Fragmentos (Winged creatures)

Iniciado por ÁngelNeg, 04 de Junio de 2010, 06:59:20 PM

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ÁngelNeg

UN CAMINO, MUCHOS DESTINOS


Fragmentos que no pegan ni con Resistol

Con un quinteto de historias en un ejercicio fílmico conjunto, el director Rowan Woods presenta Un camino, muchos destinos (Winged creatures, EUA-2008); y parafraseando el título, podemos decir sin temor a equivocarnos, que la cinta nos presenta un buen punto de partida con muchas malas opciones para desarrollarlo. Nada bueno que esperar de Woods en lo que viene a ser su tercer largometraje para la pantalla grande precedido de Los chicos (The boys) en 1998, y la más que decente El pasado está aquí (Little fish) en 2005.

El drama; es una trágica y a la vez esperanzadora historia contemporánea en la que los supervivientes de un tiroteo en una cafetería de Los Ángeles, descubren que lo que les rodea ya no tiene el mismo sentido que antes y crean un vínculo entre sí que marcará sus vidas y las de los que tienen cerca. Por mucho que sus familiares y amigos intenten comprender lo que les pasa, los testigos de la tragedia deben seguir su propio camino para intentar recuperar la confianza en un mundo que sólo les parece caótico.

Aunque es una sinopsis muy lineal, el tema de trasfondo está marcado por una peculiaridad muy arraigada en los personajes que cuesta desmenuzar por el poco trabajo de guión que hay. De hecho, la historia de Un camino, muchos destinos está adaptada de la primera novela de Roy Freirich, quien elabora el guión de la cinta a partir de sus bien infundadas referencias acerca del actuar y pensar de las personas en torno a la tragedia y posterior a ello. Sin embargo, el ritmo narrativo está específicamente llevado como novela, y los tiempos muertos que en la literatura sirven para la reflexión, aquí sólo hacen notar que la cinta está hueca en diversas partes. Quizá es por lo anterior que los 100 minutos de duración parecen eternos, pues el guionista se toma demasiado tiempo para la narración de las eventualidades; y el director, curtido meramente en la pantalla chica con seriados y películas en partes, se toma demasiado tiempo en la reflexión de los personajes sin dar paso a la acción, como lo haría tal vez en sus trabajos episódicos.


Existe otra cuestión diga de analizar, pues aunque Nicole Abellera y Jeanne McCarthy logran una excelente selección de casting, son los actores quienes no pueden dar la talla ante personajes que requerían más intención interna que externa. No hay quien se salve, ni Kate Beckinsale, ni Dakota Fanning, ni Guy Pearce, quizá sea Forest Whitaker quien se esfuerce un poco más por ello sin conseguirlo del todo. Mención aparte merece Jennifer Hudson, quien demuestra que los suyo realmente es el canto y lo demás, pura suerte de principiante. Vaya, que ni siquiera Marcelo Zarvos con su gran vena musical logra destacar lo suficiente en la composición original.

Un camino, muchos destinos, se empecina a mostrarnos a personajes reales que se desparpajan por la tragedia ocurrida y cómo el sentimiento de culpabilidad los hace revivirla, refugiándose en sí mismos junto con sus remordimientos del "si yo hubiera" tantas veces manido en la cinematografía; pero también con la compasión hacia ellos mismos y el auto-perdón jamás conseguido. Ese es realmente el gran hilo conductor de algo que pudo ser una buena cinta "si se hubiera" apegado al tema; y si desde luego, el director hubiera sido capaz de darles el mismo peso e importancia a las historias, sin tornarlas eternas y repetitivas. Al final, por la inconsistencia del relato, todas las piezas fragmentadas no vuelven a encajar de ninguna manera.
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