Dos policías rebeldes (1995)

[Michael Myers]

DOS POLICÍAS REBELDES/BAD BOYS

SINOPSIS: Un alijo de heroína valorado en unos 100 millones de dólares es robado del mismísimo depósito de la policía. El caso le será asignado a los agentes Burnett y Lowery, una pareja muy peculiar por los métodos que utilizan. La única pista que tienen para comenzar es la de una testigo que les ayudará a identificar a los atracadores, y a la que tendrán que proteger.


LOWREY Y BURNETT, HERMANOS A SU MANERA

Después de unos cuantos años dirigiendo videoclips de artistas como Meat Loaf, Lionel Richie o Tina Turner, el experto en explosiones Michael Bay comenzó su andadura en largometrajes por todo lo alto de la mano de dos actores de moda como son los ahora consolidados Will Smith y Martin Lawrence, acompañando de la guapísima Téa Leoni y dos grandes de la pantalla como Tchéky Karyo y Joe Pantoliano.

Este fue el principio de una saga que ya cuenta con cuatro películas, la última estrenada este año, en la que no estamos ante una obra para pensar sobre la vida, el bien y el mal, el sexo de los ángeles y demás diatribas intelectuales. Esto es un divertimento para desconectar el cerebro y disfrutar (o de intentarlo, al menos) con camaradería, tiros y explosiones. Si no quieres eso, tienes tropecientas mil películas más para encontrar tu elección. Lo importante es saber donde meterse desde el principio.

Una vez sabido esto, Miguel Bahía no podía empezar mejor su carrera como director de cine. No estamos ante su mejor película (en opinión de un servidor esas son, a día de hoy, 'Armageddon' y 'La roca'), pero sí que es una de las llamadas en inglés 'buddy movie' (o 'película de colegas') en la que dos personas con sus más y sus menos -no tienen, en mi opinión, unos caracteres demasiado diferentes como los tenían los de, por ejemplo, 'Arma letal' en el que uno era un hombre casado y entrado en la madurez y el otro era un hombre más joven con tendencias suicidas- están condendos a entenderse porque no pueden vivir el uno sin el otro, y sin su capitán, con el que tienen una extraña manera de demostrar su cariño entre algunos reproches.

En esta primera aventura, el villano será Fouchet (Karyo) quien será el cabecilla de un robo de heroína valorada en 100 millones de dólares y desde el principio está claro que no hay un ápice de bondad en su persona, y buscará su lucro personal de la forma que sea. En esto, Karyo hace una buena interpretación como el enemigo de Mike Lowrey (Smith) y Marcus Burnett (Lawrence) como un cabrón sin escrúpulos (y quizás en su día a día es una excelente persona). Un enemigo que va al grano, concentrado y con sus toques de irascibilidad esperadas, no se necesita más.

Como uno de los principios rostros femeninos tenemos a Téa Leoni interpretando a la principal testigo del crimen en el que Fouchet se verá envuelto en un papel en el que si eres capaz unos minutos de no fijarte en lo guapa que es verás a un personaje que no es de armas tomar, pero tiene sus ovarios si llega el caso, y que se complementa perfectamente con los dos protagonistas.

También tenemos a Theresa Randle como Theresa, la esposa de Marcus, y Marg Helgenberger como Alison (no dicen su cargo dentro de la policía, aunque me da la sensación que trabajaba en Asuntos Internos); aunque tienen sus escenas, más Randle que Helgenberger, no pueden lucirse lo suficiente. Al menos, Randle tiene buena química con Martin Lawrence en pantalla.

La banda sonora de Mark Mancina, trepidante y efectiva, y un guion que no deja espacio para caer en el aburrimiento son los otros ingredientes que elevan este debut de Bay hasta hacerlo una de las grandes películas de acción de los años 90. Si quien esté leyendo estos párrafos aún no lo ha visto, nunca es tarde, se lo aconsejo fuertemente.

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