Fiebre del sábado noche (1977)

[Michael Myers]

FIEBRE DEL SÁBADO NOCHE/SATURDAY NIGHT FEVER

SINOPSIS: Tras seis días de trabajo en una tienda de pinturas de Brooklyn, Tony se empapa en colonia Brut, se pone una camisa de flores ajustada, pantalones de tela de gabardina y zapatos de plataforma, y se prepara una vez por semana para la "Fiebre del sábado noche". En la discoteca de moda Tony deslumbrará a todos con lo que mejor hace: bailar.


TONY MANERO: DUEÑO DE LA PISTA, PERO NO DE SU VIDA

Conocemos todos a estas alturas bastante de sobra a John Travolta; su vida y trayectoria, sus altos y sus bajos. Por supuesto, tuvo que empezar en algún sitio como todos los demás y eso fue mediante apariciones televisivas en series como 'Emergencia' o 'Los mañaneros' (ambas apariciones en 1972), pero el potencial de John Joseph Travolta no tardaría tanto en explotar, y eso se lo debe, aparte de a él mismo, a John Badham y a los Bee Gees.

Travolta daba vida en este filme al legendario personaje de Tony Manero, que en las pistas de baile de Nueva York era uno de los grandes cuando saltaba a la pista. Todo el mundo conocía a Tony por ser un gran bailarín y también porque trabajaba en una tienda de pinturas con la que se ganaba su sueldo aportando buen trato al cliente. Claro que Manero tiene otras inquietudes...

Y es que sobre eso va en parte 'Fiebre del sábado noche'. Bajo esa fachada de película-símbolo de los años 70 en el que los Bee Gees tuvieron uno de sus puntos altos en su carrera con unos temazos que buena parte del mundo conoce como 'Night Fever', 'Stayin' Alive' o 'How Deep is your Love', aunque hay más repertorio de otros artistas, había una necesidad de contar a la juventud de la época en la que se engalanaban y lo daban todo en los fines de semana, pero pocas perspectivas de futuro y potencial en ellos mismos se veían. Era un mensaje fácil de captar si ves la película; el problema es que no lo aprovecha lo suficiente.

La relación entre Tony y Stephanie (Karen Lynn Gorney) sera el núcleo de la historia; sin embargo, para opinión de un servidor, pierde tiempo contando otras tramas como los asuntos con sus colegas de la banda de Los Caras que poco aporta al filme, quitando el último tramo, o las idas y venidas de Manero con Annette, que tampoco son un gran elemento de la narrativa general. Creo que si se hubiesen centrado más en los protagonistas (Travolta y Gorney) por igual y hubieran dejado algo más de lado al resto de personajes, contando secuencias que hubiesen acompañado de verdad, el largometraje me podría haber entrado mejor.

Claro que por la música no será. Tenemos a los Bee Gees, a David Shire, a Kool & The Gang o a The Trammps, entre otros. Una buena música siempre ayuda a alzar el valor de una película, y en este caso lo hace claramente. Es una pena que el guion no aproveche tanto su potencial como se aprovecha la música y se aprovecha la presencia de Travolta, quien se hace dueño de la película de forma natural desde el mismo principio viéndolo pasear por las calles de Nueva York.

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