Fase 7

[ÁngelNeg]

FASE 7

¿Dónde la he visto antes?

Cuando uno mira la cinta argentina Fase 7 (Argentina-2010), inmediatamente la mente busca ubicar a la brevedad -seguido acto de la frase “¿dónde he visto esto antes?”- el título adecuado para indicar que de allí proviene semejante ejercicio que tuvo buena aceptación en el Festival de Sitges 2010, sobretodo en el apartado de guión, que si bien no es original, sí es bastante ingenioso y divertido.

Nicolás Goldbart pues, desarrolla un guión lleno de elementos cómicos y catastróficos a la vez para con ello dirigir su ópera prima después de más de diez años en los que estuvo inmerso en el mundillo del cine desarrollándose como editor.  Aquí, Coco (Daniel Hendler) acaba de mudarse a su nueva casa con Pipi (Jazmín Stuart), su esposa embarazada de siete meses, cuando su edificio es puesto bajo cuarentena por la aparición de un virus mortal. Rápidamente el aislamiento trae aparejados problemas básicos, como la escasez de víveres, que ponen en riesgo la subsistencia de los vecinos, quienes se convierten en enemigos inesperados, tejiendo alianzas y urdiendo conspiraciones. Coco se ve obligado a una alianza con un vecino inestable y paranoico, pero muy bien preparado y pertrechado, para defender el contenido de su refrigerador y mantener a Pipi a salvo.

De buenas a primeras quizá no lo parezca, pero la similitud con [REC] es por demás idéntica exceptuando el género; y cuando algunos tienden a meter el nombre de Alex de la Iglesia en la mezcla, no están equivocados. De verdad, cuando uno ve esta cinta no puede dejar de pensar en qué pasaría si un día a todos los vecinos de los diferentes pisos del edificio de La comunidad, se tuvieran que quedar encerrados allí por una cuarentena de la que no saben absolutamente nada y en dónde empiezan a sugerirse teorías del caos y la conspiración. –Al que aquí redacta eso asimila en primera instancia-.

La cinta parece tomarse lo mejor de ambos géneros  y reformularse la historia en base a al caos y la conspiración justamente en una cinta cómica de horror que no funciona en combinación sino por géneros diferidos en momentos. Podemos reír a ratos para después lamentar la suerte de los protagonistas o seguirlos en su embrollo.

Y hacer lo anterior resulta sencillo, cuando lo carismático y la química de la pareja protagonista es excelente y fortuita. Hendler y Stuart hacen llevadera la trama contingente mezclada con sus problemas conyugales anecdóticos diarios. Se agradece siempre la presencia de Federico Luppi, claro que sí, pero su papel no supera al de los anteriores.

Personajes locos y locuaces, situaciones cómicas y comprometedoras, y eventos tan dispares, son bien acompañados de la divertida y puntual música de Guillermo Guareschi, y la colorida fotografía –desencajante para uno de los tonos del filme- de  Lucio Bonelli. Para nada una película imprescindible, pero sí de las que no se olvidan a la primera, debido al buen sabor de boca obtenido en su momento. Puede que ya la hayamos visto antes y hasta en diferentes ocasiones, pero Fase 7 no escapa a un divertido visionado bajo otra perspectiva.

7/10