The Way

Iniciado por Wanchope, 18 de Noviembre de 2010, 09:01:05 PM

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Wanchope

The Way
(The Way)



SINOPSIS:
Tom Avery (Martin Sheen) es un reputado oftalmólogo que vive en California. Un día recibe una llamada desde Francia en la que se le comunica que su hijo Daniel (Emilio Estevez) ha fallecido en un temporal en los Pirineos. A pesar de que la relación con él nunca fue muy buena por tener una visión opuesta de la vida, Tom está desolado y viaja a Francia para recuperar a su hijo. Allí descubre que Daniel comenzaba a hacer el Camino de Santiago y decide hacerlo por él.


CRÍTICA: Caminante no hay camino, se hace camino al andar

Casualidades de la vida, o no, este mismo verano un servidor tuvo ocasión de en compañía de un par de amigos estrenarse en esto que se ha dado por llamar el Camino de Santiago. Concretamente, mis pies y mis piernas fueron por la variante conocida como el Camino Primitivo, en el cual se recorren los aproximadamente 330 kilómetros, con alguna que otra (jodida) montañita entremedias, que hay desde Oviedo hasta Santiago de Compostela, travesía que solventamos en 11 días. Y si algo aprendimos de dicha caminata fue que los kilómetros asturianos y gallegos los tienen más cuadrados que cualquier otro kilómetro del mundo que yo haya tenido el placer... y poco más que decir, ni me cambio la vida ni me hizo perder peso.

Precisamente convalidar mis experiencias eran uno de los motivos principales que me atraían de 'The Way', nuevo trabajo como director y guionista de Emilio Estevez, ex ídolo juvenil reconvertido a realizador que con 'Bobby' había mostrado hechuras de un cineasta con posibilidades. También la presencia en pantalla de un veterano como Martin Sheen, de padre gallego y siempre recordado por esas 'masterpiece' interminable que es 'Apocalipsis Now', suponía de entrada un indudable aliciente para probar suerte con esta road movie que, finalmente, y por mucho que pretenda estar en constante movimiento, no nos conduce hacia ninguna parte que merezca especial interés, quedando reducida finalmente a poco más que una tv-movie prescindible y olvidable por más que su visionado no sea tampoco especialmente molesto salvo detalles puntuales.


Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

Me he permitido la licencia de incluir un extracto de este poema no ya sólo por rellenar la crítica, seamos sinceros, que también, sino fundamentalmente porque en la brevedad que a mí siempre me suele ser esquiva Machado sabe explicar perfectamente lo que podemos esperar de esta producción española conocida como 'The Way', traducción al castellano del original 'The Way'. Dejando de lado su representación más o menos verídica en torno al Camino de Santiago real, algo que habida cuenta de la infinidad de lecturas posibles viene a ser una empresa verdaderamente inútil y aburrida, esta 'The Way' carece de la solidez dramática que se requiere para conducir a buen puerto un relato con expectativas sentimentales pero al que, entre otras cosas, su cuerpo de telefilme le impide cumplir con una ambición moderada y humilde, pero igualmente lejana a sus posibilidades. Una muestra más de una de esas cintas cuyo un visionado culmina con la más absoluta de las indiferencias merced a la combinación de un guión artificioso, que carece de una estructura definida y un motor dramático convincente, y de una narración más bien plana que se pierde por intentar abarcar una universalidad mal aplicada.

Irregular en su narrativa, inconsistente en sus objetivos y vulgar en su puesta en escena, a la que sólo viene a salvar el paisaje de fondo, 'The Way' no obstante evita caer en buena medida en el riesgo de las redes del panfleto turístico de lo que vendría a ser la imagen romántica e interesada del objeto de deseo, en este caso el Camino, pero sin perder por ello su deuda con quién al fin de cuentas paga parte de la factura. Su condición de road movie, de película en movimiento, resulta un escoyo para mantener todas sus partes unidas a pesar del efectivo trabajo de sus cabezas de cartel, quiénes logran mantener vivo el relato hasta los créditos finales por más que algunos pasajes y apuntes chirríen sobremanera en una narración poco inspirada que no es capaz de hacer valer su propuesta como una película "de verdad". Dicho de otra manera, por mucho que el camino se haga al andar, y evidentemente en la película se anda de sobra, para que los pasos tengan un valor hace falta que la pisada deje huella, y en este 'The Way' el recuerdo es tan efímero que sólo la experiencia propia puede mantener en el recuerdo un film por el que poco camino merece la pena andar.

Nota: 4.0


Lo Mejor:
- Los recuerdos que la proyección pueden evoca, según el caso.

Lo Peor:
- Navarra, ¿... parte del País Vasco?

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~ΣDU~

Cuando Emilio Estévez y Martin Sheen estuvieron en 'El Hormiguero', me documenté sobre el proyecto y no pintaba mal. Lo malo es que ahora leo tu crítica y otras más por ahí y me estoy llevando un bajón tremendo.

Aquí otro que se ha hecho el Camino y dos veces (una de ellas desde Roncesvalles) y que sabrá cuando la vea si lo que se muestra difiere mucho de la realidad. Para los que les interese este rollo, les podría recomendar 'Camino de Santiago' (1999) con Anthony Quinn y Charlton Heston como estrellas invitadas, pero está horriblemente infravalorada.


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Ludovicum

Estás muy rata ultimamente con las notas Wancho cuando tú antes las inflabas todas.  :burla


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Wanchope

Cita de: Ludovicum en 19 de Noviembre de 2010, 10:18:23 AM
Estás muy rata ultimamente con las notas Wancho cuando tú antes las inflabas todas.  :burla

Jodo, pues hace tan sólo una semana le dí un 6,8 a 'Imparable'...  :alegre
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Ludovicum

He reconocido algún que otro camino, no así los albergues donde estaban porque no han coincidido en los que yo estuve  :poss. Me ha parecido una película bastante notable al principio y se desinfla cuando conoce al gordo y luego a la rubia. De todas se hace muy entretenida para las 2 horas que son. Un 7.


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Legendary

No te preocupes Wancho, a mí también me pareció una tomadura de pelo esta película, no engancha en ningún momento, tonterías por doquier como la borrachera de Martin Sheen, y el camino no termina en Muxía cojones, como hay que decirlo, el fin del camino de toda la vida es Finisterre, que es justo donde yo vivo  :guay
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Ludovicum

El fin del camino es Santiago. Aquí y en la China Popular.


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Legendary

Que va, se lo vas a decir a un fisterrán jajaja
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Ludovicum



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Wanchope

De toda la vida no... el camino de Santiago acaba, como no podía ser de otra manera, en Santiago, pues por algo se llama así. Otra cosa es que de un tiempo a esta parte, como tradición y/o costumbre, se haya adoptado como parte del camino ampliar en dos o tres días más la ruta y alcanzar Finisterre para contemplar la puesta de sol y todo lo demás... pero no deja de ser una costumbre relativamente moderna. Pero lo dicho, el camino de Santiago, como tal, llega hasta la tumba del Apóstol‎.  :poss
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Legendary

Lo que cuenta es que no termina en Muxía. Esta película sigue siendo una tomadura de pelo.
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Amármol

tambien digo yo que barcelona es el barrio maritimo de sabadell, no te jode...
Vive cada día como si fuera el último, porque un día será verdad. (Cassius Clay)

I am watching you!
VISITA LA WEB
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~ΣDU~

La interpretación del padre salva la inoperante dirección de su hijo

Siempre hay algo que chirría cuando vemos una película con la banderita de Estados Unidos como país de producción y en donde la mayor parte de la acción discurre dentro de nuestras fronteras. Digo esto primero porque el problema básico de 'The Way' es la superficialidad de su conjunto y la extraña sensación de haber visto una -fraudulenta- guía turística sobre el Camino de Santiago y no un drama al uso como se nos vendió en el tráiler. Aún así, atémonos las botas y pongámonos la mochila para acompañar a este oftalmólogo de California, un tanto cascarrabias, que acaba de perder a su hijo debido a un accidente en los Pirineos nada más empezar éste a hacer el Camino de Santiago.

Para un servidor como yo que ha hecho el peregrinaje hasta Santiago de Compostela en dos ocasiones, la película ha supuesto algún que otro insulto hacia la verdadera esencia del Camino. Tristemente, Emilio Estévez o no ha sabido documentarse a fondo (supuestamente dije que parecía más una guía turística que un drama) o se le ha sudado directamente no hacer hincapié en los verdaderos detalles que dan vida a esta mítica y sagrada ruta de peregrinaje que acaba donde se encuentran depositados los restos del apóstol, no en Finisterre. San Google me dice que Estévez sí que ha hecho el Camino, ergo algo no me cuadra o simplemente ha hecho así la película para dotarla de más "espectacularidad", aunque sigo sin entenderlo. Hay tantas cosas, algunas "microscópicas", que mean fuera del tiesto, que me veo en la obligación de comentarlas para que todo el mundo se dé cuenta del pitorreo de algunas escenas y situaciones.

La broma empieza al principio... ¡las credenciales están sacadas de una imprenta china o qué! Tan sólo se deja ver una auténtica, el resto tan falsas como el bigote de Groucho Marx. Luego tenemos la desfachatez de ver cómo un albergue (regentado por Ángela Molina) abre a un peregrino en medio de la noche, por no hablar de la peripecia de Martin Sheen de dormir al raso en medio del bosque en pleno invierno. La veracidad se va restando a pasos agigantados cuando vemos al protagonista de 60 años largos, sin preparación alguna, sin mostrar ni una pizca de agotamiento. Como quien no quiere la cosa, oye... incluso sus piernas se atreven a llevar mejor cadencia que las de sus compañeros de fatiga (adultos entre 30 y 40 años). La guasa sigue al ver que ¡van andando en vaqueros! Aunque creo lo más desastroso de todo, y por la razón primera de que el Camino pierda su esencia en la película, es ver cómo se meten tales homenajes para el cuerpo. Un día un buen estofado al lado de la chimenea en un albergue muy cuco, otro día una suculenta cata de vinos en el descanso de una etapa o directamente la pernoctación en un auténtico hotelazo sin escatimación en lujos. Todo esto es cuando a Martin Sheen no le da por dormir al raso a riesgo de caer muerto por una pulmonía. Señor Estévez... sepa usted que durante todo el Camino se duerme dentro del saco de dormir y más del 95% de los peregrinos lo hacen en albergues municipales que -obviamente- están exentos del mínimo lujo. Demasiadas inventadas en el mismo lote, aunque seguramente el gran público que no ha tenido la suerte de aventurarse en el Camino no sé de cuenta, para eso está este pequeño párrafo desmintiendo mitos falsos que pueda crear el filme.

El argumento, y con ello el guión, están totalmente capados desde el inicio, nada nos pilla de sorpresa. El tráiler, aunque es muy bueno, nos casca toda la película. Con los cartuchos quemados, y sin esperar que ninguno arda, el guión tampoco satisface. Creo firmemente que con esta preciosa historia se podría haber hecho muchísimo más. Un aspecto claro que creo que está desperdiciado ha sido la fotografía, y es que con tantos bellos parajes con los que cuenta el Camino de Santiago Francés, la fotografía es algo mediocre. Los planos cumplen pero no dan la sensación de esplendor. Por su parte, la banda sonora, capricho de Emilio Estévez con canciones que no pegan ni con cola, también causa indiferencia.

Los personajes no están estereotipados pero caen mal... así, como lo digo. Al menos no he sentido ningún apego por el escritor en horas bajas ni por el holandés pesado (en ambos sentidos). Quizá alguna charla íntima entre el protagonista y la tiparraca sean de interés, pero muy poca chicha la verdad. Otra cosa que me ha molestado ha sido la sospechosa coincidencia con el idioma. Acepto que el americano, el irlandés, la canadiense y el holandés compartan el inglés, pero ver -por "exigencias" del guión- a un árabe o a una cuadrilla de vascos que sepan hablar inglés... Lo que más tirria me dio fue el episodio a los pies de la Catedral de Burgos, de cómo en un par de metros de "frenética" persecución, las calles de Burgos se asemejan a las de un pueblecillo (un intento más por desprestigiar a España). Esto me lleva a la escena de los gitanos... que me abstendré de comentar por vergüenza ajena. La conclusión que voy sacando de todo ha sido de ver una España estancada en el tiempo y que por culpa de estos americanos jamás se quitará los tópicos de encima (si hasta sale un vasco cogiendo un mantel rojo a modo de capote, no me jodáis).

Como dejé caer al principio, en dos ocasiones me he sentido peregrino de verdad: una vez a través de mis botas y otra a través de las ruedas de mi bici. En mi opinión ambas formas son muy dignas, lo digo porque en un momento de la película se insinúa que realizar el Camino en bicicleta es falso y deshonroso. Tal despropósito no me ha hecho dudar para darla algo más que un aprobado, porque hoy seré bueno. Aunque la lectura de la crítica no deje muy bien a muchos aspectos de la cinta, ésta me ha evocado en todo momento recuerdos de mi peregrinaje: el cartel en Roscesvalles que indica los kilómetros a Santiago (790), el casco histórico de Pamplona, La Cruz de Ferro, el Monte do Gozo o los miles de senderos recorridos; de las llanuras de Castilla a la frondosidad gallega pasando por los miles enclaves turísticos de parada obligatoria para el caminante. Una película que sabe terminar emocionando a pesar de su excesiva duración y en la que vemos toda una redención protagonizada fabulosamente por el mítico Martin Sheen. Una experiencia gratificante con espíritu aventurero (aunque a veces falso) que se deja ver bien, aunque el chute de inventadas que se marca Estévez es de órdago.

Nota: 5.50/10


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Legendary

Si yo no digo que el camino acabe en Fisterra, pero acaba en Muxía?
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Turbolover1984

#14
Una crítica más corta y ligera de lo habitual porque hace ya que la vi y cada vez la tengo más distante en la memoria y por ello entro a comentarla hoy que tengo tiempo y algo de ganas sin más dilación.

Una película que parece más bien un documental en plan campaña publicitaria para vender el camino de Santiago y realmente cumple su objetivo porque me han dado ganas de ir.

Como ya es sabido, el camino trasciende lo religioso y es más una experiencia personal que hace gente de toda religión, raza y condición y una aventura para conocer a gente durante el mismo como parte de esta experiencia, cosa que la película nos muestra a la perfección.

Martin Sheen (de lo mejor de la cinta sin duda su actuación) dirigido por su hijo Emilio Estévez (y que hace de hijo también en la cinta) es un dentista apegado a la rutina que al enterarse de la muerte de aventurero su hijo al iniciar el camino decide completarlo por él y expandir sus cenizas a lo largo del mismo.

Por el camino conocerá a variopintos personajes con distintas historias y motivaciones para hacer el camino, que aunque ninguna llega a impactar o emocionar o tener un carisma extraordinario como personaje o la historia que nos cuenta, si resultan muy agradables y cercanos, con un mensaje muy bonito sobre la amistad y en general sobre como ya he dicho la renovadora experiencia que puede resultar el camino.

Aunque no les pasen cosas extraordinarias a los personajes todo está dentro de un contexto agradable, ameno y como resultado en un visionado idem pese a pasar de los 120 min.

Hay gente que porque los americanos fallen en una simple escena en una película por desinformación sobre España ya condenan una película entera como si les hiriera en el orgullo patrio propio. Aquí tenemos alguna que otra columpiada pero no voy a cargar contra ella por eso, tampoco me parecen exageradísimas o flagrantes.

Lo que más "gracia" me hizo en este sentido es el barrio gitano en medio de la ciudad al que no se atreve ni a entrar la policía pero que realmente está habitado de las gentes más honradas y hospitalarias que te puedas encontrar.

Como digo, un bonito viaje que te hace vivir el camino y tener ganas de recorrerlo. Un 6.2
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