Exit Through the Gift Shop

Iniciado por reporter, 05 de Octubre de 2010, 12:11:08 PM

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reporter

Exit Through the Gift Shop


SINOPSIS: Narra la historia no de Banksy, el más aclamado de los graffiteros de todo el mundo, sino del hombre que, con una cámara, sigue a Bansky, capturando cómo éste hace su famosas creaciones callejeras.

CRÍTICA: Las calles son nuestras

Aviso importante: ésta no es una película sobre Banksy. O quizás sí, pero seguro que no lo es de la manera que lo esperaba la gran mayoría. Al fin y al cabo, ¿cómo se puede filmar a un fantasma? El falso (luego ya entraremos en esta consideración) documental que lleva como título la intrigante frase de 'Exit Through the Gift Shop', que traducido literalmente vendría a ser algo como "Salida por la tienda de regalos" (en referencia a la clásica manera de abandonar cualquier museo que se precie), más que tratar sobre el más famoso de los graffiteros, es una cinta hecha por él. Dirigida, escrita... completamente concebida por él. Así lo dice su voz metalizada: "Ésta es la película sobre el tío que quería hacer un documental sobre mí. Lo que pasa es que yo no era suficientemente interesante". Ahí va la primera mentira de una larga serie.

Y que nadie se haga el sorprendido/ofendido, pues del maestro del trampantojo y de otros espejismos visuales sólo podía esperarse un gran y maravilloso engaño. De modo que, superado el primer chasco, no nos queda otra que seguir los pasos del susodicho "tío que quería hacer el documental sobre Banksy". Thierry Guetta, rechoncho padre de familia de origen francés pero residente norteamericano desde hace tiempo, comerciante de ropa y enfermo de dos obsesiones que siempre le acompañan: el arte callejero y filmar absolutamente todo lo que pasa a su alrededor. De esta combinación nace un relato cuya -falsa, otra vez- apariencia de divertimento naïf no permitirá apreciar a algunos unas aguas ciertamente profundas en las que se esconde mucho más que la simple búsqueda del ídolo anónimo.

Es de agradecer pues que, en lugar de satisfacer nuestra curiosidad morbosa (y por lo tanto, poco relevante) concerniente a los datos más banales sobre Banksy, se nos instruya sobre temas que sí merecen ser estudiados a fondo. En vez de recibir datos insustanciales sobre el lugar exacto de nacimiento del graffitero o su infancia, se nos ilustra con mucha gracia sobre por ejemplo qué es lo que realmente significa el conocido como street-art. En cuanto a la forma, lejos de la clase magistral cargante, se apuesta por mostrarnos una historia que, por empática y extravagante, atrae nuestra atención sin ningún problema, al mismo tiempo que quedan en nuestra memoria lecciones y conclusiones (por mucho que se nos asegure que las vivencias de Thierry Guetta no tienen ninguna moraleja... he aquí otra mentira) sobre el arte en general, este mundo/negocio en el que cada uno -erudito o cretino- se cree poseedor de la única opinión válida.

Tenemos una nueva y cada vez más consolidada forma de expresión surgida de la mezcla explosiva del pop art (la sombra de Andy Warhol sigue siendo muy alargada) y el arte conceptual (ahí está la herencia de Christo Javacheff en la voluntad de transformar creativamente nuestro entorno). Lo que muchos consideran todavía vandalismo, otros lo ven como la revolución artística definitiva. Pregonaba Francis Ford Coppola al final de aquel absorbente testigo de su carácter obsesivo titulado 'Hearts of Darkness: A Filmmaker's Apocalypse' que llegaría el día en el que "una chica gorda de Ohio se convertiría en la nueva versión de Mozart al filmar una auténtica obra maestra con la cámara de su padre... y así el llamado profesionalismo en el cine moriría, de modo que por fin podríamos hablar de verdadero arte." Dicha profecía, aunque no remota, merced al boom de las producciones low-cost, no ha llegado todavía al celuloide... pero sí a la calle.

Como muestra el acertadísimo prólogo, con la voz de Richard Hawley recordándonos irónicamente aquello de que "las calles son nuestras", gente como Shepard Fairey, Space Invader, Mr. Brainwash (¿?) o el propio Banksy se mueven en la sombra de la noche para evitar ser vistos por las autoridades mientras están dando a luz su nueva criatura. Cuando llega la luz del día, algunos viandantes olvidan por un momento sus preocupaciones y sonríen al ver una cabina telefónica herida de muerte al ser brutalmente empalada; el equipo de un prometedor político que debe darle un baño de renovadora esperanza a la primera superpotencia mundial, acierta al ver en las obras de uno de estos "gamberros" una capacidad comunicativa colosal... y por supuesto, los museos se debaten entre escandalizarse y ponerse manos a la obra para encerrar en sus muros estas obras. Primer síntoma de la esquizofrenia colectiva que padecen estos tiempos virales.

Pero si los peces gordos no consiguen salir del dilema, lo mismo puede decirse de los artistas, que si antes se rebelaban ante tanto elitismo, ahora no ven con tan malos ojos el que el fruto de su esfuerzo esté bien resguardado, evitando así la condena a lo efímero dictada por su anterior exposición a la intemperie. Si además con la experiencia consiguen fama y fortuna (porque sí, todo es susceptible de ser comprado), el caramelo hace salivar aún más. Que tire la primera piedra el que no se haya sentido tentado por tal horizonte. En medio de este caos, mueve los hilos con irreverencia, frescura, sentido auto-paródico y mucha clarividencia un hombre inidentificable que, al igual que el Orson Welles de 'Fraude' (por temática y discurso, la hermana mayor de 'Exit Through the Gift Shop'), oscila constantemente entre la verdad y el engaño para servir a propósitos mayores: reflejar el anárquico estado actual del arte, reflexionar sobre todo lo que ha aportado su figura a este enloquecido siglo XXI, mostrar las hábiles y afiladísimas zarpas del mercantilismo, de las que nadie escapa... ¿Seguro que no hay moraleja?

Nota: 7,4 / 10
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Turbolover1984

#1
Para todos aquellos que le encuentran el sentido hasta al arte más raro y para aquellos que creen que son cosas sin sentido que puede hacer hasta un mono borracho y que consideran absurdo que la gente pague millonadas por ello. Para skaters grafiteros y para estirados que solo ven actos vandálicos. Para todo tipo de público está hecho este sorprendente documental que te atrapa y transmite como no me hubiera imaginado.

No estamos ante un documental soporífero que se pasea por museos con música clásica y hombres con monóculo ni tampoco uno sobre raperos con largas cadenas de oro que pintan grandes letras ilegibles con sus sprays.

Bansky con voz modificada y rostro oculto nos dice que un tal Thierry Guetta intentó hacer un documental sobre el arte callejero y este es un documental sobre la obra del citado. Un hombre con no muchas luces que obsesionado con capturar cada momento del día aunque luego lo acumule cual enfermo de diógenes sin darle uso, se dedica a ir cámara en mano a todos sitios. Olvidándose del cuidado de mujer e hijos, encuentra su vocación en seguir y filmar a los artistas callejeros, empezando por su primo y sumando compañeros de aventura cada vez más numerosos y conocidos, convirtiéndose en un complemento indispensable y parte del movimiento del arte urbano.

Poco a poco vemos el avance del personaje, pasando de testigo del arte a productor del mismo y todo en clave de falso (?) documental cargado de ironía, sátira y auto-parodia del mundo de la fama en particular, del arte en particular empezando por los artistas del tres al cuarto, los chupópteros del mundillo, los que buscan enriquecerse, los que compran como borregos por cantidades exageradas solo porque su amiga la rica también lo ha comprado y un largo ect en una crítica inteligente que se puede extrapolar a la sociedad actual y mútiples aspectos de la misma.

Para un profano del mundo del arte como servidor, le ha resultado una de las obras más refrescantes del año, sin duda. Un 7'4. Banksy es un artista, con mayúsculas.

P.D. La cinta seguramente si defraude a los más curiosos que esperen detalles de la vida del misterioso artista o incluso que enseñe su cara. Nos habla de parte de su obra y la de otros artistas, de su modo de ver el mundo del arte, incluso diría su forma de ver en muchos aspectos la vida y me parece más importante que un desenmascaramiento morboso.

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reporter

X fin puedo comentarla con alguien :alegre!

A ver, sí o no... lo d Thierry Guetta/Mr. Brainwash te lo crees?
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Turbolover1984

Pues aunque alguna cosa me olía a chamusquina al acabar de verlo creia que si, pero busqué y en algunas webs lo ponen como falso documental y otras comentan que es una especie de Borat el personaje, por lo que parece que la mayoría apuntan a que es inventado.
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reporter

Eso es lo q creo yo... Lo d Mr. Brainwash me huele a puro camelo. Ojo, d ser finalmente así, no haría más q confirmar la grandeza d Banksy :obacion.
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Jason

Todo es mentira. Y Banksy señala con el dedo y se ríe de ello(s)

8/10
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ZesT

Me ha gustado mucho, la verdad. Yo me he quedado un poco de piedra cuando empieza el boom de Mr. Brainwash, que triunfó y vendió obras por valor de más de 1 millón de dólares... vaya puntazo de Banksy, no? que crack. jejeje

Un 7.
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~ΣDU~

La perroflautada del año. Un 3.50 por lo irónico que resulta todo al final..., pero vaya paquetazo.


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El Nota

No veo el paquetazo por ningún sitio :poss Es más, veo la película como de lo mejorcito que nos ha dejado este año recién acabado 2010. Al fin algo original, honestísimo y refrescante, un verdadero ejercicio de entretenimiento con carga sociológica. No es sólo un falso documental sobre la vida de alguien que quiere hacer un documental sobre Banksy, es un estudio antropológico, es una reflexión sobre el arte contemporáneo, una ridiculización de las masas, lo que usted quiera, oiga. Ojalá hubiera podido verla en el cine, porque la sorpresa en pantalla grande y las posteriores charlas con los compis o acompañantes seguramente le habrían subido algún puntillo a esta joyita. Referente a lo de Mr. Brainwash yo creo que es un fakeazo importante, lo que no deja de hacer aún más irónica esta gran farsa. Grande, muy grande.

7.5/10
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