La captura

[ÁngelNeg]

LA CAPTURA

Sin capturar la atención

La directora Carole Laure, de la cual recordamos su último trabajo afortunado CQ2 (Seek you too), ahora  nos trae un trabajo que bajo una premisa interesante, que se va ahogando poco a poco en lo pretencioso del guión, y en la constante reiteración de hechos. La captura (La capture, Can/Fran-2007) nos muestra la historia de Rose (Catherine de Léan), una mujer inteligente y apasionada por lo que hace en las cuestiones artísticas corporales; pero que sin embargo, detrás de ese brillo y casi intachable fachada, esconde un obscuro secreto que ni sus amigos ni su pareja deben saber, hasta que llega determinado momento. Atormentada por una infancia llena de abusos y tortura, el secuestro se convierte en su perfecta venganza y en la forma de exhimirse.

Laure, siempre acostumbrada al menos es más, lo cierto es que aquí ese menos se convierte en todavía menos. Un guión que persiste en dejar abierta cualquier posibilidad de escape para los involucrados –personajes-, pero que para el espectador resultará muy malogrado pues la trama no da para tanto; por ello se explica la reiteración a través de figuras que ayuda a entender la psicología del personaje principal dejando a los demás simplemente avistados, como elementos que solo forman parte del desarrollo y no de la trama en si.

El intimismo del cine francés por otro lado ayuda en la determinación de la cinta que inicialmente llamábamos pretenciosa. El recorrido del flashback mental confirma la poca destreza para estirar una historia que apenas si ajusta como mediometraje por lo flojo o la poca acción que se ve desarrollada en la trama. Aún con ello se pueden destacar actuaciones como las de de Léan, Laurent Lucas, y Pascale Bussières; aunado a la casi inexpresiva fotografía que de entre su mayor cualidad junto con la música provee al filme de un cierto aire independiente que retrata, pero que no captura. Vaya pues, que La captura peca por no poder capturar la atención del espectador por más de 30 minutos seguidos sin antes bostezar elocuentemente.