El rey del timo (1980)

[Michael Myers]

EL REY DEL TIMO/LE GUIGNOLO

SINOPSIS: Poco después de salir de la cárcel, Alexandre Dupré se verá, muy a su pesar, implicado en una rocambolesca aventura. Durante un viaje a Venecia, el hombre que le pide que le guarde su maletín para pasar la aduana es asesinado. Dupré, sin saberlo, tendrá entonces en su poder la fórmula de un combustible milagroso destinado a revolucionar la industria. A partir de ese momento, se verá perseguido por distintas mafias sin que sepa cuál es la causa de tal cacería.


DUPRÉ, EL PÍCARO

Después del buen sabor de boca que me dejó el debut en el cine protagonizado por Jean-Paul Belmondo ahora es un buen momento en un pequeño parón con otros visionados relacionados con un muñeco diabólico para seguir con el recientemente fallecido actor francés.

Es el turno de 'El rey del timo' donde Belmondo interpreta a un estafador llamado Alexandre Dupré que sabe lo que es vivir un tiempo en prisión y que cuando sale de él no podrá evitar meterse en más líos. Una cinta sin duda alguna a la medida del francés donde su carácter extrovertido le pega como anillo al dedo a este embaucador que se ve envuelto en las situaciones más surrealistas, como la que se da en el mismo principio de la cinta.

La película se podría decir que es una simpática comedia de enredos donde se dan situaciones con acción, otras con surrealismo y otras con comedia. Sí es verdad que a veces el guion quiere ser tan líoso que termina liando a quien pueda verlo al otro lado de la pantalla, como es mi caso; no obstante, la actuación del protagonista y el apoyo de unos secundarios solventes y que el filme sabe también cuando contenerse -además de todas las situaciones referidas antes- hacen de este largometraje un simpático y entretenido visionado.

Además, se agradece para la vista que buena parte de la historia transcurra en Venecia donde se puede ver las maravillas de la ciudad italiana con sus famosos canales, así como la vista agradece la presencia de bellas actrices que acompañan a Belmondo en sus aventuras. De tonto no tenía un pelo.

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