El mensajero

Iniciado por reporter, 07 de Junio de 2013, 03:06:43 PM

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El mensajero


SINOPSIS: John Matthews (Dwayne Johnson) es un padre cuyo hijo adolescente es acusado por equivocación de un crimen de tráfico de drogas, enfrentándose a una pena mínima de prisión de 10 años. Desesperado y dispuesto a rescatar a su hijo cueste lo que cueste, llega a un acuerdo con una abogada del Gobierno (Susan Sarandon) para trabajar como confidente infiltrado en un cartel de la droga, en una peligrosa misión en la que lo arriesga todo, incluyendo su familia y su propia vida.

CRÍTICA: John M.

Tu hijo es un tarambana. Un bala perdida. La oveja negra del hogar, el mismo que está desprestigiando, a marchas forzadas, el nombre de la familia. Cuando duerme en casa de sus amigos, orina en las plantas de sus anfitriones y éstos, claro, se ven obligados a mandarle de nuevo con sus papis, que ya no saben qué hacer con la perla. En el instituto, se duerme en casi todas las clases, catea la práctica totalidad de exámenes y escupe a los profesores que, a su entender, están siendo injustos con él. Cuando se queda solo en casa los fines de semana, destroza todo el mobiliario por las bacanales que monta con sus amigotes. La culpa, por supuesto, es de la madre... que se lo consiente todo. Lo mima; lo malcría. Las amenazas de encerrarle en un internado hace tiempo que dejaron de surtir efecto... quizás porqué ya no vivimos en el siglo XIX. Quitarle la conexión a internet parece, ciertamente, excesivo. Llegar al extremo de quebrantar las Convenciones de Ginebra, asusta.

¿Cómo se digiere tan deplorable panorama hogareño? Pues lamentando tu suerte y frunciendo el ceño cuando venga a la memoria el maldito espermatozoide... y atesorando los escasísimos buenos momentos patrocinados por el maldito vástago... Bien pensado, qué diablos, si en el fondo el chaval no lo hace con mala intención. Al fin y al cabo, sobre él recae la responsabilidad de mantener la línea sanguínea de la saga familiar, que como todo el mundo sabe, es lo mejor que le ha pasado a la Tierra desde la construcción de las pirámides. Pobrecito. Con tanta presión sobre las espaldas, normal que se descarríe un pelín. Visto así, los malos de la película tal vez sean los padres, que le exigen demasiado al angelito. Entonces, cuando éste cometa la penúltima estupidez de su carrera; aquella que lo lleve al filo del castigo definitivo que quizás -y solo quizás- merezca, ¿qué es lo que vas a hacer?

Vas a hacer lo que se espera de ti. Vas a rasgarte las vestiduras cual científico con sobredosis de radiación gamma, vas a activar el modo ''que-estoy-muy-loco'' y vas a putear a quien haga falta para que tu querido hijito se vaya, una vez más, de rositas. Porque la culpa no es suya (en realidad, nunca lo es, pregunten en cualquier escuela), sino del sistema, que es cruel y nos los pervierte a todos. Si el bueno de Denzel Washington en 'John Q.' puso en jaque a medio país por una causa tan trágica como comprensible (hasta lícita, podría decirse), da miedo imaginar lo que puede llegar a hacer Dwayne ''The Rock'' Johnson (AKA John Matthews) por el idiota de su primogénito. No importa cuántos divorcios y mansiones hayan entre progenitor y descendiente; cuando la más urgente necesidad llama a la puerta por un feo asunto relacionado con el tráfico de drogas, hay que acudir raudo a la cita con la justicia personal (encrucijadas judiciales a él...), que al fin y al cabo es la única que importa.


Para los interesados, 'El mensajero' (cuyo título para nuestro país, faltaría más, poco o nada puede emparentarse con el original) está basadísima en hechos reales y está protagonizada por un cruasán humano que no hace demasiado se ganaba el pan haciendo -sudoroso- teatro del bueno en los cuadriláteros del país más teatrero del mundo. Ahora todo queda claro, y sin remordimientos snobs, que conste. Mucho mejor. La nueva de película de Ric Roman Waugh, más allá de alertarnos (muy tímidamente) sobre la muy delirante deriva que ha tomado la lucha contra el narcotráfico; más allá de dejar -involuntaria- constancia de que en el estúpido siglo XXI, el estadounidense honrado no ha perdido la habilidad de transformarse en súper-hombre, las grandes burradas se cometen vía skype y la información de la cual depende nuestra vida se halla en la Wikipedia, es poco más que la clásica propuesta para hacer que las interminables tardes de domingo se hagan un poquito más cortas.

Para los interesados, 'El mensajero' (cuyo título para nuestro país, faltaría más, poco o nada puede emparentarse con el original) está basadísima en hechos reales y está protagonizada por un cruasán humano que no hace demasiado se ganaba el pan haciendo -sudoroso- teatro del bueno en los cuadriláteros del país más teatrero del mundo. Ahora todo queda claro, y sin remordimientos snobs, que conste. Mucho mejor. La nueva de película de Ric Roman Waugh, más allá de alertarnos (muy tímidamente) sobre la muy delirante deriva que ha tomado la lucha contra el narcotráfico; más allá de dejar -involuntaria- constancia de que en el idiota siglo XXI, las grandes burradas se cometen vía skype y la información de la cual depende nuestra vida se halla en la Wikipedia, es poco más que la clásica propuesta para hacer que las interminables tardes de domingo se hagan un poquito más cortas.

El que un film supuestamente concebido para despertar conciencias se quede ahí sin aportar nada más es, obviamente, problema de sus responsables (entre los que se encuentra, por supuesto, ''The Rock'', quien ejerce también de productor, ¿casualidad?), y no de los abominables seres que lo analizamos. Determinar si la culpa es de los padres o de los hijos aquí es una soberana chuminada, pues el verdadero debate está directamente en ver si hay culpa o no. ¿Puede achacársele alguna al thriller de acción dominguero? No, por mucho -falso- disfraz de superhéroe con el que quiera cubrirse y por mucho que se empeñe en quedar retratado por los referentes a los que acude (por ejemplo, se podría hablar, si no se tratara de una falta de respeto a David Simon, de cómo 'The Wire' barre en el excesivamente abusón duelo de comparativas). Lo único que se puede hacer a la hora cuantificar el éxito de estos productos es, no queda otra, contabilizar las veces que se mira la hora durante la proyección. Por increíble que parezca, cuando termina la sesión, el contador está casi a cero. Ya nos la han vuelto a colar. Dwayne Johnson, Susan Sarandon y un tropel de caras conocidas de segunda fila, a medio gas (en realidad a mucha menos potencia) y con el pírrico incentivo de una acción y un suspense de mercadillo, así como de una comicidad que surge del error de cálculos en las raciones de dramatismo, han logrado que dos horas de metraje pasen casi volando. Qué desastre... La culpa es de la cartelera. Y de internet, claro está.

Nota: 5 / 10
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Dragondave

#1


De Roca a Piedra Pómez

El director de La sombra del crimen y Felon, Ric Roman Waugh, vuelve al género de sus inicios, el de acción, aunque esta vez detrás de las cámaras en vez de sustituir a las estrellas en las escenas de riesgo. La idea de El mensajero surge a raíz de un reportaje del programa de la cadena TBS Frontline, sobre casos reales del sistema judicial americano, en los que a la gente se le daba a elegir entre convertirse en informadores o ir a la cárcel. Entre Ric y Justin Haythe (guionista de Revolutionary Road) se encargaron de darle forma a la idea sacando adelante un guión que, aunque se haya catalogado de acción, tiene más de thriller dramático, con alguna que otra escena puramente adrenalítica.

El mensajero nos pone en la tesitura de un padre (Dwayne Johnson) que al enterarse de que su hijo Jason ha sido condenado con 30 años de cárcel por tráfico de éxtasis, aunque realmente el chaval ha sido engañado por un amigo suyo, para reducir su propia condena. La única posibilidad de Jason para reducir su condena es hacer lo mismo que su amigo e inculpar a otra persona relacionada con el tráfico de drogas. Al no conocer a nadie más implicado y negarse a mentir para implicar a otros amigos, no le quedará otra opción al padre de Jason que colaborar con la DEA (Drug Enforcement Administration) para conseguir reducir la condena de su hijo cuanto antes.


Una idea de partida interesante pero que ya de partida tiene una pega considerable: es cuanto menos difícil mentalizarse de que Dwayne Johnson puede hacer de un padre coraje sin que vaya por ahí soltando hostias a diestro y siniestro. Seguramente pesó más el nombre de su estrella de cara a la taquilla y la financiación del proyecto que para la credibilidad en la historia.
Tras este, a mi parecer, error de casting, le sigue otro asociado al mismo.
Ya que contratas a Dwayne Jonhson, dale una vertiente explosiva al asunto, más acción al guión, que a fin de cuentas es lo que esperará ver la gente tras el cartel y la estrella protagonista. Pero Ric Roman Waugh prefiere enfocar el asunto tomándose demasiado en serio, intentando hacer una crítica al sistema judicial con las armas equivocadas.
A su favor puede decirse que se sigue con cierto interés y al final llega la acción de mano de una persecución automovilística, pero quizás demasiado tarde.

Tampoco ayudan pequeños detalles que denotan dejadez en el proyecto, como si se estuviera rodando con el piloto automático, como que en una escena Dwayne se sobrecoja cuando le apuntan a la cara con una pistola para demostrar que no es un policía, pero más adelante cuando ya no hay que justificar este hecho, parece que lleva toda su vida rodeado de armas, no se inmuta. Que en películas de acción estas cosas están a la orden del día y suelen pasar más desapercibidas, pero cuando intentas hacer del tema principal un padre corriente que se mete en un mundo de delincuencia ajeno a él... y más si quieres otorgarle cierta credibilidad y seriedad como parece ser el caso, hay que cuidar estos detalles bastante básicos.
Susan Sarandon, por su parte, tampoco es que resulte una fiscal muy convincente, la verdad sea dicha.


Que, si bien no estamos hablando de un desastre de película, y es verdad que tiene cierta calidad o interés al menos en trabajar una historia más allá de las clásicas del cine de acción, jugar a medias tintas entre el cine de denuncia o el de acción hace que ni unos ni otros disfruten satisfactoriamente de la película, más allá de haber pasado un rato más o menos entretenido, como cuando no tienes nada que hacer en casa y tras un zapping exhaustivo te quedas viendo una película hasta el final. Pudo ser peor, pero eso tampoco la hace buena.


5,5/10
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Sullivan

Jajajaja gran título de crítica :risa
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jescri

Cita de: Sullivan en 08 de Junio de 2013, 10:31:31 AM
Jajajaja gran título de crítica :risa

Muy bueno sí   :alegre

Apenas si da para pasar el rato, uno de los proyectos más flojos que recuerdo de Dwayne Johnson.

Nota: 5.
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Havoc

#4
Cuando te encuentras un producto así, acción para lucimiento del prota cachitas de turno, esperas una sola cosa: acción sin pretensiones y entretenimiento.
Al menos, esas eran mis expectativas cuando he decidido echar un ojo a este peli, y la verdad que ni demasiada acción (con cuentagotas) y ligero entretenimiento que hace peligrar el filme si llega a durar 10 minutos más.
Historia lineal y vista, carencia de acción para mantenerte despierto, personajes típicos y con 0 carisma (qué desaprovechados están algunos actores en este filme). Cuando ves algo de "The Rock" al menos esperas que se luzca a tiros y mamporros, no que haga de sufrido padre con miedo a las explosiones y los tiros, por no hablar de que te venden desde el tráiler una película de acción trepidante para terminar dándote una intriga fallida y ramplona.
Al final ni llena ni cansa, y para echar el rato tampoco se puede pedir más viendo sus mimbres.
Momentazo...
Spoiler
"The Rock" iniciando su cruzada personal con una investigación rigurosísima en Wikipedia.
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Un 4.


"Pórtate como un hombre, joven Ridley. Por la gracia de Dios, encenderemos hoy en Inglaterra tal hoguera que confío en que nunca se apagará"



Mi "tuita": @trevo12eznik
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