Menos humos y menos accidentes

Iniciado por Wanchope, 01 de Diciembre de 2009, 06:20:36 PM

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Wanchope

Reducir la velocidad media en las ciudades con el objetivo de minimizar el número de accidentes de tráfico y la contaminación en las urbes es una de las medidas propuestas por la Dirección General de Tráfico (DGT) a la Federación de Municipios. Sin embargo, ¿es esa la solución? En la actualidad, la velocidad máxima en ciudad está estipulada en 50 km/h, pero las autoridades de tráfico quieren reducir los accidentes y han anunciado que pedirán una modificación de la normativa y la bajada hasta los 30 km/h.

Y es que, según los estudios realizados por especialistas en el tema, un conductor que circula a 30 km/h con su coche puede evitar un atropello más fácilmente que si circula más rápido. De hecho, los fabricantes de automóviles que trabajan en la protección a peatones en caso de accidente aseguran que los mecanismos desarrollados (capós deformables para no dañar a los peatones en caso de atropello, por ejemplo) funcionan mucho mejor entre 20 y 30 km/h que a velocidades superiores. Aun así, los tests que realiza EuroNCAP sobre protección a peatones son realizados a 40 km/h.

Con la reducción de la velocidad media también se busca reducir la contaminación, aunque, en este caso, los beneficios serían bastante más discutibles. La disminución de la velocidad puede traer consigo efectos no deseados, como un mayor número de atascos en las calles, que dispararía los índices de contaminación, ya que un vehículo al ralentí y con continuas aceleraciones y frenadas contamina bastante más que en casos de circulación fluida. Al hilo de esta propuesta, un ciudadano de Bilbao, Paco de la Fuente, se decidió a contar su historia, que demuestra que este tipo de medidas pueden ser un arma de doble fila. Este bilbaíno decidió, un buen día, seguir escrupulosamente las normas de velocidad máxima y, un buen día, fue parado por una patrulla de tráfico, cuyos agentes le solicitaron que "fuera más rápido", ya que consideraban que estaba dificultando la circulación.

En cuanto a la contaminación, parece mucho más efectivo seguir las pautas de "restricción vehicular", una tendencia que se orienta a la prohibición de la circulación de determinados automóviles por las ciudades, atendiendo a su tipo (4x4 o SUV), las placas de matrícula (unos días pares y otros impares) e incluso dependiendo del tiempo que haga. México D.F., una de las ciudades más contaminadas del planeta, puso en marcha hace más de diez años un programa denominado "Hoy no circula" en el que se restringe el tránsito a una quinta parte del parque automovilístico cada día laborable. ¿Cómo se controla? Muy sencillo, las placas de matrícula llevan una "pegatina" de un color determinado y ello combinado con el número final hace que ese coche pueda o no transitar. Los lunes se prohíbe el paso a las pegatinas amarillas con terminación 6 y 8, por ejemplo.

Hay ciudades mucho más radicales, en las que directamente se ha prohibido el tránsito total en determinadas zonas. En urbes italianas como Roma, Bolonia o Florencia, para proteger su rico patrimonio histórico, se han cerrado zonas a los coches. También ocurre en Londres (Reino Unido) donde se cobra un fuerte peaje (denominado tarifa de congestión) a los coches que quieran acceder a la City. De hecho, en la capital británica ya se habla de Car-free Olympics, en referencia a las intenciones de eliminar en tráfico en los alrededores de los lugares en los que se celebren las pruebas deportivas de los Juegos Olímpicos de 2012.

Hace unos años, se habló de que París iba a restringir la entrada en su centro a todos los vehículos 4x4. Ahora la política ha cambiado dirigiendo sus esfuerzos a "mimar" a los coches menos contaminantes. La semana pasada, las autoridades parisinas anunciaron una medida aún más popular: subvencionarán con 400 euros a los usuarios que se compren un ciclomotor eléctrico. Otra medida para disminuir la contaminación en la ciudad de las luces ha sido la creación de una flota de 3.000 vehículos eléctricos (de cuatro y dos plazas) para desplazamientos cortos, que se pondrá a disposición de los ciudadanos a cambio de un alquiler por horas.



Fuente: Yahoo.es
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