Habemus Papam

Iniciado por reporter, 03 de Noviembre de 2011, 06:04:04 PM

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reporter

Habemus Papam


SINOPSIS: Después de la muerte del Papa, el Cónclave se reunió para elegir a su sucesor. Son necesarios varios votos antes de que se eleve el humo blanco. ¡Al fin se eligió a un cardenal! Pero los fieles que se han congregado en la Plaza de San Pedro esperan en vano la aparición en el balcón del nuevo pontífice. Este último no parece estar preparado para soportar el peso de tal responsabilidad.

CRÍTICA: El discurso del Papa

Después de la muerte del Papa, el Cónclave se reunió para elegir a su sucesor. Son necesarios varios votos antes de que se eleve el humo blanco. ¡Al fin se eligió a un cardenal! Pero los fieles que se han congregado en la Plaza de San Pedro esperan en vano la aparición en el balcón del nuevo pontífice. Este último no parece estar preparado para soportar el peso de tal responsabilidad. ¿Es angustia? ¿Depresión? ¿Miedo a no estar a la altura? El mundo entero pronto será presa de la inquietud, mientras que en el Vaticano, se buscan soluciones para superar la crisis...

Lleva largo tiempo desaparecido en combate el cine italiano. La que antaño fuera una cinematografía de referencia; una de las más importantes del mundo entero, parece haber caído en un sueño profundo y demasiado prolongado. Más que esto, es como si alguien la hubiera secuestrado y la hubiera enterrado bajo una montaña de caspa calenturienta. No hace falta mencionar los nombres y apellidos de los culpables, porque a estas alturas ya son conocidos por todo el mundo, de modo que solo hay que recordar que el poder está en el pueblo, y que de él depende que estos indeseables y su horda de secuaces dejen de perpetuar a la industria un daño que se antoja cada vez más irreparable.

¿Y cómo puede darse el milagro? Fácil, no solamente creyendo en los pocos disidentes que forman a día de hoy una más que esperanzadora excepción a la regla, sino también aguardando pacientemente el día de las elecciones (municipales, regionales, estatales... todo vale) para luego depositar en la urna nuestro voto, así como las esperanzas en que de alguna manera todo cambie. La cuestión es que, ya sea por motivos concernientes a la prensa rosa (de esto en el país transalpino saben demasiado), o bien por propósitos más elevados, hay que fomentar esa sana costumbre que es votar. Que el pueblo decida; que los mandatarios se maten los unos a los otros para conseguir el amor de los electores.

Cosas de la democracia (que es algo más que una excusa para invadir países de Oriente Medio, no lo olvidemos), y cosas de las mentes pensantes detrás del calendario de la cartelera, que parecen haberse puesto de acuerdo para que la temática de las elecciones aparezca en cierto modo en nuestras salas a pocas semanas de la celebración de los comicios en nuestro país. Ahí está para dejar buena cuenta de ello lo nuevo de una de las excepciones antes mencionadas, que empieza con una de las elecciones que más importancia siguen teniendo hoy en día... unas que, para verificar que todo ha ido según lo planificado, deben terminar siempre al grito de 'Habemus Papam'. Con esta célebre frase vuelve a la carga cinco años después de su último trabajo en solitario, el director, guionista y actor italiano Nanni Moretti.


El último trabajo del autor de 'La habitación del hijo' arranca con la muerte del Papa, lo cual, como todos sabemos, hace que la maquinaria del Vaticano se ponga en plena marcha. Toca llamar a ciento ocho cardenales repartidos por el planeta... y toca encerrarlos en una sala, evitando cualquier contacto con el mundo exterior, hasta que salga elegido el nuevo máximo representante de la Iglesia católica. Una responsabilidad abrumadora, plasmada en una algo obvia pero deliciosa escena en la que se oye alto claro el pensamiento unánime de todo candidato: "Dios mío, Dios mío... ¡que no me toque a mí!". Llámese modestia, llámese miedo al éxito... llámese síntoma de la mediocridad de unos tiempos marcados, entre otras muchas cosas, por la alarmante falta de líderes natos.

Pero por mucho que los asustadizos papables se esfuercen en agachar la cabeza, tarde o temprano acaba saliendo un elegido. Fumata blanca y... habemus problema. Porque sí, como indicaban los pronósticos, entre los muchos ocupantes del palacio papal, a priori nadie tiene lo que hay que tener para desempeñar el cargo de Sumo Pontífice. Sin remontarnos demasiado en el tiempo, si en la multipremadia 'El discurso del rey' le temblaba la voz a Jorge VI, aquí a Su -ficticia- Santidad le sucede lo mismo, pero con las piernas, las manos... y los nervios, y todo lo que se necesite para dirigirse a los miles de fieles que aguardan pacientemente en la Plaza de San Pedro, las palabras de su nuevo líder espiritual. Pero no hay manera. Siguiendo con la comparación... si en el filme de Tom Hooper el logopeda Lionel Logue acudía al rescate, aquí el salvador es un psicoanalista encarnado, cómo no, por el propio Moretti. El espectáculo está servido.

Lo mínimo que cabe esperar, y más teniendo en cuenta que lo primero que se le transmite al sufridísimo experto en las psiques atormentadas, es que tenga siempre bien claro que los postulados del Dr. Sigmund Freud son totalmente incompatibles con la concepción del alma. Una advertencia, antesala del derroche humorístico que está por llegar y que tiene su cumbre en una desternillante sesión entre médico y paciente en la que la intimidad, requisito imprescindible en todo tratamiento de estas características, es destruida (en una muy acertada metáfora de la transformación que acaba de conocer el protagonista, al pasar de ser una persona corriente, a algo similar a un actor de teatro, por ejemplo) por una legión de hombres de Dios, siempre atentos a las intervenciones de ambas partes, por si se tuviera que censurar cualquier declaración.

Moretti apunta muy alto; hacia la omnipotente Iglesia, y lo hace con precisión, mostrando una vez más que es un maestro del equilibrio entre comedia y drama. La lástima es que no sepa concretar la jugada, quedándose en la anécdota, antes que en lo que prometía ser una interesantísima reflexión del hermetismo de la Iglesia. La deseable acidez de diluye en graciosos partidos de voley y escapaditas varias del Vaticano. Dicho de otra manera, 'Habemus Papam' no es todo lo hiriente que cabría esperar, pero es simpática, lo cual es un arma de probada eficacia para ganarse el cariño del público. Un logro insuficiente para unos, y satisfactorio para muchos otros. Ya lo tienen las votaciones, que evidencian que nunca llueve a gusto de todos.

Nota: 6 / 10
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Banacafalata

Con 'El Caimán' Moretti lanzó una crítica feroz contra el gobierno de Berlusconi, pero sorprendiéndonos con una narrativa elegante y haciendo que cada comentario y crítica hacia el presidente del gobierno italiano quedase totalmente justificado por lo que hay se estaba tejiendo, insertado a la perfección en una película dentro de la película dónde el mismo realizador se reservaba el papel del actor que daba vida a Berlusconi. La reprobación de ciertos sectores católicos a su nueva película 'Habemus Papam', la siguiente en su filmografía tras el breve parón con 'Caos Calmo' y echar una mirada atrás hacia ese caimán nos podría hacer pensar que estamos de nuevo ante un Moretti igual o más crítico que el de su anterior película, pero nada más lejos de la realidad el director italiano nos sorprende con una película que guarda un tono cercano al de sus primeros trabajos (es imposible no acordarse de 'La Misa ha terminado', no sólo por tratar temas cercanos a la iglesia, en aquella ocasión Moretti trataba con un cura buscando la fe y ahora lo hace con un Papa que se busca a si mismo) pero sin dejarse caer en el exagerado surrealismo y con la coherencia narrativa que con el paso del tiempo el realizador ha ido adquiriendo.

Habemus Papam arranca formidablemente, en el vaticano están seleccionando al nuevo máximo pontífice, la elección se alarga y finalmente consiguen cerrar una votación con un resultando sorpréndete e inesperado (¡En las apuestas se pagaba 90 a 1!). El problema con el nuevo Papa al que encarna un genial Michel Piccoli, llega cuando se tiene que presentar ante los fieles que se han congregado en la plaza de San Pedro. En ese preciso momento al nuevo Papa le da un ataque de ansiedad provocado por la responsabilidad de su puesto, la solución para ayudarle será llamar al más famoso psicoanalista italiano (el propio Nanni Moretti) que por si fuera poco también es ateo. La premisa inicial es brillante pero es de agradecer que luego no naufrague y consiga mantenerse.

Moretti decide dividir la historia por dos lados, por un lado tenemos la que protagoniza Piccoli, que decir que está brillante sería quedarse corto, una la historia de un hombre completamente perdido en busca de una identidad que pese a su edad es incapaz de encontrar y que ante la gran responsabilidad que quieren cargarle sobre las espaldas es incapaz de tomar una decisión. Moretti antepone al ser humano a sus creencias pero sin hacer que éste se las tenga que rebatir, la lucha va contra sí mismo y el saber cual es realmente su lugar y si está preparado para cargar con esas grandes responsabilidades. La mirada que lanza Moretti es sincera, afectiva y emotiva. Pero lo que Moretti no busca aquí no es simplemente el retrato de esa persona y la continua búsqueda del ser, si no una mirada divertida hacía lo que ocurre dentro de los muros de la iglesia, lo hace con la ironía y mala leche que nos tiene acostumbrados, contándonos esa forzosa encerrona que mantiene dentro del propio vaticano a todo el cónclave y también al psicoanalista, tirando un poco de su típico surrealismo, mucho más comedido que en los inicios y por supuesto de su habitual verborrea.


Es cierto que se le podría decir a la película que tiene cierta torpeza a la hora de avanzar una vez pasado su comienzo, pero Moretti parece bastante consciente de ello, no le importa que unos queden parados y otros vayan a paso de tortuga si la historia finalmente consigue llegar a su destino como así hace. Y lo hace de manera admirable, sin dejarse caer en la provocación barata ni tratando de criticar cualquiera de los archiconocidos problemas de la iglesia actual, pese al confeso poco cariño que le profesa. Moretti se monta su propia iglesia, su propio conclave y su propia historia, su intención no es hacer daño si no quedarse con lo que cuenta, y eso muchas veces también es digno de admiración.

Es cierto que no estamos ante el mejor Moretti, pero el realizador de Caro Diario vuelve a firmar otra buena película que se une a su extraña y fantástica filmografía, en la que además mezcla con soltura las dos facetas con las que mejor ha trabajado en los últimos años, el retrato intimo de personajes y el humor que ha salpicado a su cine desde sus inicios. Podemos gritar sin temor a equivocarnos (y sobre todo con la seguridad de que no se quedaría sin palabras): "Habemus Moretii".

Lo mejor: ¿Un Papa sufriendo un ataque de ansiedad antes de salir por primera vez en público? ¡Es brillante!
Lo peor: En ciertos momentos se atasca y parece no querer avanzar con el beneplácito de su director.
Nota: 7
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Sullivan

La película es muy interesante, pero le falta desarrollar del todo las ideas, salen personajes y tramas que se quedan en nada (empezando por el psiconalista, que tiene mucho que ver en la trama y sobretodo, habla mucho con el papa......). Eso sí, a pesar de ofrecer su crítica de manera muy sutil (con grandes metaforas como la del teatro...), creo que su problema esque resulta demasiado floja en ese sentido, y esque no ataca directamente y acaba siendo muy "ligth".

Para culminar, un impresionante final, grandioso, pelos de punta.

Un 6
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Banacafalata

#3
Cita de: Sullivan en 09 de Noviembre de 2011, 10:49:18 PM
(empezando por el psiconalista, que tiene mucho que ver en la trama y sobretodo, habla mucho con el papa......)

No entiendo bien a que te refieres con esto, sobre todo con lo de trama que se queda en nada, de hecho es genial el juego que se monta Moretti encerrando al que debería estar libre y liberando al otro, e incluso haciendo que el psicoanalista disfrute de la situación.

No creo que haya ninguna crítica a la iglesia, ni que debiese haberla, (de hecho más que crítica a la iglesia, lo que en realidad si hay es una fuerte crítica política) el uso del teatro no lo veo como un intento de llamar a la iglesia teatro ni mucho menos, si no más bien es lo que le queda a ese hombre para encontrarse a si mismo, siempre quiso ser actor, pero nunca pudo, posiblemente sean sus últimos momentos de libertad si finalmente acepta lo que le ha tocado, y el hecho de tropezarse de nuevo con el teatro es una forma de volver a encontrar a esa persona que era en su juventud.

Por cierto, ¿es la primera de Moretti que ves?
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Ludovicum

Me ha picado la curiosidad y la voy a ver aunque haya pasado desapercibida para mí.


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romn.pastor

Moretti lanza una crítica feroz contra el Vaticano y ya esto es mucho
voto: 7
saludos a tod@s
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Tyrion

Pues a los que les guste criticar a la iglesia, disfrutarán un rato, pero a mi (que me es absolutamente indiferente esa institución) me ha parecido una medio película de un vago. Me ha prometido mil y una cosas en los primeros 20 minutos y al final no me ha dado nada o casi nada.
Spoiler
Moretti un día vió "El discurso del rey", le moló, como buen italiano se imaginó que esto podría encajar bien con el papa y le salió la idea inicial. Luego, una vez que tenía la idea, pensó que no hacía falta desarrollarla, que se podían presentar cien personajes sin rematar NI UNO SOLO de ellos y acabar la peli como una chapuza. Lo siento mucho, pero es lo que me ha parecido: como cuando un niño que sabes que es superdotado te saca un 5 raspado. Sabes que es por vaguería, no porque no pueda.
Lo mejor:
-algun dialogo y situación dentro del Vaticano (partida de cartas, discusiones con el psicoanalista...)
-la atmosfera parece muy conseguida
Lo peor:
-Lo dicho arriba, una gran idea no llevada a buen término.
-Se quedan casi todos los personajes más o menos importantes "colgando" (que pasa con el psicoanalista? y su exmujer? y el camarlengo? y el cardenal aleman? y...?)
[close]

5/10
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Banacafalata

#7
Pero es que no hay ninguna crítica a la iglesia, la crítica que hay en la película es una crítica política no religiosa y ataca a cualquier organismo de poder con fuerza (y lo importante de ésta es que Moretti no construye la película alrededor de la crítica, si no que la inserta dentro de la historia como hacia con El Caiman).

La comparación con El discurso del rey no la veo por ningún lado, primero por decir lo de que un día vio El Discurso del Rey y decidió hacer esta película cuando son casi simultaneas y aunque es cierto que arrancan por el mismo sendero, dos personas que tienen que ocupar un cargo importante de forma inesperada y sin estar preparados, pero luego van por caminos diferentes, la de Hooper es una historia de superación personal, el motivo por el que el rey no puede dar su discurso no es simplemente por no estar preparado, es por miedo a una tara personal que deberá superar, mientras que aquí el papa necesita encontrarse a si mismo, no cree que merezca tal responsabilidad y por eso debe realizar ese viaje que le lleva de nuevo a conocer la vida. Aparte de eso luego en la forma no tienen nada que ver.
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Tyrion

Por supuesto que lo de que vió "El discurso del rey" lo digo sin ningun fundamento, ni idea de si se hicieron a la vez o no (el estreno fue desde luego en años diferentes). Pero sí que recuerda en el planteamiento a ella, un tío al que le cae una responsabilidad sobre los hombros que le sobrepasa y que no es capaz de ponerse ante el público en un momento crucial.
Y que no haya una critica a la iglesia en realidad lo veo como un defecto, no como una virtud. Porque toda la película me da esa sensacion de "la puntita nada más". Mete y no mete. Todo muy superficial, muy liviano, sin profundizar ni desarrollar ni preocuparse por cerrar los hilos abiertos.
Que conste que a ratos la he disfrutado, pero cada vez que me reía con un buen chiste o situacion, me quedaba como pidiendo "Va, dale, ánimo, sigue por ese camino...". Y se jodía otra vez.

Es un 5 puesto con mucha rabia por lo que pudo ser y no fue, la verdad. Como lo que decía de castigar a un niño muy dotado para los estudios que te viene a casa con un aprobadillo por haber sido vago.
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Banacafalata

El Discurso del Rey se estreno el año pasado en Septiembre en Toronto, Moretti estreno ésta este año en Cannes, aunque la viese allí no le habría dado mucho tiempo xD.

Como dices, sí, eso es similar, pero ese es solo sobre lo que se empieza a construir, luego son totalmente distintas y no veo por que el hecho de que no haya crítica tiene que ser algo malo, no hay crítica por que no hay necesidad para la historia que quiere contar, en realidad todos los parrocos que salen son buena gente, pero es que no busca en ningun momento criticar.
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