Carta de un ciudadano cualquiera a un parlamentario

Iniciado por coriano2323, 23 de Enero de 2010, 09:33:31 PM

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coriano2323

Carta de un ciudadano cualquiera a un parlamentario

Estimado Señor:

Valga lo de estimado porque si está usted representándome en el Parlamento, es porque goza ó ha gozado de mi confianza, y le he votado. Por lo tanto, tiene usted la obligación tanto del cargo como moral, de escuchar todo lo que con respeto, voy a decirle.

Mi mayor fortuna social, es tener el derecho de elegir a mis representantes políticos en el Parlamento, a usted. Soy afortunado al vivir en Democracia que, aunque no es perfecta, tan solo debo cumplir las obligaciones que en derecho me corresponden, y el resto vivir en libertad. Cuando se despierta cada día, anhelo respirar un aire social sano, y a medida que avanza la mañana, cuando leo la prensa, contertulio con mis colegas de profesión, y veo lo que pasa, el aire se vuelve turbio, me congestiono y me duele saber que usted, alguien en quien confié en su día, me ha defraudado. A mí y a la sociedad.

Debo decirle que mi Democracia ya no es un "adolescente", al que hay que contentar en el desconocimiento de los problemas. Que mi Democracia ya tiene 32 años, y que es suficientemente adulta como para que se me diga la verdad. No debería ser mediante una respuesta a esta carta, sino un deber cotidiano, el de informarme sobre lo que me atañe, como integrante de esta sociedad que usted representa. Piense, estimado señor, que si me dice usted la verdad, juntos tendremos mas posibilidades y recursos, para hallar soluciones a los problemas. Además, se habrá ganado usted mi respeto, porque yo sabré que su interés no está en el sillón del cargo, sino en el bienestar de los que representa. Sé que, tiene usted la facilidad de palabra y demagogia suficientes, como para convencerme de la misma cosa, tanto en una postura como en la contraria. Pero no es eso lo que espero de usted, porque yo lo sabría. Espero que utilice ese don, para defender los intereses de todos nosotros y de la Democracia que representa, ante todos los organismos internacionales, de manera que este país sea un referente para el resto de países.

Estimado señor, su mandato es de cuatro años, sépalo, asúmalo y trabaje con este determinante. No debe usted actuar sumido en un debate interior, sobre el bien propio y el bien común. Usted está en su cargo para servirme a mí, a mi Democracia, a mis conciudadanos, a este país. Y si es usted moralmente responsable de sus actos, debe admitir cuándo ya no puede más, o no sabe que hacer más, o su capacidad está limitada ante una situación tan onerosa a los intereses generales. Estoy seguro que si usted actúa de esta manera, no obtendrá reproches ni bochorno, solo comprensión y respeto. Y piense que yo sigo estando ahí, en la Democracia, vigilante para que nadie le acuse de cobardía al admitir sus limitaciones, ya que de ser así, el acusador perdería mi respeto, y mi voto.

Estimado señor, con todo lo que veo de usted, de sus colegas, de la clase política en general (salvo rara excepción), no me queda otro remedio que desconfiar de sus palabras, de sus gestiones y, obviamente de sus promesas (tantas incumplidas). Desconfio y desconfiaré de todos ustedes, hasta que no me demuestren lo contrario. Hasta que no sean capaces de aunar voluntades en el esfuerzo del bien común, sin importar el color de su chaqueta. Hasta que, por encima de los intereses de su partido político, primen los intereses de todos nosotros, de la Democracia. Hasta que yo pueda ver sus promesas cumplidas, una a una; y si no ha sido posible, hasta que me explique la fuerza mayor que ha determinado una promesa incumplida. Hasta que, de manera eficiente, creíble, verdadera y exhausta, me demuestre que no se ha enriquecido mediante el cargo para el cual le voté. Ni usted, ni su familia, ni sus amigos ni testaferros cualesquiera.

Estimado señor, con respeto le digo, que si usted no tiene la formación adecuada, ni la determinación necesaria, ni la honradez exigible, ni se presente a ningún cargo público, en el que usted tenga que representarme, porque si no es así, usted errará en sus políticas, o no tomará las decisiones mas adecuadas, o se va a llevar una riqueza que a mi me cuesta sangre, sudor y lágrimas cada día.

Por último estimado señor, le rogaría leyese esta carta cada día, antes de sentarse en el sillón del cargo desde donde me representa. Y si es usted digno de aposentarse y representarme, hágalo y demuestre esa dignidad. Si no, sea usted valiente,... y dimita.

Fuente: http://www.crisiseconomica2010.com/Inicio/tabid/36/articleType/ArticleView/articleId/344/Carta-de-un-ciudadano-cualquiera-a-un-parlamentario.aspx

Saludos
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