crear tensión en unos hechos reales que no puedes cambiar e inventarte cosas para dar más sorpresas y Ben Affleck, que ya ha demostrado en poco tiempo sus sobradas dotes para la dirección (aunque esta me parece la más floja de las tres que ha hecho) , lo intenta con mucho ainco y en ocasiones lo logra. Aunque quizá da la sensación de que lo intenta con tantas ganas que cada escena parece la típica película de acción de los 90 en la que no saben si cortar el cable rojo o azul de la bomba y te mantienen en tensión hasta el último segundo, cuando tú sabes que van a evitar que explote. Y cuando esto pasa casi en cada escena, al final no cuela y cae en la predecibilidad y ese esfuerzo por buscar tensión puede resultar contraproducente.

Aún así y como decía, no es fácil mantener pegado y expectante al espectador con el material que tiene siendo este basado en hechos reales y la película en si está muy bien hecha, resultando interesante, con unas actuaciones más que correctas, con pinceladas interesantes de humor y con 2 horas de metraje que se pasan volando.

Nota: 6'2


La peor de las tres?

Es la mejor para Rotten,Metacritic,I.M.D.B,Filmaffinity.......

Ah y todos por encima del 7.5

pd:6.2?por favor
  •