A tiro de piedra

[ÁngelNeg]

A TIRO DE PIEDRA

La misma piedra

Sin duda alguna el cine mexicano actual se encuentra plagado sea el género que se le confiera a cada cinta de temas que tienen que ver con situaciones que le atañen de igual manera al México actual; y aunque podríamos decir que A tiro de piedra (México-2010) es una cinta más que se enfrasca en el tema de la migración hacia el vecino país del norte, lo cierto es que está visto desde otra vertiente, porque realmente este drama de aventuras tragicómico está más enfocado hacia otro tema menos trillado.

Para esto, el guión de Sebastian Hiriart y Gabino Rodriguez nos relata la historia de Jacinto Medina (Gabino Rodríguez), un joven de 21 años que se encuentra profusamente aburrido de su vida como pastor en el norte de México. Un día, mientras se encuentra en sus labores, encuentra un llavero en el suelo que contiene una dirección, viéndolo como una señal y guiándose por los constantes e inquietantes sueños, emprenderá un viaje hacia EUA, que lo hará recorrer miles de kilómetros para descubrir que los sueños pueden hacerse o no realidad.

Sebastián Hiriart puede ser reconocido sin más como hijo del prolífico escritor Hugo Hiriart, o como hijo de la excelente documentalista Guita Schyfter; pero Hiriart está más allá del cobijo de semejantes nombres pues es un artista completo en el terreno cinematográfico pese a su corta edad al ya haberse desarrollado en varios de los campos de la cinematografía –departamento editorial, producción, edición, actuación, fotografía, guionismo, etc.-.

Hiriart que hasta hoy sólo había dirigido dos cortos, consigue con A tiro de piedra un ejercicio harto light pero también harto efectivo sobre un personaje bastante conceptualizado en fondo y forma, protagonista absoluto de una trama simple pero llena de cierto aire simbólico; personaje interpretado de una manera muy directa y natural por Gabino Rodríguez.

Lo anterior pudiese adjudicársele a que el mismo Rodríguez ha formado parte de la escritura y delineamiento de la psicología de Jacinto haciendo que las peripecias y aventuras puedan ser dotadas de ritmo. Casi la totalidad de los demás personajes que giran a su alrededor, son sin embargo extras que se notan forzados en la intención actoral, perjudicando la balanza.

Los aspectos técnicos por su parte están sumamente cuidados, y mención especial en todo este recorrido se encuentra en la música de Emiliano González de León y Emiliano Motta, que con tan pocas notas y siempre en la misma línea y ritmo logra acompasar cada una de las escenas de Jacinto ya sean trágicas o cómicas.

Pero aún a pesar de ello, no podemos dejar pasar baches argumentales bastante notorios en la parte final de la trama donde no son desveladas algunas cuestiones si no importantes si hilos conductores; y que no ven justificación por el hecho de dejar el cabo suelto. A tiro de piedra pues puede tomarse en cuenta como un ejercicio bastante aceptable en la sucesión narrativa de un tema utilizado de fondo como la migración sin enfrascarse en lo sórdido del tema. Si bien es una cinta frágil, se deja ver de principio a fin como algunas cintas comerciales no lo logran.