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Festival de Locarno - Capítulo I: Las vueltas de la vida

Vía Festival del film Locarno por 04 de agosto de 2016
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Benvenuti a Locarno.

Y de verdad, uno de esos lugares en los que uno rara vez se imagina si no es porque ya está a orillas del lago Maggiore. Y es que no son pocos (ni precisamente baratos) los peajes que nos conducen hasta aquí... cuanto hemos de aprender los españoles de la generosidad de los auténticos europeos, también de verdad (aunque en este caso no necesariamente de la buena). En fin, lo que a unos les sobra a otros les falta, ley de vida que se puede aplicar al hipotético duelo entre nuestro debut, 'Gotthard' -a la que le sobra-, y nuestro debut espiritual, 'Un juif pour l'exemple' -a la que le falta-.

En lo que concierne a la primera, sus excesivos 180 minutos son una pesadísima losa. La obra de Urs Egger sobre la construcción del túnel de Gotthard (en 1882) sirve al menos para conocer de primera mano aquellas proyecciones multitudinarias -hasta 8.000 personas- de la Piazza Grande, un consuelo ante una obra lastrada por la evidencia de estar concebida como miniserie para televisión, no como película. Su cadencia y vicios heredados del formato, así como su claro cariz institucional (convenientemente subvencionado) minan por completo un relato concebido por demás con demasiada torpeza. Un aparente cruce épico-romántico que se cree Pearl Harbor cuando es un resumen un tanto chusco de 'El secreto de Puente Viejo' (con el mencionado túnel de Gotthard demasiado al fondo).

En lo que concierne a la segunda, sus escasos 71 minutos saben a muy poco. Jacob Berger adapta el homónimo de Jacques Chessex sobre un crimen antisemita cometido en 1942 por simpatizantes nazis en la localidad suiza de Payerne. A pesar del indudable interés de la propuesta y la sólida labor de Berger, la traslación a la pantalla de este hecho real resulta demasiado críptica para que aquel que no conozca la historia (de antemano). Si bien es cierto que a buen entendedor pocas palabras (imágenes o minutos) bastan, se echa en falta una mayor profundidad en un relato que, por más que se entienda perfectamente no llega a causar emoción alguna. Interesante, por supuesto, pero lejos de los logros de aquella 'La cinta blanca' -por ejemplo- capaz de saciar allí dónde aquí nos quedamos con hambre.

Una sensación parecida transmite el debut "oficial" de este Locarno 2016, 'The Girl with All the Gifts', adaptación de la novela de Mike Carey que en España conocemos bajo el título de 'Melanie. Una novela de zombis', y que perfectamente podría haber inaugurado el Festival de Nocturna o el de Sitges.

Dentro de la masificación que ofrece actualmente el género de "la carne muerta" se agradece sobre todo el ánimo por presentar una clara alternativa que aporte un valor propio al mundo. Y así es, la ópera prima del televisivo Colm McCarthy -resuelta sin complicaciones- representa una alegoría que va más allá de una sangre que nunca es usada como motor de la narración. Como en las mejores obras de género, lo realmente importante (y de verdad de la buena) es la malicia que subyace bajo un arco dramático que, una vez superado su planteamiento, no ofrece grandes novedades más allá de su parábola. De hecho su segunda mitad, aparte de por un regusto demasiado literario (el propio autor firma el guión), se ve algo afeada por algunas decisiones muy de género un tanto cuestionables para una obra que presenta una inteligencia por encima de la media.

Como también se encuentra por encima de la media la inteligencia de Kristina Grozeva y Petar Valchanov, quiénes con 'Slava (Glory)' ratifican las buenas vibraciones que ya nos dejaron hace un par de años con 'La lección'. Aunque puede que menos redonda o fluida que su predecesora, el hecho de que Margita Gosheva cuente en este caso con el apoyo de Stefan Denolyubov permite dar a la cinta una amplitud que no tenía aquella. Menos intensa, menos insidiosa, pero a la vez con esa mirada más completa que permite la doble narración. Otro relato en apariencia sencillo que parte del "te podría pasar a ti" para retratar, con pasmosa naturalidad, una de aquellas historias que ahora mismo dan sentido a los periódicos... pero empaquetada sin el sensacionalismo barato de Yahoo!. El resultado, lo dicho, puede no resultar igual de sorprendente, pero por contra presenta más detalles y matices sobre los que meditar (y conversar) mientras su aguarda a la expectativa que despiertan sus títulos de crédito finales.

Continuará...


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Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

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