La prostituta (1927)

Iniciado por El Nota, 02 de Julio de 2010, 03:46:39 PM

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El Nota

LA PROSTITUTA
(PROSTITUTKA)


TÍTULO ORIGINAL: Prostitutka

PAÍS: URSS

DIRECTOR: Oleg Frelikh

GUIÓN: E. Demidovich, Noi Galkin

REPARTO: Olga Bonus,  Mark Donskoy,  L. Krasina,  Ivan Lagutin,  Aleksandr Ledashchev,  Vera Orlova,  E. Sheremetyeva,  P. Tamm,  E. Toeplitz,  E. Yarosh,  V. Yaroslavtsev

FOTOGRAFÍA: N. Winkler (B&N)

DURACIÓN: 77 minutos

SINOPSIS: La historia de dos mujeres que recurren a la prostitución se combina con secuencias documentales que muestran la lucha del estado para erradicar esta actividad.

CRÍTICA
: храбрый

Qué lejana queda la década de los 20. Y qué actual sigue siendo de todas formas. Nos encontramos en los post-inicios del cine como arte (en este caso más que arte podríamos decir cine denuncia). Y me refiero a post-inicio, porque ya existe, a pesar de la corta vida del cine por aquél entonces, un numerosísimo catálogo, que podría hacer disfrutar a cualquiera. Pero no nos mintamos, la mayoría del cine de la época es mediocre: tiene su encanto, y un gran valor documental, pero la mayoría de sus historias son más bien flojas y se limitan a narran los sucesos a pelo, como si fuera un documental. Nada de sentimentalismos, nada de pasión, simplemente nos muestran lo que ocurrió y tu lo tomas o lo dejas. Ahora bien, gracias a Dios, una minoría de películas han alcanzado cumbres a día de hoy difícilmente superables ('Amanecer', 'La pasión de Juana de Arco', 'El gabinete del doctor Caligari' o cualquier título de Chaplin, especialmente a partir de 'Vida de perro' o 'El chico'), que nos hacen amar el cine de hoy en día. Unas destacaron por sus magníficos adelantos, otras por su radical puesta en escena, otras, porque nos hicieron sentir.


 


No, 'Prostitutka (La prostituta)' no lega al cine posterior unos grandes adelantos. Tampoco tiene una puesta en escena nunca vista. Quizá sí nos haga sentir, pues la historia que cuenta no es agradable. Lo que de verdad cuenta en este largometraje soviético es la valentía con la que afronta un tema tan delicado (hoy en día es un asunto del que no se quiere hablar, no quiero imaginarme como sería en la URSS de la década de los 20). Y es que narrar el día a día de dos mujeres que ejercen el históricamente despreciable ejercicio de la prostitución es tener, cuanto menos, un par de cojones.

Por un lado tenemos a Liudba, una joven a la que se le toma erróneamente por prostituta y la mujer que le alquila la casa la saca a la calle por el qué dirán. Por otro lado, paralelamente, vemos la historia de una mujer casada y con tres hijos. Desgraciadamente su marido muere atropellado y como era la única fuente de ingresos de la família, su viuda no puede traer dinero a casa. Los niños se van debilitando lenta pero inexorablemente, hasta caer enfermos. Comen demasiado poco en una edad que se supone de crecimiento y refuerzo. Entonces, su madre no tiene más remedio, después de haber buscado por todo y no haber encontrado nada, que ejercer la prostitución.

Después de encontrarnos ante sendos dramones, una luz aparece al final del túnel. Liudba recibe una carta de un médico que visitó. Parece que quiere darle un trabajo. Y acaba consiguiéndolo. La alegría acude a ella, no puede ser más feliz. No es un gran trabajo, pero da para vivir y nadie la señala por la calle. En uno de los descansos del trabajo, una mujer se decide a impartir una clase a todas las mujeres que trabajan junto a Liudba: resulta que antes también eran prostitutas y han sido acogidas por un centro beneficiario de carácter social. Con la mujer que les imparte la clase, la película desemboca en una especie de docudrama: esa mujer está ahí para hablarles (y hablarnos) sobre el mundo de la prostitución (clase social de las que la ejercen, motivos, edades, enfermedades de transmisión sexual, etc.). Interesante el uso de la animación durante la impartición de la clase. En eso sí me parece innovadora.

Después de una cantidad considerable de datos, la historia prosigue. Y es notable, y muy de agradecer que no haya un típical happy end. El director bien podría haber dejado a las dos mujeres alejadas de la prostitución, poner un rótulo de FIN y quedarse tan pancho. Pero ahí reside en parte el (des)encanto de la película. Como he dicho, y como el título de mi crítica indica, la valentía es uno de los puntos fuertes del largometraje. Y sin ningún tipo de pudor el director nos clava un puñal por la espalda y, entonces sí, llega el fin. No voy a contarlo porque ya he jodido media película, pero va unido a una ETS. Un final crudo, muy crudo.

Lo mejor

Valiente como sí sola.

Actuaciones bastante por encima de la media de la época (nadie es Janet Gaynor tampoco).

Tremendamente cruda (ese final...)

Técnicamente es bastante aceptable y la música que la acompaña es perfecta.

Lo peor

Es muy poco conocida y su repercusión es mínima.

Que no os atraiga demasiado el cine mudo.

Que El Nota os ha chafado media película (a sabiendas de que probablemente nadie la vería)


6.5/10
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